Capítulo 11

125 29 9
                                    

EZRA SMITH:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

EZRA SMITH:

Apenas llegué a mi casa mi hermano anunció a todo pulmón mi llegada, haciendo que a mi papá casi se le caiga la taza de café que tiene en la mano, eso me dio risa, la cual no pude contener a pesar de que mi papá estaba regañando a mi hermano por haber gritado tan alto y por haberle asustado.

Con mi hermano menor en casa no hay necesidad de tener alarmas, él es la alarma.

— Solo quería avisar que Ezra ya llegó - Se defiende como puede - Estoy ayudando.

— Estoy aquí en la sala, tengo ojos y si vi que tu hermano había llegado, no hay necesidad de gritar Nathaniel - Suspira levemente - Casi se desperdicia un buen café, eso es imperdonable.

— Lo siento.

— Eso está mejor, ahora Ezra... - Voltea a verme, mi hermano volvió su atención a sus juguetes y yo me quedé ligeramente paralizado - ¿Qué tal te fue hijo?.

— Bien, aprendí más sobre química y posiblemente haya hecho una nueva amiga.

— ¿Posiblemente? - Arquea una ceja - Pensé que ya eran amigos, eso decía el mensaje que me mandaste.

— Es algo complicado pa - Suspiré levemente - Pero puede que las cosas cambien así que estoy animado.

— A mi me gustan las historias complicadas, de hecho, son las que mas enseñan en esta vida, pero no voy a forzarte a contarme solo ten cuidado... no quiero que acabes desgastado mentalmente - Él me mira de manera tranquila, eso es algo que me calma, desde que tengo 17 no me fuerza a contarle nada siempre me da mi espacio cuando lo necesito - Eso es complicado Ezra, no quiero que termines desgastado.

Mi padre siempre fue una persona razonable, alguien con él cual puedes confiar y contarle tus cosas, siempre sabe que decir y si necesitas algún tipo de regaño lo hará, no es que por ser buen padre no nos ha regañado jamás, solo que sabe como hacerlo sin dejarnos con una herida en el alma y cuidando nuestra salud mental.

Para él es muy importante ese aspecto.

— De hecho, va a venir mañana a casa - Su sorpresa no pasó desapercibida, de hecho casi se ahoga con su café - Papá cuidado, quiero que llegues vivo a mi graduación - Dije riendo un poco mientras él se limpiaba su boca - ¿Te agarró desprevenido la noticia?.

— Demasiado Ezra, debes suavizar las cosas antes de decírmelas y pedir permiso.

— Eres tan buen padre que estoy seguro que el permiso está de más - Sonreí de oreja a oreja, mi padre estaba serio pero sabía que por dentro quería reírse - Además he sido un buen hijo.

— ¿Al menos me dirás su nombre?.

— Se llama Leah y su apellido es Thood.

—Leah Thood, así que esa es la razón por la cual ahora te levantas temprano y te pones ese perfume nuevo que estuvo durante años en tu repisa.

— Eso no es cierto, soy él de siempre - Mi papá suelta una carcajada, no me creía, eso hizo que me sonrojara un poco - Lo de levantarme temprano es para iniciar bien mi ultimo año escolar y lo del perfume es porque recapacité, me di cuenta de que nunca lo había usado.

— Ezra, yo no nací ayer y creo que eso se me nota, además el primer día de clase tuve que levantarte temprano porque él jovencito no quería despegarse de su cama - Eso hizo que me pusiera mas rojo de lo que estaba - Y lo del perfume inició desde el segundo día de clases, por lo que deduzco que la conociste en el primer día que fuiste.

A mi papá no se le escapa nada, en vez de administración de empresas debió estudiar para detective ya que seguramente se hubiese transformado en Sherlock Holmes.

— Te atraparon - Se burla mi hermano menor, y lo peor es que en parte tiene razón - Ezra es tonto y papá no.

— Leah no tiene que ver con eso pa, te lo aseguro.

— Hijo, mentirse a si mismo es la peor mentira que puede existir - Se acerca a mi y pasa su brazo alrededor de mis hombros. ¿Es necesario admitir esto? - Existen dos caminos que puedes tomar en este aspecto Ezra, seguir mintiéndote y tratar de darle otro sentido a lo que haces o afrontar que Leah te importa más de lo que quieres admitir - Suspiré levemente, mi papá me abrazó - Hay decisiones que no puedo tomar por ti, ya eres grande, pero sabes muy bien que es lo que te recomiendo - Asentí levemente devolviéndole el abrazo - Espero que sepas tomar la correcta.

— ¿En algún momento de tu vida tomaste clases de filosofía? - Él ríe un poco, al igual que yo - Porque eres bueno en esto.

— Si mi hijo lo necesita puedo convertirme hasta en la reina de Inglaterra - Se separa de mi, dándome un beso en la frente - No te olvides de que tu padre siempre estará aquí para ayudarte si lo necesitas.

Y si que te necesito papá

Quiero ayudar a Leah pero tampoco quiero presionarla a que me hable de su vida, es complicado tratar de darle una mano de auxilio, más si ella se encierra en su caparazón de "Estudiar para ser exitosa y nada mas".

— Necesito un consejo tuyo papá, Leah no es como nadie que haya conocido alguna vez, de hecho creo que es todo lo contrario a mis anteriores amigos pero no sé... Ella es... siento que se reserva muchas cosas.

— Te haré un café y le pondré la televisión a tu hermano, así podremos hablar tranquilamente.

La relación que llevo con mi papá es muy buena, a pesar de que llega cansado del trabajo siempre se toma el tiempo para mi y mi hermano, si necesitábamos algo estaba él, nunca nos ha faltado nada a su lado y eso es algo que sinceramente agradezco porque siempre se necesita el amor de un padre en caso de que el de tu madre sea todo lo contrario a buena.

Mi papá prendió la televisión, específicamente en las caricaturas favoritas del pequeñin de mi hermano, luego me preparó un café a mi gusto para luego sentarse y escucharme. Necesito toda la ayuda posible para tratar de traspasar el caparazón de Leah.

 Necesito toda la ayuda posible para tratar de traspasar el caparazón de Leah

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En busca de la felicidad [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora