Capítulo 13

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Cuando kakuzu llego a su casa lo primero que hizo fue abrir la puerta y adentrarse al lugar. Vio que su padre y madrastra estaban ya poniendo la cena, iba a ir a su cuarto pero fue interrumpido por la voz de su padre.

---Kakuzu, ¿no vas a cenar?---Preguntó mirandolo---

---No tengo hambre---Respondió el nombrado volviendo a caminar---

---Oh vamos kakuzu, no nos dejes solo, mira que la comida esta sabrosa---Insistió la mujer con una sonrisa---*Sigue vivo, volvió a fallar*---

El moreno solo se quedó pensando algo indeciso, no le tenía nada de confianza a su madrastra.

---Vamos Kakuzu---Volvió a insistir su padre---

---Bien---Dijo este suspirando derrotado---

Una vez que ya todo estaba terminado la albina miro el reloj y dio un suspiro pesado.

---Ya es muy tarde y Hidan aún no llega---Se quejo cruzandose de brazos---

---*Así que Hidan esta en la calle*---Pensó mirando a la mujer---¿Le gusta mucho estar fuera de casa?---Preguntó el moreno esperando la respuesta de la contraria---

---Si...---Respondió guardando su enojo---Es un hábito que tiene él---

---Entiendo---Dijo kakuzu con la mirada baja---*¿Ella sabe de todo eso? No se muy bien con certeza si fue él quien me atacó*---Pensaba sumergido en su mundo---

El castaño no sabía con exactitud que era lo que buscaban la mujer y su hijo en su casa, no tenían mucho que ofrecer, sabía que July lo odiaba, se podía notar a mucha distancia en su mirada, sea lo que sea que estaba planeando hacerle no era nada bueno, tenía que tener mucho cuidado y también tenía que demostrarle a su padre que ella no era tan dulce y amable como parecía ser, tenía que mostrárselo lo antes posible, no podía dejar que esa mujer lo siguiera engañando con esa sonrisa falsa.

Estaba ideando un plan para poder descubrirla pero fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose, todos voltearon al mismo lugar encontrándose con el albino que recién llegaba a casa.

---¿Donde estabas, Hidan?---Preguntó la madre no muy feliz de ver a su hijo llegar a esa hora---Sabes muy bien que detesto que salgas tan noche---

---No me paso nada, ¿De acuerdo?---Respondió de mala gana el menor---Solo salí con mis amigos, ¿acaso tengo que pedirte permiso para eso?---Preguntó mirándo a su madre fastidiado---

---¡A mi no me hables asi! Hidan---Se enfureció por tal ofensa---Sí puedes salir a divertirte pero no volviendo tan tarde, pudo haberte pasado algo---

---Hmp---Hidan apartó la mirada de su madre subiendo las escaleras---¿Qué me puede pasar? Ya no soy un niño que pueden lastimar fácilmente---

Antes de que el peliplata los perdiera de vista miró de reojo al moreno con desprecio y odio, cosa que no paso desapercibido para el mayor, ya tenía otra pista más de que él fue su agresor, era de esperarse que estuviera enojado con él por haberlo humillado tantas veces.

---¿Pero que le pasa a ese chico?---Preguntó Raúl viendolo irse---Jamás había visto un comportamiento así---Mira a su esposa esperando una explicación---

---Lo heredó de su padre, siempre ha sido muy terco---Respondió la albina volviéndose a sentar---Siempre ha sido un caso perdido---

---*Así que su padre, eh*---Pensó kakuzu curioso por dicho hombre---*La otra vez también había escuchado sobre él, pero no sé si esta muerto o no, tengo que investigar un poco *---

El castaño por alguna extraña razón sintió curiosidad por el padre de Hidan, quería saber quien era, donde estaba ahora y por qué se separó de su esposa, lo más seguro es que tal vez peleaban o murio en un accidente como su madre. Quería saberlo todo, le preguntaría a sus amigos si conocían a alguien que pudiera ayudarlo a conseguir información de él, pero primero tenía que saber el nombre, tenía que averiguarlo, kakuzu sentía que eso era una pista de poder desenmascarar a la mujer que tenía frente a él.

Después de que todos terminarán de cenar se fueron a sus habitaciones y dormir todos. El mayor entro a su habitación sin tener vista del albino, como era de esperarse se niega totalmente de convivir con él, tampoco era como si le importará tanto. Se sentó en su cama y miro a su alrededor buscando una forma de convencerlo para que no tuviera problemas con su padre después. Por más de que lo pensara y pensara no encontró nada, ni siquiera él quería que se durmiera en su habitacion que ahora tenían que compartir pero no tenía de otra.

Tardo más de 10 minutos para convencerse en ir a buscarlo otra vez, esto ya lo estaba hartando, ya se le estaba haciendo un pasatiempo de tener que hacer eso por segunda vez, apenas llevaba 2 dias viviendo en su casa y eso ya le comenzaba a fastidiar.

Primero busco en todas las habitaciones de ese piso, se le hizo raro de que no lo encontrará a pesar de verlo subir con sus propios ojos, no recordaba que haya bajado, de haber sido así todos los presentes lo hubieran visto. Estuvo a punto de bajar al piso de abajo pero recordó otro lugar que no había revisado antes, el balcón.

La casa de kakuzu era un poco grande, de dos pisos, en la parte trasera tenía un pequeño balcón en donde él algunas veces iba a disfrutar del aire o de la vista que le demostraba ese pequeño espacio. Recordó que una vez su madre le había contado todo sobre la vida que tienen las personas mayores, que algún día él iba a estar en su lugar y vería lo genial que era ver todo a su alrededor evolucionar poco a poco. Era una sensación increible y recuerdos hermosos que su madre siempre compartía con su hijo en ese lugar tan tranquilo y silencioso.

Asi que, sin pensarlo dos veces se dirigió hacia dicho lugar, rezaba desde sus adentros de que el religioso estuviera ahí, de lo contrario tendría que buscarlo en la calle otra vez. Una vez que llegó y abrio la puerta se tranquilizó al verlo, ahí estaba, de espaldas mirando hacia el cielo, sintiendo como la brisa sacudía un poco su pelo y con la luz de la luna iluminado su rostro.

Hidan al escuchar el sonido de la puerta volteo un poco su mirada mirando de reojo a quien sea que estaba interrumpiendo su tranquilidad, encontrándose con el moreno que lo estaba viendo desde adentro aún sin que la luz iluminará igualmente su rostro.

---Ah, eras tu---Dijo fastidiado volviendo su mirada al frente ignorandolo---

Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora