Capitulo 27

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Alexander

Vuelvo a abrir  los ojos en un lugar oscuro. Al comienzo no se escucha nada, luego de a poco se oye un sollozo, muy despacio. Intento correr pero no puedo. De alguna manera voy acercandome a aquel sonido. Empiezo a ver una forma en el medio de la oscuridad, era un chico llorando, dandome la espalda. Mientras más me acerco más fuerte se oye. Ya no son simples sollozos, son gritos desesperantes. Intento hablar pero no puedo. Llego a su hombro y voltea. Da un alarido, aquellos ojos negros que conocía muy bien.

-¡Tú también me dejaste!- grita balbuceando.

Trato de responderle pero no puedo.

Vuelve a gritar más fuerte- ¡TÚ TAMBIÉN ME DEJASTE!-

Abro los ojos de golpe. Aquel sueño se repite una y otra vez, William continuaba diciendome que lo habia abandonado. Yo me habia abandonado a mi mismo.

-Hey, ¿estas bien?- Thaison sujeta mi mano- ¿De nuevo la misma pesadilla?-.

Asiento lentamente aún con lágrimas en las mejillas.

Cada día es una tortura. No sé en quién confiar, no sé que hacer. No sé quién soy.

Aveces me siento en un laberinto tratando de huir pero sin encontrar la salida.

Hace tan solo unos meses era un simple adolescente que solo quería recibir algo de amor. Pero ahora... ¿Dios? ¿Anti Cristo? ¿Alma Diamante?. Todo me daba vueltas.

Thaison interrumpe mis pensamientos- Se que no deberiamos salir pero ¿te gustaría conocer  a mi madre?- aquella frase me dejó en blanco. Él a pesar de todo quería presentarme a su madre.

Nunca he tenido la oportunidad de ir a la casa de nadie y mucho menos que quisiesen presentarme.

Tal vez esto sirva para poder despejar la mente.

-Sí...-agacho la cabeza- me gustaría- digo casi susurrando.

-¡BIEN!- grita sonriendo de lado a lado, parecía un nene feliz- ya mismo tenemos que partir-.

Estaba por hacer un portal al Olimpo pero me frena.

-Tienes mucho poder y sin duda se que podrías hacer dicho portal pero todos sentirían tu presencia  y no cualquiera puede entrar al Olimpo y mucho menos crear una entrada-. Asiento a lo que dice- pero si quieres podrías transportarnos a una de las entradas que hay cerca-.

No quería ir con las manos vacias. Por más que quisiese ir de inmediato, a pesar de los nervios. Era mi primera vez conociendo a su madre y por sobre todo es una Diosa, literalmente. Asi que comencé a preparar cientos de regalos desde joyas a vestidos únicos hechos con mi magia.

-Yo...no se si sea suficiente- habia llenado todo un cuarto de la mansión pero aun así no estaba seguro de si le gustaría

Thaison estalla en una carcajada- ¿Bromeas? Esto es una locura, ni yo le he dado tantos regalos en toda mi vida-.

Abro un portal a una isla que suponia era una de las entradas. Ya había pasado todo el día preparando comidas, flores, joyas y más.

Al cruzar el portal nos recibe el frio de la noche. Miro la isla que era hermosa, con pastos verdes, árboles enormes con todo tipo de flores que no existen en la tierra y un agua cristalina que brillaba de por si sola.

-Bienvenido a la Isla de Kalipso- aquella isla perdió su encanto cuando en el reflejo del agua veo una enorme luna llena.

-Es hoy...-murmuro para mis adentros-

-No te oigo amor- dice Thaison.

-Hoy es luna llena- digo en tono seco.

Comienzo a desesperarme, si hoy no cumplo mi pacto significa que algo podría pasarme. Pero hacerlo quiere decir convertirme en el Anti Cristo, por más que no supiese que significaba ser eso aun así sabia que tenía que ver con la guerra. E iba a hacer todo lo posible para evitarla, ya me cansé de luchar.
Yo quiero vivir, no voy a morir de nuevo sin nada. No es justo.

Pacto con el Diablo (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora