Amor fanático (Inédito)

Capítulo 24

1

Las lágrimas abarrotaron sus ojos viendo a lo lejos como Luz besaba a Alejandro.

Walter queda congelado en el lugar, desde lejos observa Diana impotente quien había tratado inútilmente de detenerlo antes de que observe esta escena.

Sin saber si seguir o retroceder, o ignorarlo todo, Walter, queda congelado y decide bajar la mirada para que no lo vean llorar. Algo dentro suyo se rompió, cierra sus párpados fuertemente para evitar dejar escapar lágrimas, pero una lágrima rebelde no se contiene y salta de sus apretados párpados y se desploma al suelo dejando una mancha de humedad en el polvo. Una y otra lágrima escapan y se precipitan al suelo, se hace incontenible el llanto. Muerde sus labios fuertemente para evitar al menos que escapen quejidos y lamentos.

Muchas personas pasan a su alrededor, los alumnos de todos los cursos están saliendo del colegio en manada, pero para Walter parece que no hay nadie, no puede ver ni sentir a nadie, solo está en un plano desconocido en donde sólo está él, y más adelante, a lo lejos, Luz con Alejandro.

Muerde sus labios hasta que el dolor se hace intenso y aprieta sus puños intentando reprimir todas sus emociones, pero es imposible, da vuelta y camina torpemente, chocando con algunos desconocidos, su mochila y la bolsa de regalos se le hace pesada, con la cabeza gacha y los ojos cerrados para contener las lágrimas, camina en dirección al patio de atrás de la escuela.

Desde lejos Diana solo puede ver el vagar derrotado de Walter, pero no sabe si acompañarlo, o dejarlo sólo. Ante la duda mejor no hacer nada, y se marcha, él necesita desahogarse, y no lo hará con alguien cerca.

Walter al fin llega detrás del colegio, un rincón lleno de arbustos y oscuro a esas horas de la tarde, ahí podría dejar correr unas lágrimas en soledad antes de poder salir más calmado. Sin pensarlo golpea el piso con los puños que llevaba tensamente apretados desde hace un rato. Una estela de polvo y hojas vuelan con el golpe, acto seguido una tras otra lágrima manchan de humedad el suelo, al fin pudo liberar esas lágrimas prisioneras y siente un enorme alivio en sus ojos que ya estaban apesadumbrados.

2

Para su fortuna ningún conocido lo vio, o eso él cree. Una vez que ya ha desaguado las lágrimas de sus ojos decide levantarse e ir a casa. Ni siquiera él sabe cuanto tiempo ha estado sentado en la oscuridad, entre los arbustos, pero cuando sale de su rincón el colegio ya está vacío.

Es el único caminando por el patio del colegio a esas horas, con la cabeza gacha, sin fuerzas, sin ganas, sin un motivo para llegar a casa más que el de dormir y no despertar más.

Camina y un recuerdo vago llega a su mente, un flashback de hace dos años, cuando él había ido a su última fiesta, antes de que Iván lo invitara a la fiesta donde conoció a Luz.

Fue una fiesta aburrida para Walter, como todas, él tenía 14 años, fiesta por el día de la juventud, todos bailando y coreando las canciones, y él en medio, presionado por sus compañeros a entrar a la discoteca cuando empieza a sonar un clásico.

Que levante la manooo
quien no lloró por amoor♪

Y ahí Walter, levantando la mano orgulloso y sintiéndose supremo, menospreciando a todos a su alrededor.

"Bola de pendejos ¿Sufrir por amor? Já, qué sensibles, yo nunca sufrí por amor, ni lo haré" -pensaba Walter.