Capítulo 27

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LEAH THOOD

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LEAH THOOD

La fiesta fué un éxito, me encantó estar en ella y ser parte de este hermoso momento, pero como siempre los hermosos momentos se acaban y ya era hora de irme a casa por lo que él señor Nicolas junto a Ezra me llevaron hasta mi casa, me fue difícil despedirme de ellos pero tenía que hacerlo.

En el momento en que entré a mi casa no pude evitar sonreír ampliamente, mi corazón está latiendo con fuerza mientras que la imagen de Ezra siendo tan... bueno... él aparecía haciéndome sentir mariposas en el estomago, esa extraña sensación de la que todos hablaban, antes no lo sabía pero ahora sé que lo que siento es amor, estoy enamorada de Ezra.

— ¿Y esa sonrisa?.

Todo rastro de alegría se desvaneció en un instante, siendo remplazado por miedo. Ella no debería estar aquí, se supone que hoy llegaría tarde.

— Te hice una pregunta Leah — Ella empezó a bajar las escaleras, lentamente, con esa mirada de enfado — ¿De dónde vienes? — No sé que decir, me quedé helada viendo su dominante figura bajar — O mejor, dime, ¿A dónde has estado yendo últimamente?.

— Yo... ehh — Bajé la mirada, la sensación de querer huir me dominó completamente, pero mis piernas no me responden, solo se quedan temblando ante la presencia de mi madre — No... he estado haciendo nada.

— Hay Leah... Eres tan mala mintiendo — Ella llegó hasta el ultimo escalón de la escalera, mi corazón se detuvo al tenerla cerca — ¿Enserio crees qué no iba a notar el nuevo comportamiento de mi hija?, no soy estúpida Leah, sinceramente creí que eras mas astuta que esto pero ahora veo que todo lo bueno que he formado en ti se ha desvanecido, y lo peor... Es por un simple muchacho.

Levanté mi mirada al instante, ella lo sabía todo, estoy pérdida.

— Es decepcionante, pero para tu buena suerte me tienes a mi como tu madre para guiarte por el buen camino... — Sonríe de lado, no sé que truco mental utilizará ahora y eso me aterra — Ese muchacho, Ezra, solo se está aprovechando de un momento de debilidad tuyo, mi inocente Leah, apenas pueda derribará cada parte de tu ser.

No, él no lo haría.

— Te... equivocas madre  — La miré a los ojos, tratando de mantenerle la mirada — Ezra no es así.

— No seas estúpida, ¿Qué no has tenido suficiente con la escoria de amigos que has tenido? — Eso me hizo tambalear, no madre, eso no... — ¿Te refresco la memoria? — Negué con la cabeza de manera desesperada, muchas lagrimas estaban saliendo de mis ojos, pero a pesar de mis suplicas ella siguió hablando — Primero fue tu inseparable amigo James, ese que jurabas estaría contigo hasta el final... No creo que sea necesario decirte como acabó eso.

Me tapé los oídos con mis manos, pero igual podía escucharla, ella caminaba a mi alrededor como depredador acorralando a su presa.

— Segunda fue tu mejor amiga Hannah, venía a diario y ambas prometieron seguir siendo así de unidas hasta llegar a su vejez... Pero solo fueron promesas, ¿No?, ¿Dónde está ella ahora Leah? ¿Por qué se alejó de ti después de lo de James?.

— Basta... — Dije débil, todo lo que me decía dolía y lo peor de todo es que... ella tiene razón. Me fui derrumbando lentamente, las lágrimas no cesaban, todo duele — Sé muy bien lo que he sufrido, no me lo recuerdes.

— Parece que te olvidas de lo que en realidad son las amistades, tengo que recordártelo para que puedas abrir los ojos otra vez.

— Él no será como ellos, Ezra es...

— ¿Diferente? — Me quedé mirándola, no pude mantenerle más la mirada por lo que bajé la mía — No me digas que creíste ese cuento tan cliché, nadie piensa en nadie Leah, menos un chico que aparece de la nada a tu vida, todos vienen como ángeles de luz y luego se van robándote cada rastro de energía, solo son un obstáculo — No dije nada, no sé que decir, todo lo que ella me dice tiene sentido y... bueno, las madres nunca se equivocan, ¿Verdad? — En fin, ¿Qué puedo saber yo de eso?, sí solo salí embarazada de un inútil como lo era tu padre, obviamente no sé nada de eso, solo usó los mismos trucos que tu príncipe azul para luego dejarme con la carga, no, claramente no sé nada de la eso... Pero en fin, si me sigo enojando contigo voy a envejecer y no lo vales, ya eres mayor Leah, tú decides.

Mi madre se fue dejándome con muchas cosas dentro de mi, ella nunca había hablado de mi padre, ni siquiera lo había mencionado y ahora sé porque, mi padre no fue más que un ser detestable que la dejó sola cuando más lo necesitaba.

Pero... Ezra no me haría eso, ¿Verdad?.

Él no me dejaría sola, o ¿Sí lo haría?, todas las promesas que he recibido hasta ahora no fueron más que vanas, ¿Por qué debería confiar en él cuando puede dejarme como todos?.

No debí ir a esa estúpida fiesta ni debí dejar que Ezra entrara en mi vida.

Estoy harta de las promesas y nadie me hará cambiar de opinión.

Debo dejarlo ir, antes de que se atreva a hacerme daño, antes de que él me lastime lo lastimaré yo misma, no soy ninguna débil con la que se juega, mi madre tiene razón, ella sabe de estas cosas y lo único que quiere para mi vida es mi bien pero yo de terca no le hice caso, me desvié del camino que realmente importa, si quiero ser exitosa debo empezar a sacar todas estas distracciones de raíz.

Subí a mi cuarto, tomé mi teléfono y lo primero que veo es su mensaje, todo el valor que había tomado se fué de repente haciéndome llorar, ni siquiera abrí su mensaje solo decidí apagar mi teléfono jurando que esta vez quedará así para siempre.

¿Por qué dejarlo se me hace tan difícil? Debería poder sacarlo de mi vida rápido, pero mi torpe corazón lo quiere cerca pero no lo permitiré, es por mi bien.

Quizá hoy no haya podido apartarme de él, pero no puedo evitarlo, voy a hacerlo apenas lo tenga enfrente mío. Nadie volverá a sacarme de mi verdadero camino, el éxito me espera, no puedo distraerme a estas alturas.

En busca de la felicidad [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora