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Era jueves, el reloj marcaba las 4:30, la salida del autobús sería a las 5:00 am. Nos apuramos y nos fuimos en la camioneta, antes de bajar le dimos las gracias al señor Min y bajamos.

Nos acomodaron por grupo pero uno que otro se escapó y se fue en otro autobús, en mi grupo sólo éramos 20 y quedamos 12, así estaba mejor.

Seokmin y yo nos fuimos hasta atrás, nos acomodamos e hicimos un piedra, papel o tijera para ver quién se quedaba con el lado que estaba en la ventana, obviamente gané.

- Gané —reí al ver su cara de desagrado—.

Dk: No seas presumida y siéntate.

Me dio risa y ternura a la vez, así que le piqué las costillas y este se retorcía como un gusano.

Dk: ¡Ya! —rio—.

Dejé de hacerlo y después vimos que a un lado de nosotros se sentó Mingyu, este se acomodó en ambos asientos y se tapó la cara con su brazo.

A los minutos me puse un antifaz y me quede dormida recargada en la ventana.




Era de noche, pasaban de las 12:00 cuando fui a la cocina y escuché voces, seguí aquel ruido y llegué a una pequeña oficina que se encontraba más al fondo de la cocina. Me asomé discretamente y ahí estaba él, también habían dos hombres más, uno de ellos lo conocía bien ya que era su mejor amigo y a la otra persona no lo conocía.

Tenía tan sólo seis años, después de observar aquello vi algo, algo que me dejó pensando mucho, ¿será qué?

Ya no pude pensar más porque aquel ser se percató de mi presencia y caminó hacia mi dirección.

?: ¿Qué haces aquí, pequeña?

- Sólo, sólo veía —dije tímidamente—.

?: Las pequeñas como tú no pueden estar a estas horas vagando por la casa, ven.


Tomó delicadamente mi mano y me llevó hasta mi habitación.

?: Recuerda que no le debes de decir a nadie lo que viste, ¿sí?

Asentí y me dio un casto beso en la frente.

?: Bien, a dormir, que tengas linda noche princesa.

Dicho eso se fue sin decir más.

- ¡No, no te vayas, por favor! —dije entre dientes—.

En eso abrí los ojos y me quité el antifaz para después poner mi cabeza en mis piernas. Creí que nadie me había visto o escuchado, pero sí hubo quién lo vio y escuchó.

Mingyu me miraba y en su rostro había curiosidad.

Mingyu: ¿Hablas sola, Jeon? ¿será que ya hasta loca te estás volviendo?

Me levanté ignorándolo y fui al baño.
Entré y me mojé la cara, me fijé en la hora y marcaban las 7:30 am. Aún faltaban casi 2 horas para llegar a nuestro destino.

Salí y no quise ni voltear a verlo, me senté y me puse mis audífonos. Estuve yendo al psicólogo durante un largo tiempo pero dejé de hacerlo porque sentí que ya no lo necesitaba. No obstante, no lo he superado y sé que necesito ir pero no quiero sentirme como una loca, sé que el hecho de ir no te hace una loca o algo así, sino que cuando algunos compañeros se enteraron comenzaron a llamarme así.

Un tiempo estuve tomando pastillas para así lograr conciliar el sueño y es que siempre he tenido pesadillas, pasan diferentes escenas pero el que más me atormenta es uno en especial,  lo he llevado durante estos malditos cinco años. Sólo quisiera borrarlo de mi mente y ya no soñarlo más. En mis sueños jamás veo su rostro, ese rostro que me encantaba ver diariamente, en el siempre había una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos brillaban y siempre estaba alegre.

Mis hermanos han dicho que debería de volver al psicólogo, incluso, esa idea es bastante tentadora pero aún así gana el no querer ir.

Me quedé escuchando música y volví a quedarme dormida pero esta vez me puse en el hombro de Seokmin, este niño no se duerme, se muere.

Eran las 10:00 cuando dijeron que ya habíamos llegado. Ahhh, por fin.


Dk: Hay que esperar a que bajen todos.

Asentí, cuando bajó el odioso nosotros bajamos.

- ¡Ah! Ya quería bajar de esa cosa
—dije estirándome—.

Dk: Igual, pero —dijo alargando la última letra— sí valió la pena esas horas.

Volteé y sí que había valido la pena, estábamos en unas cabañas realmente hermosas, había un pequeño lago y muchos árboles.

- ¡Wow! Sí que valió la pena.

Dk tomó mi mano y llegamos hasta con los demás.

Tutor: Bien, las habitaciones serán mixtos, serán de cuatro personas por cabaña. Sin embargo, nosotros fuimos los últimos en llegar y a cuatro personas les tocará una cabaña para dos, ya que sólo quedaron cuatro para un grupo de cuatro.

Tutor: Serán asignadas por número de lista, ya sabrán más o menos cómo les tocará.

Para mi mala suerte ni siquiera me sabía mi número de lista, así que esperé a que los dijera.

Tutor: Bien, ahora las habitaciones para dos personas quedarán así.

Miré y sólo quedábamos el idiota de Mingyu, una chica llamada Hari, un chico llamado Subin y yo. Joder, espero y me toque con alguno de ellos dos.

Tutor: Subin y Hari y por último pues Mingyu y tn.

- Mierda —dije para mí misma—.

Iba a hablar pero él se adelantó.

Tutor: Y no hay cambios, no servirá de nada que me digan "profe, pero él no me cae bien","ella me molestaba desde el kinder, así que no puedo estar con ella". No servirá de nada, así que no vengan a decirme sus historias de aquella persona porque ya sabrán la respuesta.

Volteé a ver a Mingyu y tenía una sonrisa odiosa en su cara.

Dk: Te deseo suerte, pequeña.


Rodé los ojos y me fui en dirección hacia el dormitorio. Entré y todo estaba bien arreglado, no era tan grande pero ni tan pequeño, subí las estrechas escaleras y abrí la puerta para entrar a la habitación.

Para mi suerte las camas estaban separadas y habían dos baños, en eso entró Mingyu.

Tomé mis cosas y dejé unas en la cama del lado izquierdo y las demás las acomodé a un lado.

- Más tarde acomodo mis cosas —dije para mí misma—.

Mingyu: El baño derecho es mío, Jeon.

Asentí y fui a acomodar mis cosas de aseo personal para después lavarme los dientes.

Cuando salí lo vi en su cama boca arriba, ojalá pudiera agarrar una almohada y ahogarlo, reí un poco al imaginármelo y después abrí mis ojos.

- Ay, no soy una asesina —pensé al instante—.

Como no tenía nada que hacer me puse a acomodar mi ropa, terminé y me fui a bañar, ahí mismo me vestí.

Salí y fui en dirección a la cocina, moría de hambre.

- ¿Qué comeré?

Perfecto, saqué unos waffles y les puse Nutella y fresas. Me serví y me hice una malteada de fresa

Le tomé una foto y se la envié a Dk para presumirle un poco.



LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt