Capítulo 18

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LEAH THOOD

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LEAH THOOD

Sinceramente no sé que es lo que me guía en estos momentos donde no pienso, ni siquiera analizo, solo me dejo llevar por lo que sucede como si fuera una simple rama en un caudaloso y feroz río, en fin, ya se deben imaginar que es lo que estoy haciendo o más bien, a donde me dirijo.

Hace mucho tiempo que no voy a la casa de alguien, incluso cuando me tocaba un trabajo grupal le decía que lo haría todo yo misma y que lo haría pasar como si lo hubiésemos hecho los dos, nadie se oponía a eso por lo que durante algunos años solo recorría el camino de mi casa a la escuela. Pero eso acaba de cambiar drásticamente, ahora mismo me dirijo a una escuela primaria, pero no a cualquiera... ahí fue donde estudiaba junto a James.

Mientras recorría aquellas calles empecé a recordar un poco mi trayecto, mi vida, aquella ilusión tonta que tenía de niña de ya querer ser grande pero ahora solo quisiera regresar por un momento, o para siempre, incluso si fuese un segundo me conformaría pero claro eso es imposible, la vida no da vuelta atrás, solo sigue y sigue sin importar nada...

Eso debe ser un consuelo para algunos pero no para mi, eso más bien me aterra.

A pesar de que los recuerdos de mi infancia iniciaron a perturbarme seguí caminando, tratando de controlar mis recuerdos y más aún lo que sentía cuando recordaba.

Si tan solo hubiese sabido que James pensaba en suicidarse... debí haber visto las señales, he sido tan ciega.

De un momento a otro me quedé estática, mis piernas no respondían, y todo causado por aquel árbol viejo en aquella esquina, ese árbol era mi punto de encuentro con James cuando venía a la primaria sola, él me esperaba aquí con su madre y luego ambos caminábamos solos hasta nuestra escuela.

— ¿Leah? - Ezra me sacó de mis pensamientos - ¿Te encuentras bien?.

Quiero pedirle un abrazo, decirle que me calme como en la oficina del director, por un momento sentí que debía hasta contarle lo que pasó con James y el vacío que hay en mi desde su partida tan repentina... Pero está de más decir que no lo voy a hacer.

Es cuestión de tiempo para que se vaya Leah, no voy a contarle toda mi vida a un simple pasajero de el trayecto de mi existencia.

— Sigamos caminando, estoy bien.

Él solo asiente para luego seguir caminando hacía la escuela primaria más reconocida de nuestra ciudad, gracias al cielo Ezra no mencionó nada de lo de antes porque si no hubiese salido corriendo de ahí, no quiero hablar de lo que me pasa quiero simplemente seguir con mi vida como si nada de esto me importara. En el momento en que llegamos suena la campana de salida, no la habían cambiado, sigue siendo la misma y tal cual la recuerdo.

— Mi hermano es tímido, seguramente se va a esconder apenas te vea.

— Tu contraparte, eso es seguro - Él me mira ofendido, poniendo su mano dramáticamente en su pecho, era broma obviamente - Solo digo la verdad.

— Yo a esa edad era muy tímido y ahora solo soy medio tímido - Negué con la cabeza, Ezra es todo menos tímido - Por lo menos dame el beneficio de la duda.

Iba a decir algo cuando el hermano de Ezra aparece y tal cual dijo, se escondió detrás de la figura de su hermano mayor sintiéndose plenamente protegido por él, no lo culpo, más bien lo entiendo.

— Leah, él es mi hermano menor Nathaniel - Yo no sabía que hacer, ser sociable no es algo que me caracterice por lo que solo lo saludé con la mano y una leve sonrisa la cual borré al instante - Pequeñin, ella es Leah.

Su hermano hizo lo mismo que yo pero con la diferencia de que él lo hizo por nervios y yo porque no sé socializar con los demás, en fin, luego de eso optamos por ir a su casa de una vez por todas, mientras estábamos caminando me tomé la libertad de ver el parecido que tenían ambos, su pelo color azabache era algo que los unía pero la manera de peinarlo era algo que los separaba, el cabello de su hermano está bien peinado mientras que el de Ezra tiene un estilo mas independiente, es decir, desordenado, por otro lado está el tema de los ojos, Nathaniel tiene el ambos ojos de color celeste cielo mientras que su hermano... bueno ya saben, heterocromía.

— ¿Estudian juntos? - Dice Nathaniel, mirándome por un segundo para luego apartar la vista avergonzado - ¿Eres la chica de la que Ezra hablaba con papá?.

Ezra entró en pánico casi al instante.

— Yo... ehhh Era ese día que vine de tu casa, me preguntó a donde había ido y bueno le conté sobre ti...

Debo admitir que su actitud de él me hizo sonreír un poco, su manera de tratar de no hacerme sentir incomoda es prácticamente única, se nota que quiere que me sienta cómoda con él y se esfuerza por conservar la poca relación que tenemos. Se sonrojó, yo solo seguí caminando sin saber que decir pero estoy segura que a estas estancias sabe que mis silencios no es porque me caigas mal, por desgracia siento que he perdido mi habilidad para socializar, recuerdo que antes solía charlar demasiado con los demás, era imposible dejarme sin palabras pero ahora las cosas son muy distintas.

Ya no soy esa Leah y lo más seguro es que no vuelva a serlo nunca más.

— Aquí es - Dice señalándome una casa común, blanca y con una puerta color marrón - Espero puedas sentirte como en casa.

Lo que menos quiero es eso Ezra, necesito escapar de mi realidad.

Solo asentí con la cabeza, el sacó su llave de su mochila y abrió la puerta, él primero que entró corriendo apurado a la casa fue Nathaniel y luego seguí yo junto a Ezra, este lugar era simple y en cierta parte desordenado pero en su ambiente había algo que me hacía sentir a gusto.

En la casa de Ezra encuentras algo que cualquier hogar mataría por tener, paz.

En la casa de Ezra encuentras algo que cualquier hogar mataría por tener, paz

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En busca de la felicidad [TERMINADA]Where stories live. Discover now