𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟎

398 38 2
                                    

𝕷𝖔𝖛𝖊

 Nadie vendrá a rescatarnos, es como mi hermano dijo, si servicios centinela te atrapa tu sentencia de muerte está cerca y no hay manera de evitarlo, pues o te matan por ser demasiado poderoso o te pudres en una celda el resto de tu vida y no estoy segura de querer averiguar que nos pasará a nosotros, aunque, me alivia el hecho de que nadie sabe aun que Andy es mi alma roja, de saberlo, estoy segura de que nos enviarían con ese doctor psicópata y él lo usará en mi contra, lo que sea para conseguir que mis poderes sean capaces de usar en algunas de sus maquinas mortales, lo que sea por volverme un arma.

Los recuerdos inundan mi mente, esas noches en una caja reforzada que emitía láseres calientes, que quemaban mi piel como si fueran hierros hirviendo, la voz de Campbell exigiendo que cooperara, que le mostrara de que era capaz, que asesinara a alguien usando mis poderes, las veces que me extrajo energía hasta que me desmayé, recuerdo las miles de torturas y experimentos que sufrí allí, las semanas que pasé llorando suplicando que me dejaran irme, tenia 15 años...

no se que pasará con Andy y Lauren, pero estoy segura de que yo iré a ese laboratorio, pues de nada les sirvo en una celda común, ese tipo pagará millones por tener a un caótico en sus filas, de eso no tengo dudas. 

Me encuentro en una celda de hierro reforzado, frente a mi, está Andy y su hermana en el cubículo de al lado, ambos parecen asustados, tal vez sea la primera vez que están en esta situación, lo que lo vuelve aun más traumático.

—Andy, no servirá de nada que sigas gritando, a ellos no les importan nuestros derechos, da igual, solo rueguen porque los lleven a una prisión normal...—murmuro viendo a mi novio gritar por un abogado, acto ridículo, pues nadie vendrá...

—¡no!, ¡no pueden hacernos esto!, ¡seguimos siendo personas!, ¡oigan!—Andy grita una vez más y una descarga eléctrica lo golpea haciendo que se retuerza de dolor y que mi espina dorsal se curve por lo mismo, pequeños rayos violeta salen de mis manos y son disparados rompiendo un foco que había en el pasillo, el dolor me recorre el cuerpo y suelto un grito por ello, pero poco me importa ya que la preocupación me invade cuando veo a Andy tirado en el piso.

—¡Andy!, ¡¿estás bien?!—exclamo corriendo al borde de mi celda, extendiendo mi mano para que él logre tomarla, Lauren también está preocupada. 

—¿Qué va pasar ahora Lils?—murmura él, tomando como puede mi mano, enviándome una sensación de calidez que adoro recibir.

—Probablemente levantarán cargos en nuestra contra, ustedes irán a la cárcel, pero respecto a mi... esa es otra historia...—digo aferrándome a los dedos del chico, quien voltea a verme preocupado y confundido por lo ultimo que dije, el, va decir algo pero su hermana se le adelanta. 

—¿a que te refieres con que es otra historia?—suelta ella.

—hay un tipo... un doctor, que se dedica a experimentar con mutantes poderosos, ellos... simplemente nunca vuelven de ese lugar, al menos no como antes, yo he estado ahí.

—¿y por qué a ti te dejaron salir?—continua la chica.

—No me dejaron salir... yo escapé, fue en un segundo, todo ocurrió demasiado rápido, recuerdo que estaban electrocutándome, ellos intentaban tomar una sustancia que hay en nosotros, por eso querían que hablara, que dijera donde estaban los demás caóticos, pero no dije nada, no lo sabia después de todo, claro estaba que ellos no me creyeron, eso o verme gritar de dolor les parecía divertido... —el rostro de Andy se contrae— Luego, no se que fue lo que hicieron, pues el dolor era tanto que ya no sentía mi cuerpo, solo vi sangre, mucha sangre y luego oscuridad. Las noticias hablaban al día siguiente, de una oscuridad, un monstruo que destruyó todo un edificio, que mató a miles de personas en un segundo, no podía creerlo, incluso rompí el collar de contención, lo hice añicos, maté a casi todos allí, pues el único que sobrevivió fue ese estúpido doctor psicópata. Escapé esa vez, pero no dejarán que lo haga de nuevo.

...PAIN...  (Andy Strucker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora