Capítulo 4

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1

Ya ha pasado una semana, una semana relativamente tranquila para Walter, pero ya llegó el 18 de febrero y el mundo entero anda dando vueltas frenéticamente ante el comienzo de las clases, los primeros en empezar la tortura como siempre son los del turno mañana, pero por la tarde están los personajes que nos interesan.

Ya eran las 11 y como nunca Walter se andaba preparando, se dio un baño de media hora y había preparado su uniforme con días de anticipación; el uniforme consistía en pantalones de vestir grises y camisa mangas largas blancas, y opcional era llevar la corbata gris; se había comprado los más caros y varoniles perfumes y se los ponía en medida, todo por la emoción que le causaba ver a Luz.

Ya siendo las 12 comió a las corridas unas 5 tortillas y salió a las voladas, cruzó la calle y al llegar a casa de Luz se encontró con el padre de ella podando unos arbustos que adornaban la casa lateralmente, y que servían de límite "natural" entre su casa y la de al lado.

—Hola, señor... ¿Está Luz? —preguntó Walter asomando la cabeza por el portón.

—No, ya salió hace 10 minutos —respondió secamente, inmiscuido en su labor.

Al notar que aquel hombre estaba tan concentrado en dar formas simétricas a sus arbustitos y que en realidad no lo escuchaba, decidió marchar sin responder.

2

De camino al colegio iba acortando calles y caminando a paso ligero para ver si por ahí la alcanzaba, llegó al colegio en menos de 5 minutos pero no pudo alcanzarla.
Al llegar lo esperaban Jhonatan e Iván que le habían guardado ya un lugar, justo hasta atrás del salón que días antes había servido de discoteca. Faltaban menos de 10 minutos para empezar las clases y aún no veía a Luz, esto lo tenía nervioso, intentaba seguir la conversación de sus amigos tímidamente pero no había caso, estaba desconcentrado, miraba a todos lados buscando alguna pista de su presencia, examinaba los lugares, espiaba por la ventana hacia fuera por si no la veía venir, en síntesis estaba anormalmente inquieto, lo que saltaba a vista de sus amigos que ya iban dándose cuenta de la causa de su peculiar comportamiento.

—Tranquilo, yo ya la vi.

—¿A quién? —preguntó sorprendido Walter.

—A Luz —dijo Iván.

—¿Y eso qué? —intentaba desviar la atención y minimizar su desesperación respecto a Luz al darse cuenta que se estaba descubriendo.

—Si queres verle pues está atrás del colegio sentada en los escalones —y tras una planeada pausa añadió— Sola...

—Disculpa, tengo que ir al baño -dijo Walter apresuradamente, pero al levantarse de su asiento inmediatamente sonó el timbre y la maestra ya estaba a la puerta, con la estampida de estudiantes regresando a sus lugares atrás de ella.

3

La maestra era alta, tenía unas piernas largas y la piel blanca pero bien bronceada por el reciente verano; en cuanto a su vestimenta tenía un aire muy correcto, con la falda hasta las rodillas y bien ajustada, era joven, unos 25 años, una blusa blanca bajo la chaquetita azul que usaban las profesoras de ese colegio, igual de apretada que el resto del conjunto. Se preguntarán por qué la ando describiendo en tanto detalle, pero es que está buenísima.
Bueno, prosigamos la historia...
Mientras la maestra acomodaba sus cosas en la mesa venía llegando al salón Luz, pidió permiso de ingresar y la maestra amablemente le señaló su lugar y la dejó pasar. Luz estaba un poco apenada, no era de las alumnas que llegaban tarde, o al menos no quería ni tenía intención de serlo. Tomó asiento sujetándose la falda gris a la rodilla como toda niña recatada y de buena educación, y se puso en posición de clase.

Amor fanático (Inédito)Where stories live. Discover now