GISELLE
Despierto y me encuentro en los brazos de Jürgen, suspiro pensé qué era un sueño afortunadamente no lo es. Miro su hermoso rostro relajado, y su brazo manteniéndome presionada a él. Sonrió y doy gracias a DIOS por este maravilloso momento, jamás pensé volver a sentirme así, el hace qué tenga un motivo para sonreír, cuándo oigo su voz ronca qué dice:
—¿por qué ríes pequeña?
—¿Te resulta gracioso haberme agotado?
—sí eres cínico, él qué me agotó fuiste tú.
El sonríe con suficiencia y dice: —Mi propósito en esta vida es amarte y complacerte pequeña!.
Sonrió cómo idiota no puedo evitarlo, Jürgen me hace feliz es todo lo qué siempre quise, lo qué siempre necesité, y ahora qué lo recuperé no puedo dejar de sonreír el pone cara sería y yo digo: —No me río de ti amor, sólo que no puedo evitar sentirme feliz entre tus brazos.
Me estrecha contra su pecho aún más y gruñe tú también eres todo lo qué necesitaba en mi vida. Saliendo de mi ensueño digo vamos al baño, tenemos que trabajar!
—Lo siento princesa espeta él, pero hoy no escapas de mí además ya es tarde
—¿Tarde? Pregunto.
—Sí son las 9 de la mañana!
—¿Qué? No puede ser grito.
—¿Qué le voy a decir a Stavros? No te preocupes dice él qué yo le dije qué te ibas a reunir conmigo para mostrarte personalmente las instalaciones de la nueva sede y él estuvo deacuerdo, no te preocupes todavía estaba resolviendo un problema, dijo que hoy igual no iría a la empresa.
—Pensaste en todo digo. —Es mi deber estar atento a todos tus deseos y cómo mi propósito es complacerte debo estar al tanto de tus necesidades y cubrirlas.
Sonrio —entonces vamos a ducharnos, tengo qué llamar a mi tía para decirle qué estoy bien! Cuándo nos aseamos le digo: —y ahora ¿qué me pongo genio? Sí ayer rompiste toda mi ropa y pantys cómo si fueses un cavernícola. El sonríe dándome una de sus camisas y dice póntela te hace ver más sexy, además a ti te encanta como huelen.
Me sonrojo ante el comentario, no sabía qué se había dado de cuenta, pero al parecer le parece gracioso.
Me coloco una de sus camisas y llamo a mi tía.
—Hola tía buenos días, de verdad disculpa qué no te haya avisado que no llegaría, me quedé con una compañera de trabajo nos tomamos unos tragos de más y no pude irme lo siento susurrro.
—Tranquila lo supuse
—¿Y las niñas?
—Están en la escuela
—Tía más tarde iré.
—No te preocupes cariño! Cuelgo y Jürgen trae el desayuno para mí.
—¿Y esto digo? El responde: —Lo pedí mientras hablabas por teléfono, tienes qué recuperar las energías pérdidas. Sonrió y digo gracias besándolo en los labios, el gruñe y dice:
—Es mejor qué comas porque yo te quiero de postre. Ambos comemos y sonreímos no puedo ocultar la felicidad qué siento al estar de nuevo junto a Jürgen él es mi otra mitad, él es mi hilo rojo!
GISELLE
Llegué a casa luego de mi noche con Jürgen, mi tía al ver mi cara no hizo ninguna pregunta, pasé el resto del día con las niñas y al preguntarme ¿por qué hoy no iría a trabajar? les expliqué qué hoy estaba libre para ellas. Se alegraron mucho, ya qué desde qué estamos aquí en España nuestro tiempo juntas es poco, porque siempre estoy trabajando y ellas en la escuela. Suena mi teléfono al revisar es un mensaje de Stavros dice:
—Preciosa discúlpame por favor, he tenido unos asuntos personales qué resolver mañana te veo! Le respondo —no hay problema mañana nos vemos. Enseguida me llega un mensaje de Jürgen y mi rostro se ilumina no puedo evitarlo.
—Pequeña ya te extraño, espero verte mañana te amo nunca lo olvides!.Sonrío Jürgen hace qué todo para mí tenga sentido otra vez, no puedo creer qué mi corazón se enloquezca al saber, qué me ama, él es todo lo qué siempre anhelé encontrar. Es una sensación indescriptible me siento tan feliz qué me da miedo pensar qué solo sea un sueño!
Hoy por fin puedo decir qué me enamoré, qué por primera vez amo a un hombre, y qué cada centímetro de mi cuerpo lo siente, mi cerebro y corazón coinciden en qué él es el único qué puede hacerme feliz.
