29

292 19 8
                                    

Mi madre y yo nos miramos unos segundos pero desvié la mirada y le di un abrazo rápido para después separarme y caminar hasta el auto. Tal vez piensen que le tengo cierto odio o algo así pero siendo honesta no la odio, mentiría si les dijera que no tengo algún resentimiento hacia ella pero creo que es algo entendible puesto que cuando más la necesité ella me hizo a un lado.

...

Me encontraba saludando falsamente a unas cuantas personas que se acercaban a saludar tanto a mi madre como a nosotros.

Algo que más odiaba era asistir a estos estúpidos eventos y fingir ser de lo más amable cuando tengo un carácter de mierda. Además, no me gusta ser hipócrita y menos fingir que soy la niña perfecta.


- Ya vengo.

Los tres me miraron extraño y me levanté en dirección hacia los baños. Al llegar me apoyé en el lavamanos y solté un largo suspiro, ¿qué se supone que debo de hacer? Al parecer a mi madre no le bastó el hecho de que fuera de cierto modo amable con aquellas personas.

Quería irme de aquí, esto me estaba poniendo de mal humor y al parecer nadie lo notaba. Salí del baño y me dirigí al patio trasero de este gran salón, necesitaba tomar aire y lo suficiente diría yo. Me senté en una banca y como no había nadie me puse bastante cómoda.

Mantenía mis ojos cerrados, la brisa me recorría por todo el cuerpo y a pesar de que hacía frío estaba disfrutando este momento.

?: ¿Está cómoda, señorita Jeon?

Me tensé al escuchar aquella voz puesto que sabía de quién pertenecía y era claro que no me haría ver como una niña indefensa ante aquella persona.

- Lo suficiente, señor Kim —mi voz no sonó tan segura como lo pensé—.

Me levanté y acomodé mi vestido, lo miré y enarqué una ceja. Claro estaba que no me iba a dejar intimidar ante su presencia, la pregunta era, ¿qué hacía él aquí? Se supone que en este evento sólo asisten personas del equipo de mi madre e invitados que tenía como más importantes.


Yeosang: Seré claro señorita Jeon y espero y comprenda porque sólo lo diré una vez —se puso más recto y llevo ambas manos a su espalda baja— No quiero que se acerque a mi hijo, está advertida.

Solté una risa y sonreí de lado.

- ¿Qué hará, señor Kim? —dije retándolo—.

Abrió sus ojos y soltó una risa para volver a hablar.


Yeosang: ¿Sabe? Estar difamando información falsa puede llevarla a problemas legales.

El anciano tenía razón pero ambos sabíamos que no mentía y eso le preocupaba.

- Entonces, tenga cuidado Sr. Kim.

Me di la vuelta para salir de ahí cuando me tomó del brazo haciendo que parara en seco.

Yeosang: Es una advertencia.

- También la mía —dije mirándolo sin expresión alguna—.

Si cree que puede intimidarme está completamente loco. Dicho aquello, me di la vuelta y me fui adentro.

Llegué y me senté, aún tenía mi cara de molestia y eso llamó la atención de mi familia.


Madre: ¿Qué te sucede? —dijo mirando a diferentes partes—.

- Como si te importara.

Madre: Pues sí, sí me importa. Además, recuerda que estamos en un lugar donde hay cámaras y no creo que te guste ver en alguna página tu cara de pedo.

LOVE IS THE TRUTH / Kim Mingyu.Where stories live. Discover now