Capitulo 19

545 57 4
                                    

Alexander

Me quedé petrificado al escuchar tal nombre salir de sus labios.

Doy un salto hacia atras e invoco mi espada.

-¿Me tomas por idiota?- lo apunto con la misma a pesar de que mis manos estaban temblando. Eran mil emociones pasando por mi cuerpo, ya no quería luchar más, quería alejarme y desaparecer de todo. Morir en paz, solo, como siempre estuve.

Los Ángeles tenían razón, yo soy una basura, nadie me quizo, fui abusado, corrompido, y olvidado. Por mi culpa Ethan estaba así. Por mi  culpa hice infelices a todos en casa.

Y viene él y dice aquel nombre con tanta facilidad, con tanta familiaridad. ¿Cómo puede hacerlo? Después de todo haber nacido como William fue lo peor que me podría haber pasado, simplemente por ser aquella persona, como única razón y motivo suficiente viví un infierno por 17 años. Ya no más...

-¿Quién eres y qué quieres?- lo miro atónito, no estaba asustado pero sí sorprendido. Aún así, ver aquellos ojos verdes me hipnotizaban, estaba temblando, yo tenía miedo más que enojo, quería terminar con esto e irme para siempre, pero algo en mi corazón me hacía quedarme, algo me decía que estaba seguro con él.

-Yo soy Thaison, Hijo de Afrodita. Tu alma gemela- dice tratando de acercarse mientras me hace señas con las manos de que baje la espada.

-¡ATRÁS!- me toman de idiota. ¿Otro Semi-Dios? ¿Otro hijo de una Diosa de la Belleza?. Deben verme como un estupido si piensan engañarme de aquella forma- Otro hijo de una Diosa- comienzo a reírme a lo loco- Tu debes ser un suicida si piensas que soy tan estupido para caer de nuevo- nos envuelvo en un aro de fuego en donde ninguno puede salir.

Ya era suficiente, no iba a tolerar que me insultasen de aquella forma.

Pero su mirada no era de miedo sino de ira.

-¿Otro Semi-Dios dices?...Diosa de la Belleza... No me digas que ese maldito te puso las manos encimas- de golpe un aura empieza a emanar de él y la tierra comienza a quebrarse. Un aura verde, igual que el color de sus ojos.

Rompo el aro de fuego que nos rodeaba y me alejo unos pasos, yo estaba demasiado débil para enfretarme a alguien sin saber su poder.

-¡AUSTIN MALDITO!- da un puño en el suelo, el cual no solo lo rompe sino que genera un terremoto. Salto y me mantengo en el aire unos momentos para evitar el impacto. Poco a poco veo como su aura va disminuyendo a la vez que el temblor.

Veo alrededor y estabamos en un páramo, los pocos arboles que habían quedaron destruidos al igual que los arbustos, más allá de eso no hubo más daños. Es mi oportunidad. Me alejo volando mientras no lo nota.

-¡ESPERA!. Enserio soy tu alma gemela, tengo pruebas- da un grito desesperado tratando que no me vaya. Puedo irme pero algo me dice que me quede- Enserio  por favor, William yo te amo-.
Aquella frase fue la gota que desbordó el vaso.

Bajo inminente en frente a él.

-¿Tú me amas a mí?- me rio- Por favor, no me conoces. No vengas a decirme que me amas, no me llames por aquel nombre y me digas tales cosas cuando no me conoces, ya no soy William, él murió, sin que nadie lo amé, sin que nadie lo ayude, sin que nadie este para él, es tarde para que vengas a decir esas cosas. William esta muerto-. Se queda petrificado.

Ya no quiero sufrir más. Bajo la espada en un momento de vulnerabilidad emocional y al segundo siento un calor en mis labios y como alguien me sujetaba de la cintura.

Todo mi cuerpo quedó petrificado, de pies a cabeza. Una corriente me recorrió desde el suelo hasta la punta de mis pelos. Mire sus ojos y me perdí en un verde hermoso, como si hubiese un mundo en ellos, él parecía sentirse de la misma forma.

Le correspondí el beso a la vez que lágrimas caían de mis mejillas, era como sentirse amado, un sentimiento cálido que inundaba todo mi pecho. ¿Esto es amor?.

Lentamente nuestro labios se separan.

-Te dije que era tu alma gemela- me sonríe mientras limpia una de mis lágrimas.

-Yo..yo no voy a caer tan fácil, no de nuevo-. Abro un portal en frente mío pero toma mi muñeca.

-Espera. Dame solo un día. No, dame solo una cita y te mostraré que somos almas gemelas- me mira suplicandome a los ojos- por favor-.

Bajo la guardia. Ya no tenía nada que perder.

-Bueno, tengamos la cita aquí y ahora-. Me sonríe y esa sonrisa me hace sonreír ami también.

-Eres hermoso cuando sonríes, sabía que no me equivocaba cuando dije que eras mi alma gemela-. Lo miro incrédulo, eran lindas palabras pero él estaba equivocado. Después de todo, esta sonrisa no es de William.

-A ver, ¿Qué más te gusta de mí?- hago aparecer una manta la cual serviría para sentarnos en el suelo. Es como si fuese un picnic.

-Bueno..-me mira nervioso- no nos conocemos mucho aún pero si tuviera que hablar a grandes rasgos, todo de ti me parece perfecto. Tu voz, tus facciones, tu pelo, tu estatura, tu aroma, e incluso verte enfrentarte a los Ángeles...-. Mi mirada cambia de un segundo al otro, es verdad, ¿él cómo sabía lo de los Ángeles? ¿ desde hace cuánto estaba allí?- Ya sé. Se que tienes dudas y desconfias, te contaré mi historia:

"Como te dije, soy el Hijo de Afrodita, Diosa griega del Amor y la Belleza. Soy el último y décimo hijo hasta ahora vivo.
Nuestra madre apenas nacemos nos concede el deseo de poder encontrar a nuestra alma gemela, el amor de nuestra vida pero nos tiene en el Olimpo hasta que cumplamos los 21 años, ya que constantemente se puede desatar la guerra entre diferentes Dioses, en especial lo que tienen los mismos atributos. Tal fue el caso de Austin, el Hijo de Freya, aliado de Besthar, Hijo de Ishtar, ambas Diosas del Amor y la Belleza. De por si todas las Diosas se odian, pero se unen para derribar a la más fuerte, en este caso mi madre.
Estuvo entrenado por años, diferentes magias, conociendo a los enemigos y aliados, y esperando encontrarte.
Aún no llegué a los 21 años pero había escuchado del Oráculo que mi alma gemela podría morir y me escapé. Y aquí estas simplemente le pedí a Hermes si podría encontrarte y traerme hasta ti. Asi que me trajo y llegue en el momento justo que estabas por acabar con ellos y por eso intervine."

Lo miro fijamente a los ojos, no parece que mintiese. ¿Era acaso yo su alma gemela? Cree que soy William cuando no es así... Ya no.

-Si no me crees, hoy mismo te llevaré al Olimpo, conocerás  a mi madre-. Me vuelve a sonreír,  otra vez. No sé que haré.

Pacto con el Diablo (Gay)Where stories live. Discover now