GISELLE
No sé cuánto tiempo llevo aquí, sólo sé qué desde qué me secuestraron, he estado atada y amordazada en una habitación oscura, sólo me quitan la mordaza para alimentarme y darme agua. No me niego a comer porque sé qué si no lo hago, no tendré fuerza para salir de aquí sí alguna vez salgo o escapó, sí es qué remotamente existe esa posibilidad!
Hago mis necesidades en un baño asqueroso, supervisada por una mujer gorda qué habla Italiano, no entiendo absolutamente nada de lo qué dicen y eso me asusta mucho, no dejo de pensar en mis hijas! ¿Cómo estarán? nunca he estado sin ellas y menos sin saber si están bien o no! —DIOS por favor no dejes qué les falte a mis hijas por favor sácame de este lugar y permíteme otra vez estar con ellas. De pronto alguien entra en la habitación, me dice vas a hablar por teléfono le dirás a Stavros qué acepte la decisión de el pakán!
—Yo digo no sé a qué te refieres! —No importa espeta él no es asunto tuyo sólo dile qué acepte sino morirás! —Está bien digo llorando!
—Aló, escucho la voz de Stavros al teléfono, —Stavros soy yo digo con voz entre cortada, él grita —Giselle por favor acepta las condiciones del pakán o moriré. Cuándo termino de decir esas palabras la llamada se corta y yo lloró amargamente y grito pero mi voz es callada con la mordaza. —¡No otra vez no pienso!
Estoy muy débil me alimentan una vez al día y sólo me dan unos pocos tragos de agua de pronto me duermo sin darme cuenta.
STAVROS
Cuándo oigo la voz débil de Giselle diciéndome qué acepte la decisión del pakán mi voluntad se quiebra y sé qué dice la verdad, qué si no aceptó ella morirá!.
Han pasado tres días y no se han vuelto a comunicar conmigo estoy a punto de enloquecer, pero cuándo pienso qué todo está perdido mi padre me llama. Con sarcasmo me saluda —hola hijo ¿cómo haz estado? —Deja el sarcasmo espeto quiero qué la liberes! Mascullo entre dientes, él ríe ya sabes cuál es la condición espeta!
—Lo sé por eso la quiero un hoy mismo sino quieres que tú heredero y sucesor se vuele los sesos. —Eso no es una sabía decisión dice el con ironía! —Tampoco lo es qué pierdas tú único heredero espeto. Ella moriría si lo haces, pero para ti ella no vale nada en cambio yo soy tu sangre y al morir yo también tú linaje estaría muriendo conmigo.
—Está bien gruñe él, pero si me engañas mataré a sus adoradas hijas! —Tienes mi palabra espeto! —Ahora yo ¿tengo la tuya?
—Claro qué sí! Nuestra palabra es ley, eso lo aprenderás dice él, me alegra que hayas reflexionado hijo eres todo lo qué quiero en esta vida. Siempre soñé con tener un hijo y ahora qué te recupere no pienso perderte tú serás mi legado.
—No puedes perder lo qué nunca haz tenido espeto, cuelgo llamo a Jürgen y le cuento lo qué el pakán me dijo.
El me dice: —gracias, suspiró se los debo a ti y a sus hijas no podría vivir sabiendo qué soy el culpable de qué ella sufra, ella es muy importante para mí jamás haría algo qué la dañe al igual que tú Jürgen yo también entregaría mi vida por ella.
JÜRGEN
Cuándo cuelgo la llamada de Stavros siento qué puedo respirar otra vez, dijo qué la liberarian más no dijeron cuándo. Al día siguiente estoy en las afueras de la casa de Giselle esperando no me he movido desde qué Stavros me llamo, de hecho estamos todos aquí, claro en diferentes sitios ocultos esperando su liberación.
De pronto aparece una limosina negra, cómo en la que se llevaron a Giselle y dos hombres salen rápidamente de ella la dejan en la acera de su casa, está atada y amordazada! Suben rápidamente a ella y desaparecen, Stavros los sigue yo le digo qué tenga cuidado no quiero poner en riesgo nuevamente la vida de Giselle!
El asiente salgo rápidamente de mi sitio donde me encuentro oculto y la tomo en mis brazos, la subo rápidamente a mi auto y la llevo directamente al hospital está sedada o drogada. La ingresan y hablo con unos colegas de Argenis, afortunadamente no hicieron preguntas solo se limitaron a atenderla! —No me he separado de ella ni un sólo instante, pero no me dejan verla está deshidratada y a perdido peso! Está dormida no ha despertado, parece qué le inyectaron algo para dormirla y aún sigue sedada.
Cuándo porfin me dejan verla me doy cuenta qué la bañaron y limpiaron ahora sigue profundamente dormida, tomo su mano y susurro amor, pequeña ya estoy aquí no tienes qué temer ya estamos juntos otra vez. En ese instante entra Argenis y Stavros —¿qué sucedió pregunto? —Los perdí dice él!
Argenis, me mira y me dice puedo? Sí asiento, pero no te sobrepases te mataré sí la tocas!
—No me digas qué el es el Abogado de Giselle? Sí él masculla entre dientes. —Waooo así que tú también estás enamorado de ella dice Stavros! —Sí responde Argenis
—Pero ella es mía refunfuño, ella sólo me ama a mí. Giselle lleva dos días hospitalizada y aún no despierta, los médicos dicen qué es normal qué estaba demasiado débil debido a su estado de deshidratación, su cuerpo se debilitó por la poca alimentación que recibió. Stavros llega y me dice estás horrible ve y descansa —no! Espeto sabés qué no la dejaré!
—Bueno almenos ve y date un baño! Apestas!
—Está bien, mascullo entre dientes en una hora estaré aquí pero sí despierta antes me llamas!
—Seguro
Argenis, George y José aún están cuidando de las hijas de Giselle y haciendo todos los arreglos para irnos, lo antes posible de España. Sé qué no he hablado con Giselle, pero dudo qué después de esto quiera quedarse aquí!
Lo mejor será volver a Venezuela, mientras elegimos adónde queremos vivir!
Llego a la habitación, me cambio y me meto en la tina con agua caliente, necesito relajarme un poco estoy realmente agotado, no he dormido bien desde qué secuestraron a Giselle y luego de haberla recuperado no me he despegado de su lado en el hospital. Salgo de la tina me visto y me voy directo al hospital. Cuándo llego escucho una voz es Giselle entro rápidamente.
—¿Cuándo despertó? pregunto hace unos cinco minutos dice él!
—Hola amor, ella me sonríe un poco diciéndome —te ves agotado —Eso no importa replico lo importante es qué estás bien. Tomo sus manos y las beso diciendo —no vuelvas a desaparecer pequeña gruño. Ella sonríe y dice está vez no fue mi intención! —Más te vale respondo
—Pequeña no importa cuánto te escondas siempre te encontraré!
