Capítulo 6

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Al llegar a mi departamento, el día ya se ha ido por completo, hay de fondo una hermosa noche estrellada. Las estrellas iluminan el vacío arriba de nuestras cabezas.

Siempre he pensado que cada alma pura que muere es una estrella más arriba. Cuando Dani murió, solía subir al tejado de la casa a altas horas de la madrugada a observar todas las estrellas buscándolo, pero nunca lo encontré. Comprendí entonces que el alma de Dani es demasiado pura e inocente para caber en una estrella, por lo que para mí Dani es la luna que guía a las personas en una noche oscura y sin esperanzas.

-Oye dragona, ¿estás bien?-Pregunta Ryan colocando su mano en mi brazo.

Asiento distraídamente, todavía con mi mirada fija en las estrellas. Estoy prácticamente diez minutos callada, solo observando maravillada. Ryan no ha vuelto a hablar, esta callado a mi lado. Cuando dejo de observar el hermoso cielo, vuelvo mi cabeza en su dirección, en cuanto lo veo se porque no había dicho palabra alguna.

Me está mirando fijamente, atento, como si estuviera tratando de memorizar cada parte de mí, la mueca de una sonrisa está en su rostro. Sus ojos verdes brillan en mi dirección.

Suspiro suavizando mi mirada.

-¿Qué quieres de mi Ryan?-pregunto antes de darme cuenta.

-Todo...-murmura con una voz calmada. Su mirada me atraviesa.

Escalofríos recorren mi espalda al escuchar su respuesta, coloco la mejor sonrisa de agradecimiento en mi rostro.

-Gracias por la comida....-salgo del auto sin mirar atrás.

Sus respuestas me desconciertan. Cada maldita palabra que sale de su boca me deja confundida. ¿Cómo siquiera puede decir algo así?, ni siquiera me conoce lo suficiente. Cualquiera que me conozca lo suficiente y supiera lo jodida que estoy, no respondiera "todo", respondería "nada". Me aterra el hecho de que haya respondido eso sin siquiera titubear, el chico es valiente.

En cuanto estoy dentro de mi departamento comienzo a ordenar el desastre que ha hecho gato Ryan.

-Gato malo...-murmuro agarrando a la pequeña bola de pelos en mis brazos acariciando detrás de su oreja. Comienza a ronronear de inmediato.

Con él en mis brazos voy hacia mi cama y me recuesto cansadamente. Saco mi celular del bolsillo trasero de los jeans y envió un mensaje a Aimé.

PARA: AIMÉ

ESTOY EN MI DEPARTAMENTO ENTERA.

Espero su respuesta pero no me envía un texto, después de unos segundos llama.

-Aimé...-contesto.

-Recuerdo haberte dicho que me llamarás cuando llegarás, no que enviaras un patético texto...-me regaña.

Sonrío por sus palabras.

-Bien, estoy en mi departamento entera...-digo con voz completamente seria.

Gato Ryan se estira arriba de mi estómago rasguñándome. Un pequeño grito sale de mí.

-Ryan, quédate quieto...-le murmura regañándolo.

Aimé grita al otro lado de la línea.

-¡Mierda!, ¿¡estas con Ryan!?-su voz es de alegría y confusión.

-¿Qué...? ¡NO!, Aimé, mi gato se llama Ryan. –digo rápidamente.

Siento un suave "Mmm..." de su parte.

-Es enserio Aimé, es el gato...escucha...-digo acercando el celular a Gato Ryan, tiro de su cola para que grite, y vaya que lo hace.

"Lo siento" le susurro al pobre gato, su mirada asegura que dentro de unos minutos me descuartizara con sus garras.

Sweet Bitch © [ Terminada y en edición]Where stories live. Discover now