Capitulo 25

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¡HOLA!

BIEN, ME DISCULPO POR ROMPERLES EL CORAZÓN, Y LE AGRADEZCO POR SUS COMENTARIOS Y UNOS CUANTOS MENSAJES QUE ME HICIERON SENTIR COMO SI FUERA A SER ASESINADA X-X EN FIN, GRACIAS.

LES AGRADEZCO EL SER TAN FIELES CON LA HISTORIA DE BREE Y RYAN, QUE SÍ, LAMENTO DECIRLO PERO ESTA LLEGANDO A SU FIN.

¡DISFRUTEN LA LECTURA!







-¡Veinte cinco!-dice la farmacéutica cambiando el número de la pantalla.

Me acerco rápidamente hacia ella. Es de mediana edad, me da una sonrisa cálida que llega a sus marrones ojos.

-¿En qué puedo ayudarte cielo?-pregunta amable.

-Deme diez tés de embarazo...-digo con voz temblorosa.

Veo la empatía en su rostro.

-¿Te encuentras bien cariño?-pregunta.

Niego rápidamente tragándome el nudo en mi garganta.

-Solo deme esas cosas por favor...-le ruego.

Ella asiente y desaparece detrás de uno estantes. Vuelve con muchas cajas en sus manos.

Después de unos diez minutos salgo de la farmacia con bolsas llenas de esas cosas, todo el camino hacia mí departamento rezo a dios para que no esté embarazada.

Cuando llego a mi piso saco de mi bolsillo las llaves, al levantar la vista el mundo se detiene. Todo a mi alrededor se queda completamiento quieto.

Ryan está apoyado en la puerta observando cada paso que doy. Hay bolsas debajo de sus ojos. Él no ha estado bien estos dos días.

Bajo mi cabeza de inmediato, sé que si lo miro por más tiempo seré un mar de lágrimas. Lo ignoro y paso por su lado e intento abrir la puerta, cuando esta se abre intento entrar pero él me detiene tomándome del brazo.

-Dragona por favor...-su voz es un ruego.

Pero no le digo nada, sino que intento entrar en mi departamento forcejeando para que me suelte. Lo hace, pero después toma mi bolsa tirándola hacia el para acercarme, entonces la bolsa cae. Todos los tés de embarazo adornan el piso debajo de nosotros.

Oh dios, no, no no.

El pánico me recorre. Me agacho de inmediato tratando de tomarlos todos en mis manos antes de que él se percate de lo que son pero es demasiado tarde.

-Bree...-susurra tomando uno entre sus manos.

-No, no, no, no...-le digo quitándoselo bruscamente.

-Bree...

-¡NO!

Tomo todas las condenadas cosas en mis manos y entro en el departamento haciendo oídos sordos a las palabras y suplicas de Ryan. Cierro la puerta en su cara.

Estoy temblando, no dejo de temblar, mis rodillas pesan, y quiero llorar, estoy asustada, tengo mucho miedo.

El gato Ryan sale de detrás del sofá y maúlla triste.

-Eres tan silencioso que había olvidado que vivías aquí...-digo sonriendo entre lágrimas y tomándolo en mis manos. Dejo la bolsa encima del sofá y me siento con el gato en mis rodillas, este se acomoda de inmediato y comienza a ronronear.

-¿Qué voy a hacer gato Ryan?, ¿me imaginas a mí como una mami?-le pregunto sorbeando mis mocos.

El gato gime como si aprobara mi pregunta.

-Si solo fuera tan fácil...-le susurro.

Me acerco a él y beso su suave cabeza.-Aunque solo seas un gato eres un muy buen amigo...

Lo saco de mis piernas y dejo a mi lado, tomo mi celular y marco el número de Aimé.

-¿Bree?, dios, gracias a dios que estas llamando... ¿Por qué has ignorado todas mis llamadas?-pregunta rápidamente.

Es verdad, ayer ella, Owen y obviamente Ryan estuvieron llamando todo el día, pero a ninguno le conteste.

-Aimé, no estoy bien... ¿podrías venir?-le ruego.

-Estoy saliendo...-responde de inmediato.

-¿Tienes la copia de la llave?-le pregunto queriendo que diga que sí.

-Sí...

-Bien, entra con ella y por favor, por favor, no dejes entrar a Ryan...

-Bien...tu tranquila ya estoy en camino...

Corto la llamada y me levanto de inmediato con la bolsa en mis manos, voy hasta mi habitación y entro en el baño. Tengo que hacerlo.

Aimé se demora veinte minutos en llegar, por lo que cuando llega ya tengo todos los tés de embarazo listos, solo espero el tiempo para poder tener mi respuesta.

-¿Bree que carajos sucede?,  Ryan afuera esta vuelto loco...-se calla cuando entra al baño y me ve sentada en la tina con todos los tés de embarazo rodeando el suelo. Mis ojos están rojos  e hinchados por lo que debo de verme como la mierda.

-Hola...-le susurro sonriendo levemente.

Sus ojos están abiertos como platos.- ¿Bree?-dice con un hilo de voz.

Le cuento todo, absolutamente todo, lo que ocurrió con el padre de Ryan y todo lo de ese día. No me guardo nada. Cuando termino de hablar Aimé me da un cálido abrazo que me hacía bastante falta.

-Ryan está muy mal Bree...-dice preocupada.

-Aimé...-digo con voz temblorosa.-Tengo miedo, estoy en este momento en medio de la nada, no sé qué va a suceder ahora y me aterra todo lo que vaya a pasar...

-No estás sola Bree, me tienes a mí, a Owen y Ryan, Ryan siempre va estar contigo. –dice sobando mi espalda.

Nos quedamos en silencio y esperamos a que pasen los minutos, después cuando creo que ya ha pasado el tiempo suficiente me arrodillo en el piso y tomo las cosas en mis manos.

Hay dos rayitas en los tres que estoy mirando. Tomo los otros y en ellos esta lo mismo, en todos hay dos rayitas.

-Dime que dos rayitas es negativo, dime que dos rayitas es negativo...-le pido en ruegos a Aimé.

<<Por favor, por favor...>>

La veo tragar saliva sonoramente.-Vas a ser mamá Bree...-susurra.

Después todo sucede en cámara lenta, el cómo caí al suelo emitiendo sollozos tan desgarradores que me roban el liento, el cómo Aimé se tiró a mi lado sosteniéndome mientras me quiebro en miles de fragmentos.

El pánico y miedo es lo único que hay dentro de mí ahora.

Dios santo, ¿Qué voy a hacer?

Sweet Bitch © [ Terminada y en edición]Where stories live. Discover now