Capítulo 26

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---¿Por qué siempre eres tan descuidado?---Preguntó Kakuzu con fastidio---

El albino estaba sin palabras, por un momento había pensado que la persona que tocaba la puerta era su amigo Deidara, nunca se espero que fuera el moreno.

---¿Qué haces aqui?---Cuestionó Hidan poniéndose de pie y dirigiéndose al sofa a sentarse---

---Solo vine a preguntarle algo a Deidara y de paso ver como estabas---Respondió Kakuzu con los ojos entrecerrados---Pero por lo que veo, pienso que no estas nada bien---

---¿Tu crees?---Dijo con sarcasmo---Deidara no esta, salió a comprar medicina---

---Dudo mucho que valla a trabajar hoy, teniendo un completo idiota enfermo en su casa pienso que se quedará a cuidarte---Insulto con un poco de burla el mayor, riéndose por el esfuerzo que quería hacer el albino por ir a golpearlo---

---Callate.... imbecil---Jadeo con pesadez---No necesito que me cuide nadie---

La razon era porque Hidan no quería ser una carga para nadie y más para Deidara, no quería que faltara a su trabajo por su culpa, maldecia de que le haya agarrado la fiebre aún más cuando se había ido de casa.

---Pues tendrás que aguantarte---Dijo el castaño en forma de regaño---Debiste haberlo pensado antes de haberte quedado bajo la lluvia por tanto tiempo---

---¿Cómo es que tú no estas enfermo?---Preguntó Hidan notando como el contrario se encontraba en perfectas condiciones---

---Porque a diferencia de ti, yo estuve debajo de los techos todo el tiempo, casi no me había mojado del todo, en cambio contigo no se podría decir lo mismo---Se volvió a reir de burla el mayor---

---Te odio---Insulto con un fuerte suspiro lleno de fastidio, estar enfermo era lo que más odiaba, no tenía de otra que soportarlo hasta que se bajará la fiebre---¿Y qué era lo que le querías preguntar a Deidara?---

---¿Te interesa saberlo?---Volvió a burlarse Kakuzu de él---

---Jodete---Volvió a insultarlo mostrándole el dedo del medio---Se trata de mi amigo y aparte porque me aburro sin hacer nada---

---Solo se trata de tu madre y aparte, también quiero saber algo sobre tu padre---Contestó el moreno---

Hidan se quedó mudo una vez mas, no se le hizo nuevo que quiera saber algo sobre la albina, pero si se le hizo raro que el mayor quisiera saber sobre su padre.

---¿Por qué quieres saber sobre mi padre?---Cuestionó Hidan con desconfianza, puede que kakuzu y él vivan en el mismo techo, pero eso no quiere decir que confíe en el castaño---

---Solo por una teoría mía, no es para que te pongas a la defensiva conmigo---Respondió el moreno notando como el menor lo miraba con inseguridad---

---No te diré nada, ni Deidara tampoco---Hidan no sabía porque el mayor quería saber eso, no sabía si era para bien o para mal---

---¿Yo qué?---Preguntó una voz detrás de Kakuzu---

---Deidara....---Llamó el albino a su amigo que recién acababa de llegar con una bolsa de medicamentos para él---

---Al fin llegas---Dijo Kakuzu dándose la vuelta para verlo---Supongo que no iras a trabajar hoy, ¿verdad?---Preguntó sabiendo ya la respuesta---

---No, me quedaré a cuidar a Hidan---Respondió el rubio negando con la cabeza---Aparte de todo esto, ¿tú que haces aqui?---Preguntó confundido por su presencia, no se esperaba la visita del mayor---

---Quiero hablar un par de cosas contigo, pero será después de que termine de trabajar---Respondió el moreno saliendo de la casa---Tardaste mucho y espere lo suficiente como para tener que irme, no quiero llegar tarde al trabajo---

Deidara se quedó confundido, miraba como el mayor se iba, se preguntaba que era lo que quería hablar, ¿se trataba otra vez de la albina? Dirigió su vista hacia Hidan esperando respuestas.

---Solo no hables con él, no sé que es lo trama---Respondió este notando su confusión---Y con respeto a lo de cuidarme....---Hizo una pausa para tomarse una pastilla y servirse agua---No es necesario que hagas eso, puedo cuidarme solo---El albino espero a que su amigo aceptará su petición, pero se decepcionó cuando vio al rubio fruncir el ceño y cruzarse de brazos---

---No, no te puedo dejar solo---Dijo estando bien decidido---Aun después de que casi te volviste a matar no te quitaré ni un solo segundo de mi vista---Advirtió Deidara viendo como el contrario hacia un gesto de molestia---A todo esto, ¿sabes qué es lo que quiere hablar ese tipo conmigo?---Volvió a preguntar, pero esta vez estaba insistiendo en que se lo dijera, quería saber si se volvía a tratar de la mujer o no---

---Solo quiere hacerte preguntar sobre mis padres, nada mas---Respondió Hidan encogiendose de hombros, dándole la señal al rubio que no sabía para que el moreno lo quería saber---

---¿Sobre tus padres?---Deidara quedo más confundido, osea, no sólo se trataba de la mujer, ¿ahora se trataba del padre del albino? No entendía que era lo que ganaba el castaño con esa información---

---Si, pero no pienses en decirle nada de eso, no sabemos que es lo que quiere conseguir con eso---Pidió, o más bien, Ordenó al rubio a no decirle nada con relación a sus padres, con su madre no le preocupaba, pero si la de su padre---

Mientras tanto con la albina

Esta se encontraba desesperaba, tenía en su boca un cigarro que ya estaba casi terminado, la mujer al terminarlo lo tiro al suelo y encendió otro, con ese ya sería el tercer cigarrillo que se fumaba, no sólo estaba desesperada, también estaba frustrada por la manera en la que su hijo se había comportado ayer, aparte del enojo que le provocó también sintió decepción por el albino.

Desde hace mucho tiempo quizo que al menos en una sola cosa le fuera util y pensó que le serviría para eliminar al castaño, después de todo, desde un principio se dio cuenta que ambos no se llevarían bien y eso hizo que tuviera la idea de que esta vez su hijo si le serviría de algo, esperaba mucho de él para que se sintiera orgullosa y que siempre estuviera con ella como un perro fiel, pero grande fue su decepción al ver que él se comportaba idéntico a su padre, en vez de serle de ayuda el albino prefería estar en sus cosas y en sus asuntos, en la mayoría de veces el menor siempre se encontraba en su mundo y no estaba al mando de lo que hacía su madre.

No sabía si era bueno o malo, el que su hijo no supiera que ella estuvo involucrada con la muerte de su marido, no sabía si se volvería en su contra o no. Sospechaba bastante, al igual que el albino, ella tampoco sabía mucho de él, solo que se iba a las calles con sus amigos, solo eso, pero tampoco se podía empezar otra cosa si solo estaba fuera de su alcance. 

---*¿De qué me preocupo?*---Pensó sintiéndose más tranquiliza---*Hidan siempre ha sido un estorbo para mi, desde que me enteré que estaba embarazada de él mi vida se terminó yendo al carajo*---

La frustración volvió a apoderarse de su cuerpo, maldecia el simple hecho de haber quedado embarazado y tener que llevar una carga con ella todo el tiempo, recordó como una vez intento abortar a su propio hijo, sino fuera porque su esposo la detuvo ahora mismo de seguro estaría disfrutando de muchos hombres llenos de dinero y ganas de tenerla a ella en su cama.

Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~Where stories live. Discover now