Capitulo 9

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Alexander

*Toc Toc*

-Adelante, pasa-. Athar entra al cuarto con la caja de pizza y el helado- dejalo en la mesa, gracias- hace ademán de irse- Espera, no te dije que te retires. Quiero que tengamos una batalla-. Me mira sorprendido, aunque noto una picardía en su mirada.

-¿Esta seguro amo?-

-Sí. Quiero ver mi potencial-. Haberlo molestado todo este tiempo es el motivo perfecto para quiera lastimarme, y yo a él- vayamos al jardín-.

Creo una barrera alrededor nuestro, donde ninguno puede escapar y ninguno tendría que poder ocasionar daños afuera de la misma.

-Amaud, ven- en eso las llamas arden en el medio nuestro- serás nuestro arbitro, la pelea es hasta daño grave, no muerte. Terminará cuando el otro no pueda continuar-. El Ave asiente al igual que el rubio.

Estoy seguro que Athar aceptó porque sabe que tiene ventaja, lleva más tiempo en esto que yo. Pero con solo lastimarlo un poco me conformo.

-Daré la señal para que comience la batalla y yo determinaré cuando será concluida- ambos asentimos ante las palabras del ave. De su pico sale una llama dandonos a entender que la pelea había comenzado.

Tengo que ser rápido sino no lograré lo que quiero. Junto ambas manos y la tierra debajo de Athar empieza a hundirlo y de esta saco un rodesal que lo rodea y pincha. El no se impacienta ni un poco, las espinas abren pedazos de su piel que antes de llegar a sangrar se regeneran. Mierda.

Susurra algo y al instante una llamarada alrededor suyo quema todas las rosas. Con su mano apunta a mi pierda y antes de que pueda reaccionar desde el suelo sale una roca larga y filosa que la atraviesa.

-¡AH!- tenía la roca atravesando mi pierna por lo que la autosanación no servía. Logro destruirla y antes de que me regenere empieza  a hacer pequeñas explociones las cuales tenía que ir esquivando como si fuese un campo minado.

Vuelo alto y lanzo un rayo que fácilmente desvía. A pesar de todo se sigue viendo calmado, debe estar muy seguro que va a ganar y solo esta jugando conmigo.

No quería pero tengo que jugar sucio.

"Viento en la pradera,
Monstruo de la sombra,
A ti te invoco,
Toma su forma,
Engaña a mi presa,
Dame tiempo,
Sirveme a mi,
Se mi siervo"

Apenas termino de recitar la invocación en mi interior, veo como Athar estaba listo para lanzarme otro ataque, puedo ver como en sus manos se forma un fuego gigante. Recibo el impacto y caigo. Más que quemar lo sintiendo como un golpe.

El rubio viene caminando tranquilamente hacia mi, en su mano trae una espada. De verdad busca acabar conmigo.

-¿Alex?- veo como gira exaltado al escuchar aquella voz.

-Ethan. ¿Qué haces aquí?-. Athar lo mira atonito.

Veo como "Ethan" viene corriendo hacia mi pero el rubio lo detiene.

-El no tiene nada, solo esta cansado- el rubio tapa la vista con su  cuerpo.

-Justo venía a traerte las cosas del colegio y me encuentro con mi mejor amigo herido. Eres terrible-. Veo como Athar se tuerce al escuchar que Ethan lo llama de aquella forma pero sus puños se cierran mostrando enojo.

-¿Piensas que soy estúpido? Hace rato no voy a su colegio y tu y Alex no son mejores amigos- veo como las llamas se hacen más intensas, se siente el calor- quién quiera que seas te mataré-.

-No. Gracias demonio puede retirarte-. Me paro y Athar gira confundido al verme pero antes que haga algo ataco- Lluvia de Cristales- y al segundo cientos de cristales largos y filosos atraviesan el cuerpo del rubio, haciendolo caer y desangrar.

