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EunJi dibujaba pacíficamente en una de las mesas de aquel buffet mientras tarareaba una canción de la cual no podía recordar el nombre.

Había pasado mucho tiempo desde que no se quedaba en un buffet de abogados mientras esperaba a su mamá, la diferencia ahora es que no estaba en Busan, estaban en Seúl; lo poco que había escuchado en la conversación de su madre era que Hyu había conseguido algo a lo que le llamaban ascenso y ahora vivía en Seúl.

— ¿Tienes hambre? ¿Quieres que te pida algunas galletas? — La menor asintió con una sonrisa— Leche de fresa, ¿verdad?

— Gracias

La secretaria llegó tiempo después con una bandeja con un pequeño plato de galletas, el vaso de leche y una taza de café. EunJi comenzó a comer casi de inmediato mientras seguía concentrada en su dibujo.

Después de mucho tiempo, EunJi levantó su dibujo orgullosa y con una enorme sonrisa; dejó las galletas a un lado y se acercó al escritorio del mayor.

— Hice un dibujo para ti — Hyungshik miro curioso a la niña y tomó el dibujo con una sonrisa— ¿Te gusta?

— Es muy lindo Jinnie, de seguro te convertirás en una gran artista — Hyungshik no entendía por completo el dibujo, puesto que sólo eran líneas de distintos colores— Gracias por el dibujo Jinnie

— ¿Te sientes triste?

— ¿Qué? — Jinnie hizo una seña para que Hyunshik se sentará en el suelo junto a ella, dudoso de aquello, le hizo caso— ¿De qué hablas?

— ¿Estás triste porque mi mamá no te eligió a ti? — Hyungshik se quedó callado un momento pero volvió a sonreír.

— ¿Por qué preguntas esas cosas Jinnie?

— Se que mi mamá te gustaba mucho, se que intentaste salir con ella pero yo arruine varias de esas salidas — Hyungshik rió un poco al recordar aquello— Lo siento...

— No tienes que pedir disculpas, eres una niña y esos son asuntos de adultos.

— De seguro hubieras sido un gran papá, Hyu — el corazón del abogado se hizo un poco más chiquito ante ello— En otra vida, quisiera que fueras mi papá... se que en el futuro tendrás tus propios hijos y te irás olvidando de mí.

— EunJi — la niña lo miró de inmediato con sus grandes ojitos llenos de curiosidad— Tienes cuatro, no te preocupes por ese tipo de cosas y empieza a comportarte como una niña, es lo que eres. Siempre estaré ahí si lo necesitas, eres muy especial.

— ¿No está bien que me comporte así?

— Sólo digo que aún eres muy pequeña, puedes hacer berrinches o ser muy traviesas. Tus padres te amarán así.

— Te quiero tío Hyu...

La niña lo abrazo con toda la fuerza que poseía su cuerpo, y él la abrazo con delicadeza.

Hyungshik cargaba con cariño a la bebé de apenas un año mientras estaba viendo un programa infantil con ella

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Hyungshik cargaba con cariño a la bebé de apenas un año mientras estaba viendo un programa infantil con ella. Amaya estaba cocinando algo en la cocina, habían quedado en mirar algunas películas mientras comían.

Nunca le había molestado hacerse cargo de EunJi, era una bebé bastante pacífica y adorable, tenía una enormes mejillas que le daban ánimos de aplastarlas todo el día. EunJi rió al ver un tiburón de color rosado y aplaudió con sus regordetas manos.

— ¿Qué es eso? —  preguntó con curiosidad al ver como Amaya ponía diferentes platos en la mesa.

—  Tempura, hace un tiempo me dijiste que querías probarlo. 

La comida paso con total normalidad, entre charlas y pequeñas risas de la bebé. Después de ayudar a lavar los platos, Hyungshik se fue despidiendo de ambas.

— Gracias por la comida, estaba deliciosa — Se agacho un poco para tocar una de las mejillas de la risueña bebé—  Jinnie-ah, se buena niña y cuida a mamá — Amaya sonrió y tomó la mano de EunJi para agitar su mano. 

EunJi empezó a removerse en los brazos de Amaya cuando notó que Hyungshik se alejaba, sus mejillas se abultaron y las lágrimas empezaban a formarse mientras estiraba sus brazos hasta el hombre.

—  ¡Papá! 

Un silencio incómodo se formo al rededor de los dos adultos que se habían quedado con la boca abierta al escuchar la primera palabra de la niña; Hyungshik sonrió intentando aliviar el ambiente pero no sabía como actuar en aquella situación.

—  Lo siento por eso... —  La mirada de Amaya parecía haberse perdido—  Deberías irte...

Desde aquel día la cálida sensación de haber sido llamado papá, se quedo en su pecho sin poder borrarse por completo. Aquella no fue la última vez que la niña uso esa palabra para referirse a él pero ninguno de ellos dos quiso hablar mucho del asunto.

— Gracias por cuidar a Jinnie, lamento haberte causado problemas Hyu —  Amaya le entregó un topper mientras hablaba— Te preparé un postre mientras trabajaba, espero que te guste

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— Gracias por cuidar a Jinnie, lamento haberte causado problemas Hyu —  Amaya le entregó un topper mientras hablaba— Te preparé un postre mientras trabajaba, espero que te guste.

—  No tenías porque hacerlo, me gusta cuidar a EunJi...

—  Siento que te doy muchos problemas, prepararte comida es mi forma de darte las gracias.

—  ¿Cómo va tu nuevo trabajo? ¿Eres feliz?

—  ¡Mucho! —  mencionó con alegría mientras empezaba a contarle algunos detalles.

Esa noche Hyungshik salió de la casa de Amaya sabiendo que no tenía una oportunidad con ella pero era suficiente con saber que ella estaba siendo feliz, que la chica sombría que había conocido había desaparecido para siempre.

Mientras ella fuera feliz, sería suficiente para él. 

1,2,3... Testing LoveWhere stories live. Discover now