(1 año atrás, época de fiestas)
WilliamVeo caer nieve por la ventana. Sonrío tontamente.
-Navidad- digo suspirando y esbozando una leve sonrisa. Es mi época favorita del año. A pesar de no recibir ningún regalo ni celebrarlo en familia, es lindo ver el espíritu, las decoraciones y la nieve caer.
Estabamos a 2 días de la Víspera de Navidad, y yo aún no había preparado ningún regalo. Este año tenía a alguien muy especial a quién darle algo.
Un chico hermoso, que no sé como es que esta conmigo, pero todos mis días grises, todas las noches de ansiedad, depresión, y todo tipo de sentimientos malos, se habían vuelto cosa del pasado.
Ahora estaba él. Mi novio Ethan. Sí, habíamos empezado a salir hace tan solo 1 mes, pero aún así siento que podría ser para siempre. Nadie me había tratado como él lo hizo.
Recuerdo que él estaba en otra clase, y se pasó a la nuestra este mismo año. Apenas lo vi, me enamoré. Parecía uno de esos principes de alguna película de Disney.
Alto, bien formado, con unos hermosos ojos color almendra y un pelo castaño sedoso. Lo tenía algo corto a los costados, tipo rapado, y su pelo bastante largo arriba con unos hermosos rulos.
Era imposible verlo y no suspirar. No nos hablamos al principio, aunque yo siempre lo veía y suspiraba su nombre, pero bueno, yo soy el gordito marginado asi que era obvio que no me hablaría. O eso creía hasta que en una de las típicas palizas que recibía todos los días de parte de un grupito de 3 brabucones, él los frenó y me defendió.
Desde ahí no me molestaron más, igual ya estaban por terminar las clases, pero fue un tiempo de paz que hace rato no sentía. Comenzamos a hablar todos los dias y me pidió ser el novio. Claro que acepté y aca estamos ahora.
Tengo que ir a algun shopping a comprarle algo, se lo merece.
Me visto con lo primero que encuentro y bajo a desayunar. Seguro me lleve tiempo encontrar algo que valga lo que él vale, si es que existe.
-Hola ma- digo sonriendole a mi madre.
-No me saludes, es un dolor de cabeza escuchar tu voz a la mañana-. Se retira de la cocina molesta. Suspiro. Tal vez no tuvo un buen dia.
Agarro y me sirvo un vaso de jugo y como uno de los sanguches que habían sobrado.
Escucho algunos pasos en la escalera.
-Hola pa, buen día-. Me mira de reojo. Parecía de mal humor...y eso que tenía que pedirle plata.
-No me saludes a la mañana, dormimos en la misma casa- abre la heladera y ve el plato con un par de sanguches, voltea y mira el mío- ¿Te lavaste las manos para agarrarlo?-.
-Me lavé hace nada, cuando me lavé los dientes...-
Cierra la heladera enojado.
-Que asco, vivo con un cerdo-. ¿Tanto asco le doy?. Trato de no llorar. Eso lo enoja más. "Los hombres no lloran".
-Perdón-dejo un momento de silencio- Pa, ¿podrías prestarme....?-.
-¿Plata? Si solo servis para eso, gastar plata y comer- saca su billetera y me tira los billetes en el piso así los levanto.
-Gracias- digo mientras junto los billetes. Me retiro, puede ser un buen día aún. Tengo que comprarle algo a mi novio, que era lo importante. Vuelvo a sonreir.
Me acerco al shopping más cercano, no me gustaba venir, la gente me miraba mal por ser asiático, encima soy gordo. Todos tenían los ojos en mí y lo usaban para criticarme. Sea en el colegio o en casa. No tenía paz.
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Pacto con el Diablo (Gay)
FantasyWilliam es un adolecente de 17 años, al cual podemos catalogar como el típico "gordo", "nerd", "tonto", "feo", "payaso de la clase", estos y muchos más adjetivos de los cuales nadie estaría orgulloso. Pero una noche, queriendo acabar con su miserabl...