Me levanto temprano, me maquillo cómo solía hacerlo para Jürgen, el me llamó temprano dándome los buenos días y diciéndome qué pasaría por mi trabajo para almorzar conmigo.
Le dije qué no era necesario, pero el nunca escucha se puso celoso, alegando qué yo lo qué quería era qué nadie se enterará de él. Entro a mi oficina, dejó mi bolso sobre mi escritorio y me dirijo directamente a la oficina de Stavros, tocó la puerta
—Adelante dice el.
—Buenos días digo.
—Buenos días preciosa, espeta él levantándose y dándome un beso en la mejilla!
—Lamento mucho no haberte acompañado el día qué te sentías mal, he tenido unos asuntos personales qué resolver.
No te preocupes digo, tengo que decirte algo susurra, es sobre mi padre. No sé cómo demonios me encontró, pero lo hizo y me dijo qué él no iba a permitir qué volviera a desaparecer qué por culpa de mi Madre se perdió mi infancia, pero qué va a hacer lo qué sea necesario para recuperarme, yo me negué, le dije qué era demasiado tarde, nunca lo necesité mucho menos ahora, pero lo qué realmente me preocupa Giselle es qué por su expresión, no me dejará y lo peor sabe realmente todo de mí. No sé cómo diablos pudo saber tanto, lo qué sé es qué pretende que yo siga sus pasos, me quiere cómo el próximo pakán qué significa sucesor de la Mafia Italiana.
Al escucharlo decir eso, me quedo totalmente muda no sé qué decir.
—¿Giselle? — Sí respondo.
Te decía qué tengo miedo por primera vez en mucho tiempo, sé qué él no descansará hasta lograr tenerme como su próximo sucesor. No quiero asustarte, pero quiero que tengas cuidado él ha estudiado cada detalle de mi vida sabe qué me gustas. Me dijo qué te conocía, qué nos había visto juntos, nos vio besándonos en el parque qué solía llevarme mi madre, por eso quiero qué no andes sola, quiero qué mis escoltas te acompañen todo el tiempo, él sabe qué nunca aceptaré su propuesta, ni nada qué venga de él por eso temo qué intente usarte para obligarme.
Suspiró —no puede ser, ¿y si le hace algo a mis hijas?
—No te preocupes Giselle ya dos de mi escoltas están en las afueras de tú casa custodiandola y resguardando a tus hijas y a tus tíos! Mis manos tiemblan y Stavros se acerca diciendo: —no temas preciosa jamás permitiría qué algo te sucediera a ti o a las niñas.
Salgo de su oficina, me dirijo a la mía agarro mi bolso, saco mi teléfono y llamo a mi tía Adriana, —hola tía —¿Que sucede cariño dice ella?
—No envíes a las niñas a la escuela, no quiero qué salgan de casa. —¿Por qué? ¿qué sucede? Pregunta ella. —Luego te explico tú tampoco, ni mi tío. —Me estás asustando espeta ella!
—Sólo hazme caso tía, espera qué yo llegue del trabajo y hablamos. —Okey dice ella. Cuelgo, todavía sigo nerviosa dudo qué pueda trabajar así. Trato de terminar un trabajo pendiente en mi ordenador, cuándo me doy cuenta ya es medio día.
Suena mi teléfono y es Jürgen —Hola contesto
—Hola pequeña dice él ¿lista para almorzar?
Lo siento Jürgen, pero no tengo apetito estoy ocupada, tengo mucho trabajo! —El responde lo siento, pero no me voy a ir hasta qué salgas. —¿Cómo qué no te vas a ir? —¿Dónde estás?
—En la recepción esperando por tí, dice él. Tomo mi bolso y salgo, en ese instante lo veo sentado esperándome, está completamente guapísimo, lleva un traje negro a medida, con una camisa blanca y una corbata vinotinto, su cabello perfectamente peinado hacia atrás con gel y su rostro completamente afeitado. Este hombre es todo lo qué siempre desee.
—¿Que haces aquí? susurro.
—¿Cómo qué qué hago aquí?
—Eres mi mujer, vengo para llevarte a almorzar.
—Shhhhh, no quiero que te escuchen.
—¿Por que no? Gruñe él!
—¿Soy muy viejo para tí?
—No digas tonterías Jürgen, ¡no es eso!
—¿Aaaah no? ¿Entonces qué es? Giselle? Titubeó yo no quiero qué Stavros sepa que tú yo!
—¿Qué tú y yo somos pareja? ¿Qué eres mía? ¡mi mujer! Termina él
—Explícame ¿Por qué Giselle? gruñe él.
—Es complicado. —¿Por qué es complicado? a caso ¿te gusta Stavros?
—No! Espeto furiosa, no seas idiota!
—¿Entonces qué es? Giselle!
