Capítulo 5

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1

Walter no volvió a hablar con Luz en toda la tarde, las clases fueron hasta las 18:30 y ambos parecían completos desconocidos, ningún rastro había de aquella amena conversación que habían tenido horas atrás.
Andaba decaído, las bromas amistosas de sus amigos no conseguían sacarlo de su letargo sentimental.
Por su parte, Luz andaba enojada y solitaria, pero no nos confundamos, ella era así, reservada, tímida, nada tenía que ver el problema con Walter, que a ella hasta el momento le importaba un pepino.

Enfoquémonos un momento en Luz, ella era muy hermosa, pero no tan superficial como las demás chicas hermosas, ésta no es la típica protagonista cabeza hueca, popular y porrista que sale con el capitán del equipo de fútbol del colegio; de hecho es tímida, retraída, no tiene una mejor amiga, y en los colegios de Paraguay no hay porristas ni equipos de fútbol, ni casilleros, ni cafetería, ni... Bueno, me estoy saliendo del tema, Luz no es la típica chica linda que se junta con las demás chicas lindas, de hecho prefiere la compañía de los hombres, las mujeres le parecen complicadas, y es contradictorio porque en sí Luz también es una chica complicada. Tampoco va al otro extremo de ser la nerd tragalibros y antisocial pero potencialmente follable del curso, porque prácticamente odia leer, y no es muy inteligente que digamos; es difícil y hasta casi imposible encuadrar a esta chica en un estereotipo clásico de novelas juveniles, lo que la hace un personaje muy complicado de describir en un solo párrafo.

Pero la iremos conociendo a lo largo de esta historia, y no olvidemos a nuestro protagonista principal, el desventurado Walter, que llevaba una vida aburrida hasta que el amor —o algo parecido— tocó a su puerta. Es un inexperto en materia amorosa, lo cual demuestra capítulo tras capítulo, está demás añadir que no conoce de emociones y aún no ha dado su primer beso.

Aunque Walter pasó triste toda la tarde, seguía admirando a su amor platónico, la veía atenta en clase, solitaria, actuando de manera correcta en cada situación, callada en todo momento, en efecto, en todo el día no habló con nadie más que con Walter y un par de maestros. En el receso seguía sola, merendó una empanada de lo que, según Walter, era de jamón y queso, y un jugo que a juzgar por el color era de frutilla, o fresa, u otro sabor que te pueda inspirar el color rosado.

Al volver al salón de clases Luz se sentó más al fondo, al lado de una ventana que daba a la calle frente del colegio, y pasó gran parte de la clase mirando fuera. A Walter le daba celos ver que ella miraba fijamente a los chicos guapos que pasaban por allí. Tuvo contados a por lo menos 5 chicos que llamaron la atención de Luz.
Durante el desarrollo de la clase de Psicología, Luz hacía notar su entretenimiento en la materia, fue la primera en completar los ejercicios y entregar el cuaderno, se notaba atenta a las explicaciones de la maestra, incluso cuando esta dio tiempo libre a sus alumnos para que hagan lo que quieran por unos minutos, todos sacaron sus celulares, menos ella que seguía releyendo sus apuntes, todo esto llevó a Walter a la conclusión de que la psicología era la materia, hasta el momento, favorita de Luz.

Y bien, no nos extendamos tampoco en esto, creo que ya entendemos que Walter tiene una conducta romántica muy acosadora, y no despega un momento sus ojos de Luz, lo cual es muy evidente a ojos de todos y molesta un poco a su amada, que siente que la privacidad es cosa del pasado desde que conoció a Walter.

2

—Hey, Walter —interrumpió así Iván la concentrada observación de Walter hacia Luz en plena calle de regreso a casa.

—¿Si?

—Creo que exageras ¿No crees que puede ser un poco incómodo para ella que no le quites los ojos de encima en todo el día?

—¿Qué? No le estoy mirando, solo enfoco mis ojos en descanso sobre cualquier punto, no me fijo en nada en específico.

—Walter, es muy evidente.

Amor fanático (Inédito)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt