Pacto con el Diablo (Gay)

Capitulo 4

Alexander

-¿Cómo nos llamaste?- lo miro sin intimidarme.

-¿Además de puto eres sordo? Te llamé marica-.

Ya estábamos llamando la atención de los otros estudiantes. Parecía a como era antes, yo siendo golpeado y rebajado y todos filmando y observando. Pero no, ahora era diferente esto.

-¿Debería hacer algo?- 

-No, tranquilo Athar, yo me encargo de ellos-.

Thom estalló en una carcajada. Ya veras como borrare esa sonrisa de tu rostro.

En un movimiento tome su cuello y choque su cuerpo contra la pared del pasillo. En ese momento todos hicieron silencio. Lo levante de tal forma que sus pies no llegaban a tocar el suelo.

-¿Qué pasa? ¿Ya no te ríes? ¿Este putito te esta lastimando? Jajajaja- ese sentimiento de poder se estaba apoderando de mi. Verlo revolcarse intendo sacar mi mano de su cuello, verlo quedarse sin oxígeno, ver como la impotencia inunda su mirada.

Sam y Erik estaban por agarrarme pero Athar les dio un golpe en el abdomen a cada uno, dejándolos agonizar del dolor en el piso.

-¡¿Qué esta sucediendo?!- se escucha la voz de un Señor al otro lado del pasillo. Era el Rector.

Lo bajo lentamente.

-El juego recién empieza- le susurro al oído.

El tumulto de gente abre paso a la autoridad.

-No ha pasado nada director, simplemente me estaba enseñando el camino al baño-.

-Ah eres el nuevo. Todos sigan para sus aulas. Ustedes dos levántense del piso, no vi nada así que no ha pasado nada-. Oh Rector Jonson. Acá si ha pasado mucho, ¿no fue acaso usted al primero que recurrí cuando era maltratado? Pero las personas no cambian, como usted no ve nada, no puede hacer nada. Como no hizo nada por mi antes.

Ya los rumores habían volado, los nuevos chicos le habían dado una paliza a los matones del colegio.

Mismas aulas, mismos compañeros, mismos profesores. Lo raro es que no veo ningún cartel o conmemoración a William Kim. ¿Qué mi muerte no valió la pena?.

Entramos al primer aula, biología. La profesora nos presenta, en el fondo puedo ver en el lugar de siempre a Ethan. Le doy una mirada, parece sonrojado.

Del otro lado podía ver clavada la mirada de esos inútiles.

Solo habían dos lugares vacíos, uno al lado de Ethan y otro en mi lugar de siempre, el primer banco en el centro, adelante de todo. Ese era mi lugar, un lugar donde el profesor tenia que poder verme si o si, un lugar en el que creí que no sufriría el acoso escolar, pero no fue así. De igual forma era molestado y ningun profesor notaba nada. Ni cuando me cortaron el pelo, ni cuando me tiraban papeles, ni cuando etc. Nunca nada.

-Athar siéntate en ese, yo iré al fondo-. Veo una mirada de decepción en su rostro. Qué curioso, él no suele mostrar expresiones.

Me acerco a Ethan y veo como empieza a acelerarse.

-Hola me llamo Alexander, ¿podría sentarme aquí?-.

-Em si. No ha-y proble-ma...- no puede ni verme a los ojos al hablar. Asi que despues de todo si te gustaban los hombres eh. Solo que los hombres lindos como mi yo actual, tu nunca amaste a aquel gordo al que nadie quería.