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Existía un momento en la mañana a la cual llamaban la hora azul, era un pequeño momento en la madrugada en la cual el cielo se teñía de un hermoso color azul antes de que se volviera un lindo color anaranjado. 

Un escalofrío recorrió el cuerpo de la Amaya al sentir el frío viento, SeokJin puso una chaqueta de color celeste sobre los hombros de su chica; ella le regalo una linda sonrisa antes de ponerse bien la chaqueta.

— ¿Cómo encontraste este lugar? Es lindo

— Mis compañeros tienen muchas citas, una vez pasaron una lista sobre que lugares son lindos y discretos — SeokJin la abrazó con sutileza— Te ves hermosa hoy 

— Lo sé — dijo en voz baja; una de sus manos toco el brazo de SeokJin— ¿Cuándo irás al servicio militar? — El mayor se quedo en silencio por un buen rato— No te quedes en silencio...

— Aún tengo unos meses, quiero dejar todo arreglado aquí antes de tener que alejarme de nuevo — suspiró— No quisiera alejarme después de estar tanto tiempo separados, no quiero alejarme de Jinnie... creo que si paso menos tiempo con ella eventualmente me olvidará por completo

— EunJi fue la que te buscó primero, pudo recordar tu rostro solamente con ver un par de fotos viejas que yo guardo, ¿cómo crees que ella pueda olvidarte? 

— El miedo me gana... Te amo Satou y creo que no tenga las palabras suficientes para poder decírtelo — Amaya se quedo en silencio con curiosidad de que iba a decir después— Nunca he sido el que de el primer paso, siempre fuiste tu la que me hablaba primero o la que me golpeaba primero...

— ¿Qué intentas decir Jin?

— Creo que lo que más me arrepiento es no haberte buscado más, si me hubiera revelado en ese momento hubiera podido ayudarte en el embarazo de EunJi... hubiera visto sus primeros pasos o sus primeras palabras, te hubiera dado apoyo moral durante el parto. Son esos momentos los que más me arrepiento de no haber vivido.

— Ya no te preocupes por eso, tuve ayuda en ese tiempo... También conocí a buenas personas

— ¿Hablas del tipo que es abogado?

— Sí, me ayudo a adaptarme a un lugar nuevo y después de todo me ha ayudado con EunJi durante años. Es uno de los mejores amigos que pude haber conocido en mi vida

— Me alegra saber que al menos no estuviste sola durante todo ese tiempo; sabes cariño, en algún momento de nuestra juventud pensé que íbamos a vivir juntos, con el tiempo nos casaríamos y si tu lo deseabas tendríamos uno o dos hijos.

— Una vez dijiste que el nombre que más te gustaba para un bebé era EunJi

— Para un niño siempre me gusto el nombre Sung-Hoon, pero siempre pensé que ibas a elegir un nombre japonés por si teníamos un hijo... siempre hablaste de tener una boda en japón, con un traje tradicional y todo.

— Tengo una vida en Corea, ponerle un nombre japonés a mi hija solo le causaría problemas en su día a día. No hubiera querido que EunJi hubiera pasado los mismos tratos que yo pase solo por ser de Japón, también fue por eso que cuando llene su acta de nacimiento use el apellido de mi padre.

— Eres una de las personas más importantes que he conocido en mi vida, yo no sería el mismo si no te hubiera conocido... Se que he cometido muchos errores a lo largo de nuestra relación pero quiero corregir cada uno de ellos, quiero hacerte feliz hasta que mueras porque es lo mínimo que mereces Satou.

—¿Qué... qué es lo que intentas decir? — preguntó con su voz colgando en un hilo, podía sentir el enorme nudo crearse en su garganta.

—Permiteme ser tu esposo Amaya. Eso es lo que intento decir.

El sonido de los pajaritos fue el único ruido que quedó en ese momento; el sol empezaba a teñir el cielo de un hermoso color rosado, las nubes estaban extendidas por todo el cielo sin tener forma alguna.

— No

El cuerpo de SeokJin tembló un poco ante la respuesta de la chica, trago saliva sin poder decir nada.

— Lo siento — murmuró Amaya.

— Está bien... — Algunos rayos de sol pegaron fuertemente en el rostro de Amaya, SeokJin alzo una de sus manos para cubrirse el rostro— Está amaneciendo, deberíamos volver a casa antes de que Jinnie despierte

El camino de regreso a casa fue bastante silencioso, Amaya puso un poco de música en el auto para intentar aliviar el ambiente tenso que se había creado gracias a su respuesta. La canción era una que ni siquiera conocía por completo pero era lo suficientemente animada como para que ambos empezaran a tararearla hasta que llegarán a su hogar. 

Ambos abrieron la puerta con sumo cuidado para evitar despertar a la niña que se encontraba durmiendo en su habitación, seguían sin hablar pero prepararon el desayuno en silencio y pusieron un programa que les llamara la atención a ambos.

— ¿mami? — la pequeña voz se hizo presente, Amaya dejó la taza de café a un lado y se acercó para cargar a la niña— ¿Qué hora es?

— Es muy temprano mi amor, deberías volver a dormir — Amaya beso la mejilla de EunJi con cariño— ¿O quieres desayunar ya? — EunJi negó con la cabeza mientras tallaba sus ojos con fuerza y Amaya se encargó de llevarla de nuevo a su habitación.

— ¿Deberíamos hablar? — preguntó SeokJin al verla regresar a la sala.

— No estoy lista para el matrimonio — Amaya se sentó al lado de él— Hace un par de años te habría dicho que sí sin pensarlo mucho pero ahora no solo se trata de mi, quiero asegurar un futuro para Jinnie... y no lo sé pero no estoy lista para nada de eso ahora. Lo siento.

— No te disculpes por eso, supongo que me adelante algo — dejó un pequeño beso en la mejilla — Termina de desayunar, ¿quieres que te vaya a dejar a la cafetería hoy? 

— Por favor 

Amaya beso con cariño los labios de SeokJin sin esperar que las cosas terminarán en otras cosas.  

1,2,3... Testing LoveWhere stories live. Discover now