1,2,3... Testing Love

004

La muchacha de quince años, casi dieciseis, miraba con el ceño fruncido al joven que estaba en su cocina haciendo algo de dudosa procedencia mientras bailaba como gusano, podía escuchar la melodía de la canción porque los audífonos eran baratos, aunque la canción le encantaba el feo baile lo arruinaba.

— Hey, Seok — Llamó quitándole un audífono de la oreja— ¿Acaso no tienes casa? Vete de aquí — SeokJin puso los ojos en blanco al escucharla y le quito el audífono de la mano.

— Mi madre le pidió a la tuya quedarme aquí unas noches, así que adivina quien dormirá en tu habitación y quien se quedará en la sala — Las mejillas de Amaya se colorearon de un rojo intenso por el enojo.

— ¡Mamá! — gritó con fuerzas mientras salía de la cocina en busca de su madre.

Lo único bueno que le había enseñado ese mocoso malcriado era a hacer aquel delicioso pan de banana, aún podía saborearlo. 

Sin embargo eso no se detuvo ahí, durante los siguientes días todo el espacio de Amaya fue invadido por un ser al que ella llamaba irritante.

— ¿Por qué no puedes estudiar en otra habitación? — Amaya se quito la manta mientras miraba furiosa al chico que aún tenía la luz prendida por estar estudiando.

— A diferencia de ti, Satou, estoy en último año y si quiero ir a la universidad — Habló SeokJin sin quitar la vista de su cuaderno, después de unos minutos levantó la mirada hacia la joven que intentaba dormir— Escuché que te gusta Shunwa

— Qué te importa Seok — gruñó— Espera, ¿cómo sabes eso?

— Él mismo lo contó, a este paso creo que lo sabe toda la escuela — Al escuchar aquello Amaya escondió su rostro en la almohada evitando gritar.

Sin embargo Amaya poseía lo que muchas chicas deseaban, ser cercanas al guapo Kim SeokJin. La mañana siguiente evitó a Shunwa y a SeokJin en toda la escuela, gracias al cielo estaban en diferentes salones.

— ¡Shunwa Sunbae tiene novia! — gritó una de sus compañeras llamando su atención, la mayoría de chicas se acercaron a la ventana de su salón con rapidez comprobando como aquello era verdad.

Y... al ver eso, el corazón de Amaya se rompió un poco. Volvió a su asiento con normalidad para terminar de copiar la clase, se negaba a llorar, sabía que ella no tenía oportunidad con él.

— ¡Hey Satou! — llamaba SeokJin a la chica desde los pasillos, había empezado a llover fuertemente para la hora de salida y el coreano sabía que Amaya había olvidado su paraguas— ¡Satou vamos juntos a casa!

Pero pareció ignorarlo por completo, ella había comenzado a caminar debajo de la lluvia teniendo a seokJin siguiéndola a diferencia de que él si sostenía un paraguas.

Al estar lejos de la escuela, Jin noto como ella se paro de golpe, al acercarse a ella pudo notar su rostro un poco rojo al igual que sus ojos. SeokJin puso el paraguas entre ambos para intentar cubrirse de la lluvia.

Y Amaya agradeció que él no dijera nada.

— ¿Deberíamos comprar esto? — HyeJin se quedó esperando la respuesta de su amiga pero esta estaba mirando al vacío— Tierra llamando a May

— uh... ¿Qué? Perdón me quedé dormida

—  Es peligroso que te quedes dormida así, volvamos al tema principal, ¿vamos a beber hoy?

— ¿Para traer nueva vibra a tu nueva casa? Definitivamente — Amaya sonrió antes de meter una caja de cervezas en el carrito de las compras.

Después de años ahorrando y trabajando, HyeJin al fin se había independizado por lo cual iban a hacer una pequeña reunión con amigos en común.

— ¿Ira Jin? — preguntó HyeJin, lo conocía desde hace años pero nunca fue muy cercana a él.

— Lo más probable... no estoy segura

— ¿Te sientes bien?

— No dormí bien anoche, llegué como a las 12 gracias al desgraciado de mi jefe y el tarado que tiene de mano derecha

— Dame un par de meses y te mantendré — una pequeña risa salió de los labios de la japonesa.

— Estaré encantada

Lo primero que noto Amaya del nuevo hogar de su amiga es que era bastante luminoso, pequeño pero gracias a las luces lo hacía sentir más grande. Las paredes eran blancas y los muebles eran de un color caoba muy bonito.

La cocina era bastante pequeña pero tenía todo lo que necesitaba o algo así.

— Gracias por el microondas, en verdad no debías pero ya que es un regalo lo utilizaré bien — HyeJin hablaba emocionada mientras lo sacaba de la caja.

— Se que casi no cocinas así que imagine que seria lo que más te serviría

— Cada día te amo más May — Amaya río al escuchar aquello— Vamos empecemos a cocinar la carne

Un par de bebidas después el ambiente se había puesto más animado con la música y el karaoke, SeokJin estaba recostado en el hombro de Amaya que sostenía una cerveza en la mañana y miraba con una sonrisa como uno de sus amigos cantaba una canción de Twice.

— ¿Deberíamos ir a casa Jinnie? — preguntó en voz baja, el alcohol no le había surtido efecto aún.

— Sí, debo estar temprano en la empresa mañana...

Se despidieron de la chica y regresaron en un taxi en casa mientras hablaban de tonterías que habían hecho en el día junto con algunos pequeños besos en medio de la conversación.

Entraron a su casa entre risas y besos; SeokJin tomó de la cintura a Amaya, pegandola a su cuerpo mientras el beso había empezado a subir de intensidad.

Después de una noche agitada entre ambos, la consecuencia fue clara o al menos para SeokJin quien llegó tarde a las prácticas pero al menos estaba feliz.