𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟖

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𝕬𝖇𝖘𝖙𝖎𝖓𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆

𝙉𝘼𝙍𝙍𝘼 𝙇𝙄𝙇𝙄𝙏𝙃

Corro por las instalaciones de la mano del chico al cual me encargaron, realmente no estoy pensando en nada más que en llegar al laboratorio, allí, hay una pizarra enorme con muchos marcadores que puede usar para escribir y contestar mis preguntas.

Finalmente llegamos al laboratorio, por suerte está vacío, así que sin dudarlo entramos y el se queda esperando impaciente por lo que sea que voy a hacer a continuación.

—Bien, ten—ofrezco un rotulador—escribeme tus respuestas allí, ¿está bien?—él asiente con lentitud, tomando aquello que le ofrecí segundos antes.

El chico toma firmemente el marcador color rojo en sus dedos y parece querer escribir algo, sin embargo vuelve a mirarme, como si estuviera esperando instrucciones de mi parte, sonrío por esto y tomo asiento.

—empecemos por lo básico, ¿Cual es tu nombre?—Le pregunto y el chico comienza a escribir en su pizarra una palabra corta, luego, me lo enseña.

"Vic"

—Vic, bonito nombre, ¿Cuántos años tienes?

Él vuelve a escribir y me lo enseña.

"23"

Asiento con una leve sonrisa para luego levantarme a tomar una manzana de la mesa. Sin pensarlo, tomo dos, pero al voltearme para darle una a él, caigo en cuenta de que no podría comer aunque quisiera y eso me genera más preguntas que debo responder.

—Oye Vic, ¿Tú cómo te alimentas?—Pregunto verdaderamente interesada y veo al chico soltar lo que parecía ser una risa silenciosa, sus ojos platinos se cierran mientras ríe. —¿Qué fue tan gracioso?

Él señala las frutas en mi mano y luego a su mordaza de metal, para luego negar con la cabeza.

—¿no comes?—Pregunto alterada, es imposible, ¿Cierto? Sin embargo, ver cómo niega con la cabeza me da a entender que estoy en lo cierto, no come.—¿Cuáles son tus poderes Vic?

Es entonces, que Vic, se levanta de dónde estaba y toma una de las manzanas que traía en mis manos, para luego mostrarmela, como si quisiera demostrar algo. Él sostiene la manzana en su palma y luego la aprieta con toda su fuerza señalando con los ojos que viera aquel acto.

—¿Tus poderes destruyen cosas?

Él, algo dudoso, dice que sí a lo que dije.

—¿Cómo lo hacen?

Vic me mira fijamente, como analizando si debía decirlo o no, finalmente niega con la cabeza y aparta la mirada, dándome a entender que no sería capaz sacarle ningún tipo de información.

—Muy bien, entonces hemos terminado aquí, ven, te enseñaré tu cuarto.—Digo levantándome de la silla y comenzando a salir hacia el gran pasillo, Vic me sigue sin rechistar, aunque no es como que pudiera hacerlo...

Luego de caminar unos minutos, llegamos a las habitaciones, abro la puerta y me meto en su interior, siendo seguida por el chico de ojos grises.

—Aqui dormirás, mi habitación está al final del pasillo por si necesitas ayuda con algo, solo llama, luego... ¿Qué me falta?—Me pregunto a mi misma intentando recordar que me faltaba mencionar.

Él, se sentó en la cama, admirando todo el lugar, dando pequeños brincos en el colchón como si nunca antes hubiera visto uno. No podía ver su expresión completa pero parecía que estaba sonriendo.

—¡Oh! ¡Ya recordé! En este lugar, hay reglas para poder convivir entre si, por ejemplo, están prohibidas las peleas entre nosotros, no se puede robar, sea comida o cualquier otro producto. Reeva realiza una reunión semanal en el último piso y debes asistir obligatoriamente.

Explico mientras camino hacia la puerta de salida.

—No se bien para que estés aquí, pero si te envían a una misión, no intentes huir, las Frost te encontrarán tarde o temprano y... Hay ropa nueva en los cajones, puedes ducharte.

Le dedico una sonrisa y me retiro de la habitación, soltando un suspiro al salir, sin embargo, el aire vuelve a estancarse en mi garganta cuando veo a Andy salir de su habitación en el mismo instante, él me mira y luego observa la habitación de la que he salido, para luego voltear la mirada y seguir.

—Andy...

Susurro pero no lo suficientemente fuerte como para que me oiga, doy media vuelta y me voy a mi habitación, lanzandome a la cama como si la almohada me hiciera olvidar todos mis pesares, fundiendome con las mantas y esperando mi muerte como una planta sin agua.

𝙉𝘼𝙍𝙍𝘼 𝘼𝙉𝘿𝙔

Verla me causa ansiedad, es necesitarla cerca, pero a la vez no soportar su presencia, es doloroso y asfixiante que tu cerebro y tú corazón estén en constantemente duelo cuando se trata de ella.

A veces, cuando me concentro, puedo oír el palpitar de su corazón, puedo sentir la vibración de su respiración, es como si aún la tuviera conmigo y aunque nuestra conexión se haya debilitado, aún la siento y puedo percibir el aura de tristeza emanando de ella, pero no es algo que yo pueda arreglar.
No he vuelto a soñar con su rostro, ni a tener pesadillas, pero cada vez que sueño, sin importar dónde transcurra este, hay una puerta roja que me incita a abrirla, pero cuando intento acercarme, despierto nuevamente, es extraño, aterrador, pero algo me dice, que detrás de ese trozo de madera que me llama, se encuentra Lily.
Supongo que siempre será así, siempre nos sentiremos el uno al otro, porque fuimos diseñados para estar juntos y eso no lo cambiará una ruptura, sin embargo, hay días en que quisiera que mis sentimientos se fueran, que ya no doliera verla caminar por ahí, que no me ardiera el pecho de saber que sigue adelante con su vida y yo, ya no estoy en ella.

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Hemos vuelto muchaches, después de un año sin escribir nada, regresé.

Hemos vuelto muchaches, después de un año sin escribir nada, regresé

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...PAIN...  (Andy Strucker)Where stories live. Discover now