𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟗

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꧁༒☬𝕯𝖊𝖘𝖕𝖊𝖉𝖎𝖉𝖆☬༒꧂


   𝙉𝘼𝙍𝙍𝘼 𝘿𝙊𝙍𝙄𝘼𝙉

 Mi corazón esta por salir de mi pecho, lo siento subiendo por mi garganta, quiero vomitar, mi cabeza duele y solo deseo ir a casa, pero no puedo detenerme, no cuando vi el cuerpo de mi hermana menor tirado en el pavimento, sangrando por un balazo que no merecía recibir. El dolor es psicológico, me obligo a pensar, pero la rabia que siento es real, demasiado real.

 El cielo a mi alrededor se ha vuelto oscuro, como si no fuera de día. Esto suele pasar cuando tengo una emoción tan fuerte como para no poder controlar mis poderes, solo dura unos segundos, pero a las personas les asusta, lo cual no entiendo, digo, solo he tapado el sol momentáneamente. Mientras todos los oficiales quedan asombrados con la noche artificial, yo aprovecho para acercarme a ellos lo mas que puedo. Se que le prometí a Lili que no lastimaría a nadie, pero ellos atacaron a lo que más amo en el mundo, no responderé de mi, quiero sangre y la tendré.

Mientras el cielo se empieza a reconstruir, yo comino lentamente hacia el foco de los disparos, levantando ambas manos a mis costados, haciendo que de ellas broten sombras en forma de lobos gigantes, estos están dispuestos a defenderme, pero en realidad no puedo hacer que dañen a alguien con sus colmillos, es decir, son sombras, las sombras no cortan. Sin embargo, las sombras que yo creo, funcionan de otra manera. 

 Los lobos corren hacia los primeros oficiales y todo se vuelve caos, hay disparos que no dan a nada y gente corriendo intentando esconderse, pero en cuanto mis sombras los atrapan, no hay lugar en donde estar a salvo. Las sombras cambian de forma, dejando de ser lobos y adentrándose al cuerpo de los atacantes por sus bocas, narices y hasta ojos. Los hombres gritan y se retuercen de dolor, debido a que dentro de sus sistemas, lo que ocurre es que mis poderes están desgarrando todo lo que tocan, infectando como un virus, pudriendo todos los tejidos. Puedo ver como sufren,  sus rostros empiezan a volverse grises, sus ojos se voltean hacia atrás y sus extremidades se dislocan al compás de mis dedos. 

 Casi todos están muertos o a punto de morir, pero el tipo que le disparó a mi hermano ahora se monta un carro y desaparece justo antes de que las sombras lo atrapen.

 Sonrío a ver los cadáveres retorcidos, cual pintor admirando su obra y me retiro del lugar. Víctor se llevó el auto, así que debo irme de otra manera, pero al ser de día, eso no es un gran inconveniente.

Respiro hondo y dejo que mis poderes regresen a mi, para luego desplegarme a través de todas las siluetas de la ciudad. Me transporto como la brisa entre los edificios, fugaz e invisible, pudiendo dirigirme hacia cualquier lado que yo desee, siempre y cuando haya una sombra.

Al llegar, corro hacia la habitación más grande, viendo a Víctor dar vueltas de un lado a otro mientras mi hermana está tendida en la cama, está vendada e inconsciente, pero mi vista se vuelve borrosa cuando la veo bien, mis ojos se empañan en segundos, debo verme como un idiota... Ella está muy mal, se ve ida, está pálida. 

—¿Cómo está, Víctor?—pregunto acercándome a ella y tomando su mano. 

—Amigo, no quiero ser yo quien te diga esto, pero no creo que podamos salvarla, no aquí...

—¿A que te refieres?—un nudo se forma en mi garganta, no estoy listo para perderla otra vez...

—Ve, tiene una herida de bala, no se si perforó algo importante, pero no deja de sangrar, si no la llevamos a un hospital, morirá.

—Pero si la llevo a un hospital la arrestarán, la alejarán de mi otra vez...

—¡pero al menos estará viva!

...PAIN...  (Andy Strucker)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα