CAPITULO 26 ARGENIS

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Llevo un día, siguiendo la ubicación del GPS del teléfono de Jürgen, aunque ya sé donde está no puedo ir sólo, necesito buscar ayuda externa y no puedo seguir molestando a los chicos qué nos ayudaron la última vez. Llamo a unos amigos qué son parte de una especie de luchadores callejeros, pero adiestrados también en el uso de armas de Guerra. Necesito los mejores, los más letales, la vida de George y Jürgen depende de eso. Hablo con un grupo de cuatro compañeros qué al igual que yo sé formaron en un grupo de adiestramiento militar, en el cual había una exigente formación.
Les ofrezco una buena suma de dinero, qué sé qué es lo único qué los convencerá de ayudarme y a Raskot le sobra, no creo qué le moleste utilizarlo para salvarle el trasero.Tomamos el Jett privado de Raskot, y cuando llegamos a Italia vamos por unas armas, por unos chalecos Anti balas, radios y municiones suficientes. Cuándo estamos listos les advierto, esto no es una simulación estos hombres son la mafia Italiana, tenemos qué ser letales, y precisos sí no todos moriremos. Diciendo esto nos, dirigimos al sitios donde los tienen, somos solo cinco pero espero qué seamos lo suficientemente efectivos para salvarles la vida, llegamos todo está completamente custodiado por los hombres de Stavros, realmente son pocos sólo hay cómo diez hombres en total.
Trato de localizar a Stavros, pero el cretino  no está por ningún lado! —¿Dónde diablos estará metido?
Bueno mis hombres y yo, empezamos a neutralizar a los de Stavros, somos completamente acertivos en nuestros disparos de otra forma no tendríamos esperanza alguna de sobrevivir a esta locura. Los debe tener en algún sótano o cuarto de torturas digo. Max uno de los hombres qué me acompaña es un franco tirador este se encarga de despejar el tramo qué nos separa a la única vía de acceso al sótano.
Anthony, Jonathan, Rogelio y yo bajamos por las escaleras qué conducen al sótano, pero en nuestro camino hay cuatro hombres de Stavros Rogelio y Jonathan se hacen cargo de ellos, estos son completamente letales, por algo me sentí confiado al estar yo sólo con ellos cuatro. Anthony y yo avanzamos, para nuestra sorpresa la puerta está cerrada. —¿Qué haremos digo? —¡Volar la puerta sonríe Anthony!
—¡Te volviste loco y si los volamos a ellos con todo y puerta!  —Eso déjamelo a mí espeta, los explosivos son mi especialidad.
Saca un artefacto explosivo, lo coloca en la puerta y dice: —ahora vamos a cubrirnos.

La puerta vuela y salimos corriendo luego de la explosión, afortunadamente esta puerta conduce a otra y no directamente a ellos sino, este loco los hubiese matado, la otra puerta está abierta con una luz tenue.
Demonios, George y Jürgen están atados de manos de pies  y manos con la cabeza cubierta, les retiro la bolsa de tela qué apenas tiene un pequeño orificio para qué, no se ahoguen.
—Mierda! Exclamó sin poderlo evitar George y Jürgen están irreconocibles de lo golpeados qué están, ellos abren los ojos un poco, pero los cierran.
—Soy yo Argenis! Vamos abran los ojos vine por ustedes, pero no logran verme están muy débiles.
—Anthony necesitamos soltarlos los desatamos, pero no logramos qué se sostengan en pie! —¡Vamos chicos ayúdennos!
Jürgen susurra —¿eres tú Abogadito? —Este imbécil se está muriendo y aún osa en llamarme Abogadito y eso que estoy tratando de salvarle el trasero.George por otro lado no reacciona, yo cargo a Jürgen y Anthony a George. Los sacamos los más rápido qué podemos, pero estos hombres son realmente pesados, cuándo vamos llegando a las escaleras Rogelio y Jonathan nos ayudan a cargarlos.
— ¿Dónde está Max? Debe estar cuidando de qué no venga nadie dicen con el estallido dudo qué no lo hayan escuchado, subimos las escaleras y cuándo estamos por irnos por fin aparece Stavros.
—¿A dónde creen qué van? —Stavros digo ¿cómo pudiste? después de todo lo qué hicimos por tí.
—Lo siento espeta él en la Guerra y en el Amor todo es válido Argenis.
—¡No, me digas qué todo esto es por Giselle digo! —Sí ella es mía, no puedo dejar qué Jürgen me la robe! Una vez alguien me dijo, nadie te puede robar lo qué nunca ha sido tuyo, en ese momento al igual que tú no lo entendí, pero luego lo comprendí no puedes obligar a nadie a qué te ame, el amor no es una imposición Stavros, es una decisión qué tomamos y tú no puedes obligar a Giselle a qué te ame.
—No lo haré ella  cree qué Jürgen está muerto, sé qué pronto lo olvidará y me amará a mí!
—¿Qué dices? qué yo le hice creer a Giselle qué Jürgen había muerto.
¿Por qué?, Por qué la amo y no puedo verla  en los brazos de nadie más!
En ese instante escucho unos pasos, Max se aproxima y le dispara a Stavros por la espalda este cae al suelo agarrándose el pecho, los únicos dos hombres qué lo acompañaban también son muertos por Máx. La bala le atravesó el pecho a Stavros y este cae inerte frente a nosotros. Lo siento mucho

DAME TU AMOR de la biología Hazme Sentir.Where stories live. Discover now