Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~

Capítulo 12

Kakuzu ya se encontraba en su trabajo atendiendo a los clientes, sus nuevos amigos Kisame y Obito lo ayudaron para que no sintiera tanto peso encima, una vez que las personas se fueron del lugar los 3 chicos decidieron tomar un descanso.

---¿Y bien?---Preguntó el tiburon mirando a kakuzu con una sonrisa---

---¿Y bien que?---Preguntó este confundido---

---Como estuvo ti día libre ayer---Respondió burlon---Por la cara que tienes se da a entender que no fue nada tranquilo---

---Ni que lo digas---Dijo con mucha frustración---Fue el peor día de toda mi vida---

---¿Por qué lo dices?---Preguntó el uchiha con algo de interes---¿Paso algo malo?---

---"¿Malo?"---Repitió con fastidio mirandolo---Fue de lo peor, no me lo van a creer---

---Entonces cuéntanos---Exigió Kisame acomodándose mejor de su asiento---Tengo mucha curiosidad por saber---

Kakuzu solo dio un suspiro pesado e igualmente se sentó junto a Obito, les contó todo a cerca de lo que había pasado el día anterior, el día en el que no había trabajo y había tomado por descanso, pero sólo había recibido más problemas ese día. Les contó todo, cada detalle. Como la mujer gritona y enojona se volvió su madrastra, como su hijo era un mendigo salvaje en la calle como en su casa, como tenía destinado vivir de ahora en adelante, un infierno enorme en su propia casa y no hacer nada para cambiarlo.

---Eso es todo---Concluyó fastidiado golpeando su frente en la mesa---Esta vez si que me quiero morir---

---¿Es cierto lo que dices?---Preguntó Kisame con asombro---Eso explicaría el por qué esa mujer no ha venido al restaurante---

---Yo no quisiera estar en tu lugar---Comentó obito imaginandose lo peor---Te deseo buena suerte con tu vida---

---Y lo peor es que se comporta como una mujer muy amable y buena en frente de mi padre---Se tocó la frente con completa irritación---No se imagina lo que realmente es---

---No, más bien "tú" no te imaginas lo que realmente es---Corrigió Kisame al moreno---

---Lo mismo pensé hoy en la mañana, con esa mujer no hay que confiarse, si su hijo fue capaz de casi matar a una pobre chica, no me imagino que más sería capaz---Argumento sintiendo escalofríos por todo su cuerpo---

---Deberías tener cuidado con él y más si vive bajo el mismo techo que tú---Aconsejo el azabache---

---Claro que lo tendré---

El día concurrió normal, la cantidad de gente era cada vez más aumentada por la deliciosa comida que hacía en ese restaurante, en el restaurante "Akatsuki", así se llamaba el lugar, dirigido por su jefe Pain o Yajiko, como quieran llamarle, junto con su amiga konan que se encargaba de la cocina, su mejor amigo Nagato que se encargaba de repartir los pedidos. Ellos fueron los que idearon crear el restaurante y nombrarlo como suyo. Con el tiempo las personas que vieron los volantes de que se solicitaba ayuda no dudaron a apuntarse, entre ellas Deidara, el chico rubio con ojos azules que se encargaba de cargar y acomodar los productos que necesitaban para el restaurante junto con ayuda de su amigo sasori, este también tenía el labor de limpiar el lugar, ya sea por dentro y por fuera, algunas veces recibiendo ayuda de parte de sus amigos. Obito y Kisame eran camareros al igual que kakuzu, se encargaban de la clientela que llegaba al lugar para probar esa deliciosa comida de la que tanto hablaba la cuidad. Y por último Zetzu negro y Zetzu blanco, estos dos hermanos que se encargaban de vigilar toda el área desde la cámaras de seguridad y cualquier movimiento misterioso informarselo inmediatamente a su jefe. Un equipo perfecto para mantener el restaurante.

Una vez que el día termino todos ayudaron a cerrar el lugar en irse hacia su casa, el moreno se despidió de sus amigos y se dirigió a la suya. Iba a paso lento y tranquilo, estaba acostumbrado a caminar solo a esas horas, pero rara vez se detenía y miraba hacia atras, como si sentía que alguien lo estaba siguiendo, esto le dio mala espina y esta vez se puso en alerta por cualquier cosa. Volvió a dirigir su mirada hacia el frente y volver a caminar, estaba pasando derecho ignorando una entrada a un callejon oscuro, al ya haber dado la espalda sintió una presencia detrás suya, así que con rapidez se voltio esquivando el golpe que esa persona misteriosa quería darle y a cambio de eso, kakuzu le había dado una fuerte patada haciéndolo entrar nuevamente al oscuro callejon.

---¿Quien eres?---Preguntó con seriedad alejándose un poco del lugar, no sabía si esa persona estaba armada, tenía que tener mucho cuidado para no salir herido---

---"Maldito, como siempre usando la misma técnica"---Pensó con enfado desde adentro escondido en la oscuridad observandolo mientras se agarraba el estomago con dolor---

---*Así que no saldra*---Sonrió con malicia y saco su celular para utilizar su linterna y ver quien era el que lo había agredido---

El chico al ver su intención reaciono rápido y se escondió en una esquina que estaba cerca de él, la luz apunto todo el lugar sin tener vista de nada, solo de basura y cajas viejas.

---¿Jugando a las escondidas? ¿No crees que ya debes estar demasiado grande para este juego de niños?---Preguntó el mayor con burla riéndose del chico---

---*¡Idiota!*---Insulto enojado apretando su puño, quería salir a golpearlo en todo su cuerpo pero no podía tomarse el riesgo de ser descubierto, tenía puesta su mascara negra que le cubría toda la cabeza, excepto los ojos obviamente---

El moreno al ver que no iba a salir se adentro al lugar dispuesto a enfrentar a quien sea que se estaba escondiendo, no era un cobarde que iba a salir corriendo suplicando por su vida, no, kakuzu no era asi. El chico al ver que la luz y los pasos se acercaban más y más decidió dar por terminada su misión y salir corriendo del lugar, no iba a dejar que lo descubriera. El castaño al escuchar los pasos veloces y ver que ya no había nadie solo río con burla, no podía creer que el estafador había resultado ser estafado.

---"Cobarde"---Insulto desde sus adentros y volvió a dirigirse hacia su casa, pensando quien podría ser la persona que lo había querido herir---