Capítulo 11

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Jueves 28 de marzo del 2013, 09:17 am... Walter da vueltas en círculos desesperadamente dentro de su habitación. Se toma del cabello y se araña la frente ansiosamente. ¿La razón? Falta tan sólo un día para el sábado, el día D.
Los nervios lo inundan. Luz le había avisado con casi un mes de anticipación dónde quería ir, pero el dejó tres semanas sin hacer nada, y los últimos 5 días se puso a trabajar como negro para elaborar su plan perfecto.

El plan ya estaba en marcha, con 520.000 guaraníes en la bolsa y una excusa perfecta, sólo le quedaba esperar... Esperar, esperar, esperar...

Aquella mañana pasó tan lentamente, leyó 3 páginas de un libro de geografía, se aburrió. Se levantó de la silla, salió de su habitación, deambuló por la cocina y el comedor buscando algo con qué distraerse, o en última instancia algo que comer. No encontró nada.
Ordenó sus cuadernos y útiles, revisó sus apuntes por si no había tarea que hacer, y nada. Es la primera vez que no tener tarea le cae mal.
Se olió, detectó mal olor, y decidió darse un baño; eligió cuidadosamente su ropa, planchó su camisa y el pantalón de vestir, hasta las medias. Entró a la ducha, se dio un buen baño, y al salir se encontró con la sorpresa de que no llevó toalla. Aprovechando la soledad de la casa salió desnudo y mojado del baño a buscar una toalla en la habitación, pero no encontró nada, decidió buscar en la habitación de su padre, pero tampoco nada. Empezó a surgirle un profundo temor... Fue a la sala a tratar de confirmar o desechar dicho temor, se acercó a la ventana y entre las cortinas asomó un ojo y observo. Allí en frente estaba Luz, en su casa, regando su patio, tan radiante y espléndida como siempre. Un short cortito, una blusa naranja que dejaba ver su abdomen de figurita, el pelo suelto tan largo que le llegaba casi hasta la cola, lacio, brillante y oscuro. Embelesado Walter empezó a abrir más y más las cortinas, y hasta quiso salir a saludar... Hasta que recordó el detalle, seguía desnudo.
Cerró de inmediato las cortinas. Se asomó nuevamente nervioso pero esta vez para ir al grano, confirmar su temor. Entre abrió las cortinas para mirar y si, las toallas estaban colgadas afuera.

Intentó secarse con hojas de papel pero no secaban casi nada, y le dejaban pelusa en el cuerpo, así que desistió. Quiso secarse con ropa, pero luego de pensar en el olor a humedad que agarrarían y en la flojera que le daría lavar ropa luego, también desistió. Al final, estuvo tanto tiempo parado y desnudo pensando qué hacer, que se secó naturalmente.

Luego de vestirse con el uniforme de colegio y prepararse un almuerzo a base de huevo frito, revisó de nuevo la hora y apenas daban las 11. Definitivamente la mañana se había alargado demasiado, los minutos no corrían, se sentó en la sala a esperar que llegue la hora de ir al colegio.

2

Llegó al colegio súper temprano, aun faltaban 20 minutos para las 1, y era el único en el patio a esa hora. Unos minutos más tarde venía llegando Nicasio, y sorprendido por la tempranera presencia de Walter, se apresuró en correr.

-¡Oh mierda! ¿Qué hora es? ¿Donde están los demás? ¿Por qué está todo cerrado? ¡¿Hoy no hay clases?! -interrogó asustado Nicasio.

-No hay nadie, todavía es temprano -respondió casi bostezando Walter.

-¿Qué hora es?

-Son las 12:44.

-Walter ¿estás bien?

Soltó un bostezo largo ante la atenta mirada de Nicasio, luego continuó pausadamente.

-Aburrido... Pero bien ¿Por qué?

-¿Walter? ¿Llegando temprano al colegio? ¡Es un milagro! Por suerte siempre traigo un paraguas personal en mi mochila...

-Ya... No vayas a exagerar tanto.

Amor fanático (Inédito)Where stories live. Discover now