Capitulo 7

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Alexander

-Bien, solo me faltan 11 luna llenas más y estará todo listo-. Escucho aquella voz familiar. Trato de abrir los ojos pero siento un peso sobre ellos.

Todo esta negro, todo. Trato nuevamente de abrirlos y no puedo. Veo una luz, blanca, chiquita, del tamaño de un ave, se mueve de un lado al otro, trato de seguirla pero siempre va más rápido. De pronto se siente helado, un frio cubre todo mi cuerpo recorriendo mi espalda, siento como se me eriza la piel. Escucho unos pasos acercarse a la luz y unos colmillos blancos la devoran sin más.

De repente abro los ojos. Veo el techo de mi actual habitación. Me acomodo, giro a mis lados y no veo a nadie. Respiro agitado, el pecho comienza a arderme, apoyo mi mano derecha tratando de calmar el dolor y nada. Pego un alarido y al momento aparece Athar.

-¿Está bien amo?-. Lo veo con mala cara.

-¿A ti quién te llamó? ¡AH!- apreto con ambas manos tratando de apaciguar el ardor pero no sirve. El dolor es tan fuerte que me tumba devuelta a la cama.

-Déjeme ver- Athar levanta mi remera y puedo ver como mi piel esta intacta-ya veo, estará bien-.

-No veo nada yo, simplemente me arde. ¿Qué tengo?-.

-Dije que estará bien-. Y se retira del cuarto sin más.

Genial, parece que me estan tomando el pelo.

-Amaud ven-. Al instante de nombrar su nombre una llama aparece en el cuarto, un fuego azulado y de ella desprenden dos alas magnificas y blancas.

-Dígame Amo-. Hace una pequeña reverencia ante mi. Este si es un buen sirviente no como el otro.

-¿Averiguaste algo sobre...-en ese momento me doy cuenta que las palabras no son necesarias y que Athar podría estar escuchando asi que una conversación telepática no viene mal.

-¿Sobre Athar?-. Asiento- no hay nadie con aquel nombre y aquella alma. Ese no es el verdadero nombre de su sirviente, verás, el alma corresponde a un nombre, el cual se le asigna mucho antes de que nazca el poseedor. Necesito saber el nombre al que corresponda el alma-. No entiendo nada de lo que esta diciendo y él lo sabe- que Athar no se llama así, y si quieres que te diga algo sobre él, averigüeme como se llama-. Vuelvo a asentir.

-¡AH!- Otro ardor en mi pecho.

-Si puedo decirle por qué le arde el pecho, si quiere saber. Su alma esta cambiando-. Lo miro extrañado. ¿Cambiando?- exacto, cambiando, solo necesita saber eso. Las almas cambian, no por algo usted antes era william y ahora es Alexander.- Y aquella llama se apaga junto con el resplandor que irradiaban aquellas alas.

Luego de unas horas el ardor empezó a calmarse hasta que no sentía nada devuelta. Necesito averiguar quién es Athar y su relación con Ethan.

*******

Ir al colegio se había vuelto algo rutinario, tenía poderes pero no podía ser descubierto.

Por tener plata y buen fisico me convertí en un chico popular. Aun así Sam y sus amigos buscaban como molestarme, por el momento los dejo creer que estan ganado, mientras mas alto caigan, mejor para mi.

Mi siguiente paso era acercarme a Ethan, y el único modo seguro era alejando a Athar del colegio. Lo obligué a abandonarlo, no mostró expresión alguna pero estoy seguro que le afectó, por mas que trate de ocultarlos, se que tiene sentimientos.

Veo a mi objetivo cerca de los casilleros. Creo que con mi cuerpo bastaría para seducirlo pero un que otro hechizo no viene mal.

-¡Hola Ethan!- le doy una sonrisa y veo como se sorprende.

-h..hola Alex- pasa su mano tímidamente por su cabello- ¿Cómo estas?-.

-Yo bien bien. ¿Y tu?-. Lo veo incomodo y traga saliva. ¿Estará nervioso? ¿Lo estaré seduciendo?.

-¿Sabes dónde esta Athar? No lo he visto desde la salida que tuvimos, ni aparece en el colegio-. Lo miro fijamente. ¿No le basto la última impresión?.

-Escuche que se vuelve a su país. Espera, ¿no te dijo?- veo su rostro apagarse- Pensé que eran más cercanos, bueno no puedo culparlo, despues de todo su prometida andaba enferma-. Abre los ojos como platos.

-¡¿PROMETIDA?!- grita en lo que todos los del pasillo voltean a verlo. Se avergüenza y baja la mirada- wow, no pense que estaba comprometido... bueno gracias, nos vemos en clase-.

-Oye, espera. ¿No te gustaría que saliéramos nosotros dos?- no noto interes en su mirada. Realmente este cuerpo no le bastaba a él. ¿Será que no le gustan asiáticos?.

-Estaré ocupado, por las pruebas- Se  nota que esta mintiendo, nadie estudia para las pruebas 1 mes antes.

-Oh, es verdad, yo igual-. Me volteo indignado, si no le gusto no tengo otra cosa que hacer. Tendré que cambiar un poco, al menos para averiguar por qué esta tan interesado en Athar.

-Cuidado, fíjate por dónde caminas- contesto ante un chico que se cruzó en mi camino.

-Oh, te encontré- volteo a verlo y me miraba con una sonrisa. Tenía pelo platinado, ojos tirando a un ¿dorado? ¿Ambar? Simplemente parecían oro. Una tez blanca pura, de altura eramos parecidos pero parecía un poco más musculoso. En facciones era bastante apuesto, con su nariz perfilada, labios gruesos, sonrisa blanca. Ciertamente parecía modelo.

-¿Me buscabas?- lo miro detalladamente tratando de decifrar que buscaba de mi.

-Tenemos que hablar- dice seriamente.

-¿Y yo por qué motivo tendría que hablar contigo?- lo miro confundido.

-Porque ambos hicimos un pacto- me asombro ante tal respuesta pero trato de mostrarme indiferente, podría ser un impostor, si nadie debía saber de mi pacto. Abre la palma de su mano y me muestra como se forma una llama verde lima. Asiento y lo sigo. Espero no sea una trampa.

Pacto con el Diablo (Gay)Where stories live. Discover now