En busca de la felicidad [TERMINADA]

Capítulo 13

EZRA SMITH

Ayer mi padre entendió muy bien lo de Leah y a pesar de que aún no es seguro que ella venga a mi casa hoy le he pedido permiso a mi padre, que después de escuchar todo desde mi punto de vista accedió sin problemas a que ella venga, la actitud que tengo con Leah le recuerdan a mi abuela lo que lo pone algo sensible, es más casi se pone a llorar cuando le dije que no la dejaría en la deriva...

Y si debo admitir que mi también me dio nostalgia recordar su historia con mi abuelo, cuanto la extraño.

A pesar que mi abuela la tuvo más fácil que yo no significa que voy a rendirme, aunque claro puede que mi historia con Leah no sea una donde nos casemos al final puede que terminemos siendo esos amigos de toda la vida, hacer viajes, ver películas, etc. Espero que las cosas acaben bien.

Seguí el consejo de mi papá y llegué temprano a la escuela, me costó horrores pero tengo una voluntad fuerte y una misión que cumplir, me apoyé en la pared de entrada de la preparatoria y me puse a esperar a que la silueta de Leah apareciera, seguramente no tarda en llegar, en eso veo que llega Hannah con su grupo de amigas, apenas me vió se acercó a mi.

— Ezra, que bueno verte temprano - Sonríe ampliamente, su grupo de amigas siguieron de largo sin ella y eso pareció no importarle - Es como si el destino nos juntara, primero en el pasillo, luego en la clase de química y ahora en la puerta de la preparatoria.

¿Ahora cómo le digo que estoy esperando a Leah? Aunque debe sospecharlo, digo, es la única persona con la que hablo en esta preparatoria y la última vez que hablamos le dije que buscaba a Leah.

— Ehhh si, a veces el destino se vuelve algo... Loco por así decirlo.

— A mi me agrada esta locura del destino - Sonríe de lado, ella se pone a jugar con los dedos de sus manos mientras que yo, incómodo, seguí buscando a Leah con la mirada - ¿Esperás a alguien?.

— Si - Asentí levemente, ella frunció el ceño - Estoy esperando a Leah, no debe tardar.

— ¿Sigues hablando con ella? - Asentí levemente, ese tono despectivo apareció de nuevo en ella, no me gustaba que la menosprecie por lo que me sentí aún más incómodo - Wow eres el primero que le habla más de dos días seguidos después de lo de James.

¿James? ¿Quién es James? ¿Su ex? ¿Algún amigo o familiar? ¿Estudia en este colegio? ¿Se fué a otro? ¿Se burló de ella? ¿La traicionó? ¿Qué pasó con James?.

Me carcomía la lengua, quería preguntarselo pero en ese momento veo a Leah venir, no sería prudente preguntarle a alguien más sobre la vida de otra persona por lo que me despedí de Hannah y fui al encuentro de Leah...

Al verla pude notar inmediatamente que algo no andaba bien en ella, sé que algo le pasa pero está vez la noto triste... ¿Acaso estuvo llorando? A pesar de que se veía como antes hay algo que nadie puede ocultar y es la parte blanca del ojo, se veía algo roja, en señal de que quizá estuvo llorando esta mañana.

Leah, no me vayas a esquivar.

— Buenos días Leah - Dije con mi mejor sonrisa -

— Buenos días Ezra - Suspira pesadamente, aunque pude notar también algo de confusión en ella - ¿Qué haces aquí tan temprano?.

— Mi hermano tiene clases más temprano ahora por lo que tengo el deber cívico de llevarlo a clase y en consecuencia venir más temprano - Mentí descaradamente, pero bueno, es una mentira blanca y hecha con buenas intenciones - Que bueno que tú vienes temprano porque si no estaría solo por mucho tiempo.

— Desde lejos ví que hablabas con Hannah...

— Si pero te prefiero a ti, tenemos un trato pendiente, ¿Lo olvidas?.

— No lo he olvidado Ezra, lo tengo muy presente conmigo.

Mi corazón me gritaba: Abrazala.

Mi mente me gritaba: Aún no, espera.

Está más que claro que le hice caso a mi mente, no quiero cometer errores con Leah y mucho menos si ella se siente mal, quiero estar a su lado aunque ella no me diga que tiene, espero que al menos mi compañía le haga saber que ella no está sola, me tiene a mi.

Ambos empezamos a caminar en silencio hacía el salón, no nos tocaba juntos pero Leah me iba a enseñar donde queda mi clase de literatura.

Caminábamos en silencio, esto para mí ya no es incómodo, me he acostumbrado mucho a esto y aunque parezca raro no están malo se los aseguro. Mientras íbamos rumbo a mi salón me di cuenta de que teníamos la atención de la mayoría de personas que estaban en el pasillo, sus murmullos y ligeras risas no fueron para nada discretas pero eso es lo que menos me importa, mi vista fue instantáneamente a Leah la cual se veía bastante incómoda con esto.

No puedo quedarme de brazos cruzados...

— Wow, como que parece que en algún momento de mi vida me convertí en Brad Pitt - Lo dije mirando a Leah, pero mi tono fue lo suficientemente alto como para que todos escuchen - Ahora sé que se siente cuando otras personas te quedan mirando mientras sigues con tu vida, es bastante molesto, como si realmente les importara algo de lo que hago y a decir verdad deja mucho que desear de nuestra sociedad.

Esas palabras me salieron del corazón, quizá a mi no me afecte que todos me queden viendo ya que es algo que suele pasarme seguido pero es algo que claramente le incomodaba a Leah y no puedo aceptar que encima las personas que la desecharon ahora la hagan sentir mal, tiene suficiente ella misma con sus cosas como para lidiar con la mirada de los demás.

Algún día Leah podrás lidiar con todas esas miradas y no te va a importar, porque vas a brillar con tu propia luz, serás libre... En ese momento nada importará, solo serás tu misma, bailarás al compás de la canción correcta y espero estar ahí para, por lo menos, verte bailar al compás de tu canción.