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°Pensar demasiado en algo.°
•Roseva Lupin •
—Je suis gentille et heureuse
Roseva escucho a Sirius y repaso las palabras en su mente antes de decirlas.
—Ge sauis gentile a hereuse.
—Es la pronunciación más horrible que he escuchado y lo dijiste mal.
Roseva hizo un puchero y Sirius solto una risa,las últimas semanas el hombre habia intentado enseñarle Francés. Ella creía que iba mejorando.
—Vas mejorando, Florecilla.
—¡verdad que si!—exclamo levantándose del sillón con alegría—Cedric llegará en unos minutos,hazte perro otra vez.
—Ese chico es tu novio—dijo Sirius mientras Roseva arreglaba sus dos coletas. La menor soltó un gruñido.
Sirius seguía diciendo que Cedric era el novio de Roseva apesar de que la menor seguía diciéndole que no era su novio,era su mejor amigo.
—Eres como los chicos molestos de la escuela.
—Yo era un chico molesto en la escuela.
Roseva volteo a verlo y sonrio.
—Lo sigues siendo Sirius,un chico molesto en el cuerpo de un hombre,es preocupante.
—Es divertido.
Roseva negó suavemente. Debía admitir que Sirius se había vuelto buena compañía,lo quería,un poquito mucho talvez, lo quería más que Remus. Se sentía algo avergonzada por pensar eso.
Se sentí mal por querer más a Sirius que Remus,pero Sirius era tan agradable y le enseñaba Francés y Remus nunca estaba en casa,después de que Roseva decidió no renunciar a su trabajo cuando estaba en casa Remus salía en la noche y no lo veía en todo el día.
En cambio Sirius nunca salía amenos de que fuera en su forma de perro al cual llamaban Canuto. Cocinaban galletas,bueno Roseva cocinaba y Sirius comía.
El timbre se la puerta sono y Roseva señaló a Sirius, indicándole que se convirtiera en perro,el hombre volteo los ojos y lo hizo mientras la Lupin caminaba hacia la puerta.
—Ced—saludo abrazándolo con fuerza,Cedric hizo lo mismo levantandola unos centímetros del suelo.
—Hola,Rosa—dijo Cedric déjanos un beso en su frente.
—Amos,es un placer volver a verlo.
Roseva conocia a Amos Diggory desde que tenía doce años,la Madre de Cedric había muerto cuando el era pequeño pero sin duda su Padre hacia lo que podía y lo hacía de gran manera.
Amos adoraba a Cedric y le tenía mucho cariño a Roseva. El hombre le sonrio y Roseva lo abrazo de manera corta antes de indicarles a ambos Diggory que pasarán a la casa.
