1,2,3... Testing Love

007

Semanas Después.

— Ahg, siento que mis pies me matan — Amaya apoyó su espalda en una de las paredes de la cocina, a pesar de la poca clientela de ese día todos se habían mantenido de pie— ¿Cómo tienes tanta energía?

— Una buena noche y un desayuno decente — Felix sonrió, estiró su mano dándole un pequeño vaso con gelatina— Come esto, te sentirás menos cansada 

— Fefi yo te quiero tanto — La chica sonrió por primera vez en la mañana, el postre si le subió un poco la energía después de todo.

— Es bueno escucharlo más seguido

El resto de la jornada siguió en el mismo ritmo sin embargo el cansancio había consumido a la chica antes de que llegará a su hogar. Cuando puso un pie en su casa se fue deshaciendo de su uniforme sin importarle dejar todo tirado, sabía que SeokJin no llegaría esa noche.

Al estar acostada en su cama sintió como su cuerpo se relajaba por completo, sus ojos se mantenían en e techo donde podía ver las estrellas fluorecentes que SeokJin había pegado el primer día que se habían mudado aunque podían causarle problemas por lo mismo de que el lugar era rentado. Una llamada interrumpió su pequeña laguna mental sin pensarlo tanto contesto.

— ¡Maya-chan! Salgamos a beber

— HyeJin son las ocho, lo que quiero es dormir 

— ¿Te puedo caer en tu casa? Yo llevo todo 

— Ven para acá — HyeJin cortó la llamada y Amaya de inmediato se puso a levantar su desorden y arreglarse para recibir a su amiga.

Aun se estaba bañando cuando ella llegó pero al tener la contraseña no tuvo problemas para arreglar la comida en la sala de estar.

— Oh, HyeJin-ah viniste rápido — la japonesa pasaba una toalla por su cabello mojado.

— Ya había comprado todo — HyeJin hizo que su amiga se sentará a su lado para empezar a beber— Te ves cansada 

— Lo estoy, día pesado y el odioso de mi jefe siempre esta molestando — Amaya tomo un poco de comida, no había comido desde el almuerzo— Esto esta delicioso, ¿dónde lo compraste?

— En la tienda que queda como a dos cuadras de mi casa — HyeJin sirvió otro trago a la japonesa y a ella— Mañana es tu día libre ¿verdad? — Amaya asintió— Emborrachemonos hasta morir Maya-chan

— No puede hacer eso — SeokJin cruzó los brazos molesto mientras miraba a su jefe— No puede restringir mis salidas 

— Adivina que acabo de hacer, todos tienen la orden de que avisen cuando salgas — Jin giró los ojos molesto— Desde que firmaste el contrato tu imagen le pertenece a la agencia, hoy en día los periodistas tratan de conseguir cualquier información de ustedes y tú eres el que más sale. Todo sería más fácil si dices a donde vas.

La lengua de Jin golpeo el interior de su mejilla, sabía que su contrato baneaba las relaciones romanticas durante los primeros cuatro años, por lo tanto si él se enteraba lo iba a obligar a terminar con ella.

— Tengo un apartamento extra, voy allá a relajarme 

— Pues tendrás que dejar de ir durante un tiempo, SeokJin ¿acaso no lo entiendes? El grupo esta ganando fama nacional e internacional, si se da un escándalo todo se vendrá abajo, incluso los sueños de tus compañeros 

— Solo serán unas semanas, ¿verdad? — El hombre de mediana edad asintió con la cabeza— ¿Puedo tener mi celular de vuelta?

— Eso estaba bajo la opinión de tu mánager, pregúntale a él ¿sí?

— Esta bien

Dicho esto, SeokJin abandonó la oficina de su jefe; un mal presentimiento se instaló en su pecho, vería la forma de avisarle a la chica, aunque esto sería complicado puesto que los celulares se habían baneado para todo el grupo.

— Felicidades 

Amaya frunció el ceño al ver la sonrisa en el rostro de su ginecóloga, cada dos meses tenía una cita para chequear puesto que su familia poseía antecedentes de enfermedades.

— Por el embarazo, según los exámenes ya tienes dos meses, ¿Quieres que hagamos un ultrasonido? — Amaya se carcajeo ante las palabras de su doctora.

— Eso no puede ser posible, tomo anticonceptivos y me cuido bastante

— En realidad los métodos pueden fallar en muchas ocasiones 

Amaya sintió como un balde de agua fría caía en su cabeza, las nauseas se presentaron y se mantuvieron ahí por el resto de la tarde, ¿cómo le diría a SeokJin? Era demasiado para procesar, iba a perder su empleo y ella no podía hacerse cargo de un bebé, Jin estaba en lo mejor de su carrera.

¿Qué iba a hacer? 

Ni siquiera en su trabajo pudo dejar de pensar en aquello; con la espalda recargándose en la pared del callejón, una de sus manos bajo hasta su vientre ¿cómo es que había una persona creciendo ahí? ¿en qué momento se descuido? 

— Hey, ¿qué te sucede? Has estado distraída — Amaya suspiró al escuchar la voz de Felix, las lágrimas inundaron sus ojos y la opresión en su pecho se había más fuerte— ¿Te sientes bien?

— Fefi... Estoy embarazada.

Los ojos cristalinos chocaron con los de Felix quien no pudo ocultar su rostro sorprendido, aquello que había empezado como una broma se había convertido en una realidad. Por mero instinto el hombre la abrazo con fuerza intentando darle consuelo porque pudo sentir las lágrimas caer en su camisa.