-La pelea finaliza- Amaud cae sobre mi esclavo y lo envuelve con sus llamas para curarlo, este queda inconciente-vamos -. Asiento.

Nos transportamos a una cueva lejos de donde estabamos. Se podía escuchar las olas desde ahí.

-¿Dónde estamos?- no podía mirar mucho puesto que estaba oscuro.

El pajaro enciende sus llamas y junto con eso varias antorchas. La cueva se va iluminando a lo largo, era grande pero las paredes no eran mas que paredes normales de cueva. Caminamos hacia el fondo de la misma donde la pared se abre en dos dejandonos pasar.

Ya adentro era otra vista. Había pasto en vez de suelo frío y un lago, en el techo había un hueco por donde se podia ver la luna y el cielo estrellado.
Era silencioso, chico pero precioso.

Habían diferentes cristales adornando e iluminando el lugar.

-Es la cueva de las almas- asiento. No entendía nada pero aún así no hice caso- no es muy difícil de entender, en esta cueva se conoce el alma de la persona, la escencia, las vidas que vivió, de dónde viene, parte de su destino-. Vuelvo a asentir, siempre quedo como idiota.

El ave vuela y cuando llega al medio del estanque empieza a lanzar llamas que caen alrededor del mismo, formando una hilera de fuego alrededor del lago.

-Vamos, vierte el semen de Ethan y la sangre del supuesto Athar, y tendrás la respuesta que tanto anhelabas. Antes debes asegurarte de preguntar qué es lo que quieres saber de ellos dos y el lago te lo mostrara, se lo más específico que puedas-.

Saco de mi bolsillo el frasco donde guarde el semen y un cristal el cual estaba manchado de sangre. Vierto ambos contenidos al lado.

-Quiero saber que relación tenían y tienen, de dónde se conocen, y por qué estan unidos-.

El lago comienza a brillar. El color del agua se vuelve negro, la luna se sigue reflejando y aparecen brillos pequeños en la misma. Era como si el cielo estuviese en frente mío.

-Salta dentro del lago y tendrás tus respuestas- asiento y me sumerjo. No siento como que me este mojando ni quedando sin aire, más bien siento que estoy pasando por un montón de telas de seda fina que rodean todo mi cuerpo.

No veo nada, esta todo oscuro.

-Azael despierta, tenemos que salir pronto, ya amaneció- siento como me toman de los hombros sacudiendome. Abro los ojos y me sorprendo a ver a Ethan, pero este estaba vestido como si fuese un campesino, una de esas remeras largas y sucias como si fuesen arapos viejos y un pantalon marron suelto. Se veía más musculoso, y de piel estaba más bronceado.

-¿Ethan?- se ríe.

-Qué clase de nombre raro es ese, acaso te olvidaste el nombre de tu mejor amigo y único, el más bello, el más fuerte, el increible, Mael-. Lo miro confundido pero termino riendo. Era otra persona con la misma cara- vamos, ve a lavarte la cara al estanque y preparemonos para ordeñar las vacas-. Lo miro confundido pero obedezco, debe ser todo parte del por qué.

Salgo de lo que parecía ser una choza, las paredes eran de barro y las ventanas de madera, sin vidrio. Habían dos troncos y una mesa de madera y al costado un horno de barro. ¿Había viajado en el tiempo? ¿Era posible qué se conociesen hace tanto? Cuando salgo afuera veo todo pasto verde, ningún edificio, ningún ruido de auto, simplemente la brisa y kilometros de verde. Algunos animales típicos de granja sueltos. Giro a mi costado donde había un balde de madera lleno de agua,  debía ser el lavado, me agacho y cuando me estoy por lavar veo mi reflejo. Yo era Athar, aquellas facciones, aquellos ojos que no eran ni verdes ni celestes,  aquel cabello, no había duda, estaba viviendo su historia en primera persona.

Pacto con el Diablo (Gay)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin