19 | «¿Por qué no quieres decir que es tu novio?»

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Al despertar Liam no estaba a mi lado, así que como primer instinto lo que hice fue mirar hacia el suelo porque las veces que yo y Eri hemos dormido juntas en el sofá siempre alguna de las dos acaba en el piso, pero no había nada. Me costó darme cuenta del pequeño postit pegado en el borde de la mesita ratona que ponía: "La abuela quiere que la acompañe a hacer las compras, paso a recogerlas para ir al cumpleaños de tu hermana. Te quiero."

Sonreí al leer ese "Te quiero" con un dejo de nostalgia, todavía me es imposible creer que después de tanto tiempo vayamos a intentarlo otra vez, es como si la vida no hubiera tenido suficiente de nosotros y nos hubiera puesto en cancha otra vez para que le demos un juego digno de recordar.

—Dice Uri que llegará un poco tarde. pero que no se pierde la fiesta ni loco —me informa Eri que acaba de colgar la llamada con Uriel.

—Chris está a media hora, de seguro llega antes que nosotros...

—Ojalá que no se me pegue como una sanguijuela porque es mi amigo y no quiero tener que ser mala con él.

—No tienes por qué ser mala, solo dile que no sientes nada por él y ya está, va a entenderlo.

—¡Le he tirado miles de indirectas! —se deja caer en el sofá suspirando—. ¡He besado a puras chicas delante de él, jamás a un chico, pero él parece no comprenderlo!

—Ese es el problema, con indirectas no va a entenderlo, tienes que hablar claro, Eri.

—No puedo —lleva sus manos a su rostro y apoya los codos en sus rodillas tirándose hacia adelante—. Me da verguenza lo que voy a decir, pero aunque me queje me gusta tenerlo detrás de mí...sé que está mal, no debería jugar con sus sentimientos, pero no puedo evitarlo.

—Chris es un amor de persona y está perdiendo la oportunidad de estar con alguien que de verdad lo quiera porque guarda la esperanza de que en algún momento te des cuenta de que es a él a quien amas y quieras algo serio, cosa que no va a pasar ni en mil años.

—Mira... —el timbre que da a la calle suena y me quedo en silencio—. Ha de ser Liam, ¿Camille está lista?

—¡¿Cam?! —Eri camina hacia el baño en busca de ella, pero antes de que siquiera se acerque a la puerta, Cam sale sonriendo y maquillada como una diosa.

—Me he pasado un poco ¿no? —se rasca los brazos algo nerviosa.

—Te queda hermoso, Camille —de verdad que sí.

—Nunca voy muy arreglada, solo quería probar algo nuevo ¿Te gusta, Eri?

Ver a Erika sonrojarse es como llegar al final del arcoíris, o sea; imposible, y sin embargo aquí está, roja como un tomate.

—Estás muy linda, Cam —le responde ella y el timbre vuelve a sonar—. ¡Que estrellita impaciente, eh!

No voy a mentir, me toma por sorpresa ver como Eri lleva su mano hasta la cadera de Camille y se acerca dándole un beso en los labios para luego sonreirle de la forma más tierna que le haya sonreído a alguien jamás.

Salgo del apartamento adelantándome a pedir el ascensor y las espero junto a la puerta, así tendrán su pequeño momento romántico en paz. Finalmente termino bajando sola, porque cuando el ascensor llega ellas aún no han salido del apartamento y al fin y al cabo, yo también quiero tener algo de tiempo a solas con Liam.

Salgo del edificio esperando ver su audi negro, pero no está por ninguna parte. Las alarmas dentro de mí se encienden cuando noto el auto blanco chicle estacionado al otro lado de la calle, me doy vuelta dispuesta a volver a entrar, pero en cuanto lo hago encaro con él.

Una canción no fue suficiente [✓]Where stories live. Discover now