Capítulo 15

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EZRA SMITH

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EZRA SMITH

Estaba anotando algunas cosas que vendrán en la siguiente evaluación de este curso cuando de repente un gran escándalo empezó a sonar en los pasillos, enserio es grande, ya que hasta él profesor se fue a ver que estaba pasando y detrás de él nos fuimos la mayoría de alumnos, nos daba mucha curiosidad y sinceramente no lo pude evitar.

Apenas llegué a donde todo estaba pasando vi salir a Hannah, estaba golpeada y con el cabello hecho un desastre, me acerqué a ella a ver que le sucedía, lo primero que hizo fue abrazarme mientras se ponía a llorar desconsoladamente, los profesores trataban de llevarla por las buenas a la dirección pero ella se había aferrado a mi.

— Hannah, hey tranquila, respira hondo —  Traté de calmarla pero causé todo lo contrario — Hannah las cosas se van a poner peor si no haces lo que te dicen.

— ¡No! ¡Yo no tengo la culpa de que Leah sea una maldita desquiciada!.

¿¡Acaba de decir Leah!? Eso encendió una alerta.

— ¿Leah y tu... se pelearon?.

— Ella me atacó, yo solo me defendí, te lo juro Ezra ella está mal de la cabeza.

Mi cerebro solo gritaba un nombre en ese momento, y el no verla cerca hizo que me preocupara aún más, como pude hice que ella se separará de mi y salí corriendo buscando su figura en alguna parte de este pasillo inmenso, ¿Desde cuándo este lugar se hizo tan grande?. Fui directo a la dirección con la esperanza de encontrarla y mi alivio fue grande al verla sentada en un rincón, no sé que ha pasado ni porque pero de lo que si estoy seguro, más ahora que la veo, es que ella está mal. Me acerqué a ella y sin poder contenerme la abracé, algo que mi corazón me rogaba hacer desde que fui por primera vez a su casa, como respuesta solo se puso tensa, definitivamente no se había dado de mi presencia al momento de entrar y solo se dió cuenta cuando la abracé.

— ¿Enserio estás aquí?.

Su pregunta me confundió por unos segundos, hasta que la vi directamente a sus ojos, nunca había visto un alma tan rota como la de aquella chica que aparentaba estar bien delante de todos, entonces entendí que ella no esperaba tener a nadie aquí, no creía que alguien pudiera acompañarla en estos momentos tan sensibles para ella, algo quebró su caparazón y se encontraba totalmente vulnerable.

¿Cómo es que la gente puede ignorar algo así?.

- Si Leah, estoy aquí - Sonreí de lado, con una de mis manos traté de arreglar su cabello - Y no pienso abandonarte, te lo dije, no es fácil librarse de mi.

Ella sonrío, no de manera amplia pero si curvo ligeramente sus labios hacia arriba y debo admitir que era la sonrisa mas hermosa que he visto, está totalmente desarreglada y tiene rasguños en el rostro al igual que en sus brazos pero aún así esa sonrisa que tiene es totalmente reluciente, ¿Cómo es que eso es posible? No lo sé pero no me molestaré en darle sentido ahora.

—  Voy a traer el botiquín... - Dije levantándome, ella se dispuso a arreglar su cabello — Debo actuar como doctor en momentos como estos, vas a ser mi primer paciente.

—  Eso debe ser un logro en mi vida supongo.

Reí un poco, ella se mantenía sonriente, su expresión seria no ha vuelto y ruego porque no vuelva pero aunque así sea, guardaré este momento siempre conmigo.

Lo que quizá no imaginaba en ese momento era que nuestra relación no sería la misma.

Cuando encontré el botiquín limpié un poco sus heridas o las que pude ya que en ese momento Hannah junto algunos profesores entraron a la oficina, todos nos miraban confundidos lo cual no me importó, lo que si me sorprendió fue el enojo de Hannah el cual no entiendo.

— ¿Dónde esta el director? — Dijo una profesora, la cual no conozco —

Y en ese momento me di cuenta de que me había olvidado del director, claro estábamos en su oficina pero no me había percatado de su ausencia, estaba tan centrado en Leah que me olvidé de quien era esta oficina y de que no estaba.

— No lo sé — Respondió Leah — La puerta estaba abierta así que solo entré.

— Le llamaré, Hannah siéntate lejos de Leah y tu muchacho — Me señala, yo solo me limite a prestarle atención — Vuelve a tu salón.

— ¿No puedo quedarme? — Traté de insistir, no quiero dejar a Leah sola — Leah es mi amiga, quisiera quedarme con ella.

— Ella puede vivir sin ti muchacho, ya vete.

Esa actitud me sorprendió, parece ser joven pero tiene la edad mental de una profesora anciana que solo anhela jubilarse.

— Ezra — Volteo a ver a Leah, ella se veía más calmada — Estaré bien, te veré en el recreo, ¿Si?.

Mi corazón empezó a palpitar con fuerza, aún quiero quedarme pero ante la mirada enojada de una profesora no puedo hacer mucho ya que soy solo un simple estudiante, asentí y sin decirle nada a los adultos que estaban ahí me fui algo fastidiado, aunque a la vez feliz, sé que acercarme a Leah no fue fácil pero aún así siento que mi esfuerzo está rindiendo frutos, más ahora que nunca.

Volví a mi salón pero como era de esperarse no me dejaron entrar, era un castigo impuesto por él profesor por haberme salido del salón y no haber vuelto inmediatamente, después de decirme esto cerró la puerta en mi cara.

— Así es el profesor Lasarte, no te preocupes — Un chico se acerca a mi, su grupo lo seguía por detrás — Eres... ¿El nuevo no?.

— Si, soy Ezra.

— Un gusto Ezra, soy Tyler, capitán del equipo de básquet — Ambos chocamos puños — ¿Sabes? le agradezco al profesor esta oportunidad porque enserio esperaba encontrarte solo alguna vez, ya sabes, Leah da mucho miedo.

Quizá no lo sabe, pero acaba de perderme.

— No, de hecho no lo sé.

— Como sea, tienes una buena estatura... ¿Saber jugar básquet?.

Oh no, eso si que no.

— En mi vida he jugado ese juego.

— Nosotros te podríamos entrenar y... — Lo interrumpí —

— No me siento interesado, gracias por tu oferta.

Me di la vuelta y me fuí, lo que menos quiero en esta vida es jugar básquet, nunca volveré a agarrar ese tipo de balones anaranjados ni aunque mi vida dependiera de ello.

Me di la vuelta y me fuí, lo que menos quiero en esta vida es jugar básquet, nunca volveré a agarrar ese tipo de balones anaranjados ni aunque mi vida dependiera de ello

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En busca de la felicidad [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora