Una canción no fue suficiente [✓]

30 | «¿Casa del lago?»

—Y esto es solo el comienzo —la voz gruesa de Liam cerca de mi oído me despierta.

Aún sin abrir los ojos me desperezo estirando los brazos a la vez que suelto un bostezo. Lo siento removerse a mi lado y cuando por fin abro los ojos él está ahí apuntándome con una cámara fabricada calculo que en el mil trecientos.

Los intensos rayos de sol se cuelan por la enorme ventana de la sala dándome en el cuerpo y ahora que soy consciente de ello comienzo a tener calor.

—¿Qué haces con eso? —pregunto bostezando otra vez.

—Voy a documentar todo lo que hagamos estas dos semanas —deja la cámara sobre el sofá y se recuesta a mi lado en la alfombra—, y haré lo mismo mientras esté de gira. Se me ocurrió que puedo subirlo a YouTube, de seguro les va a gustar.

—¿De qué estabas hablando antes de que despertara? —entorno los ojos y cuando sonríe miro a la cámara de igual forma—. No vas a decírmelo ¿Verdad?

—Espera a que el video esté colgado en internet y entonces lo sabrás —se encoje de hombros.

Le saco la lengua mientras estiro mi mano a la cámara para taparla.

—Debería de tener algún privilegio ante tus fans, ser tu novia tiene que tener alguno.

—El privilegio es que me tienes a mi para ti solita cuando quieras —se encoge de hombros—. Por ejemplo: tenía pensado que podíamos ir fuera de la ciudad y hacer un picnic...

—Así que iba en serio lo de aprovechar el tiempo, eh —frunzo el ceño—. No tenemos por qué salir de la ciudad para hacer un picnic, Liam, podríamos ir al Penham bay, es lindo y en vez de gastar tiempo en carretera nos lo ahorraríamos.

—Amo ese cerebrito —besa mi cabeza y se pone de pie señalando a la cámara—. Ella va a venir con nosotros, porque a partir de ahora será nuestra hija. Necesita un nombre... Harriet.

—Harriet es horrible...

—Shhhh —lleva el dedo índice a sus labios y cierra los ojos—, le generarás complejos con su nombre y no tiene otro que pueda usar como alternativa.

Me tiende la mano para ayudarme a ponerme de pie y la tomo negando con la cabeza. 

—¿Qué hora es? —el sol está demasiado alto y de verdad hace mucho calor.

—Como las dos y media de la tarde...

—¿Cómo mierda dormimos tanto? —mis ojos se agrandan como platos.

—Dormiste tu, yo estuve escribiendo y hablándole a Harriet y haciendo otras cosas.

—Podrías haberme despertado —suelto comenzando a caminar hacia la habitación.

Liam da unas zancadas hasta alcanzarme y pasa su brazo por encima de mis hombros.

—Te veías demasiado bonita durmiendo y no fui capaz de interrumpir tanta paz.

—Mientras tu hacías tus cosas yo podría haber seguido con el cuadro de ayer —me meto en la habitación y voy hacia el closet—. En serio tengo que acabar con eso cuanto antes o tardaremos más de lo que pensamos en volver a vernos.

—Hoy tienes la noche entera para pintar, fenómeno —él se tira sobre la cama cruzando sus brazos bajo su cabeza.

Dejo la ropa que tengo en mano y lo miro con el ceño fruncido.

—¿No estarás? 

—Tengo la tanda de conciertos de despedida aquí, ¿No lo recuerdas? Son día por medio y hoy toca.