Capítulo 8

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No duda en corresponderme el beso. Sus labios son increíblemente suaves, pero por más que intento besarlo de forma exigente, Ryan logra tener el control y hacerlo jodidamente lento, suave...y maldita sea, me encanta.

Deja a un lado el algodón y el alcohol, posiciona sus manos a cada lado de mi cintura y comienza a levantarse sin romper el beso. De una forma delicada me recuesta en el sofá, quedando arriba de mí sin apretarme.

Lo besé porque quería hacerlo, pero mi objetivo no era el beso suave...tierno, yo quería algo exigente, duro, pero no. Quería besarlo de esa manera porque es la manera en la que he besado a todos los chicos con los que he estado, sin sentimiento alguno, pero Dios, este beso me tiene mareada.

Nunca nadie me había besado de esta forma ni yo a otro hombre, pero...Ryan separa sus labios solo por unos centímetros.

-Tu mano...-susurra-Tengo que curarla...

Lo empujo despacio, él queda sentado a mi lado en el sofá. Vuelvo mi cabeza y lo observo. Mis labios se sienten calientes y seguramente están rojos e hinchados. Los suyos son de un rojo tenue, su mirada...sus ojos están de un verde oscuro, tiene un brillo en sus ojos.

Cierro los ojos. No recuerdo cuando fue la última vez que me gustó tanto besar a alguien. Mis labios hormiguean, ¡NUNCA ME HABIAN HORMIGEADO LOS LABIOS DESPUÉS DE UN BESO!

-¿Por qué el beso Bree...?-pregunta y siento el susurro de su aliento en mi oído. Esta cerca...muy cerca, me estremezco por su cercanía. Su voz es calmada pero exige respuesta.

Aprieto más los ojos. ¿Por qué lo besé?, porque estaba tan cerca...no sé porque lo hice la verdad.

-¿Por qué?-pregunta esta vez mucho más exigente.

Un silencioso gemido se escapa de mi boca cuando roza con sus dientes mi cuello. Siento su sonrisa ante mi reacción. No respondo.

-¿Por qué?-vuelve a preguntar ahora mordiendo mi oreja.

-¡NO SÉ!-grito levantándome bruscamente con la respiración agitada.

Esa es una respuesta suficiente para él, porque una enorme sonrisa se posiciona en sus labios. Sin decir nada se levanta y besa mi frente tiernamente... ¡TIERNAMENTE!, me alejo, lo que provoca una sonrisa mucho más brillante.

-Terminaré de curarte la mano, siéntate-demanda con una mirada cálida.

A regañadientes obedezco confundida por todo lo ocurrido. A medida que va limpiando las heridas comienza con preguntas.

-¿Qué fue lo que ocurrió Bree?-la preocupación invade la mirada verde que me atraviesa.

Desearía solo ignorarlo, correrlo del departamento, pero no puedo. El me ayudó, aunque quiera negarlo lo hizo, merece saber no todo, pero si parte de ello.

-Mi madre comenzó a maltratarme desde mis catorce años...-comienzo un poco titubeante por mis palabras.

Un pequeño destello de sorpresa brilla en sus ojos pero lo esconde de inmediato. Comienza a hacer círculos con su pulgar en mi mano.

A nadie le cuento mis cosas personales, la única que sabe todo es Aimé. Continúo -...me maltrato de todas las maneras posibles...cuando cumplí mis dieciséis me arte de todo y pedí la emancipación...-sonrío irónica-...cosa que ella acepto con gusto. Desde entonces vivo en este departamento, últimamente ha insistido mucho con sus llamadas por lo que hoy fui a ver qué era lo que quería para que me dejara tranquila de una vez por todas...-me encojo de hombros-...ella hoy nuevamente volvió a golpear a la niña estúpida, nada más que eso...-termino con una sonrisa en mi rostro, un lágrima se me escapa, antes de que la limpie bruscamente, Ryan la quita con su dedo pulgar.

-Nada de lastima...-le advierto.

-Nunca sentiría tal cosa por ti dragona...-sonríe terminando de vendar mi mano.

Silenciosamente agradezco el hecho de que no me miro de manera distinta o siguió haciendo preguntas respecto al tema, respeta mi espacio.

Un pequeño maullido me seca de mis pensamientos... ¿gato Ryan?, ¡tuve mi pequeño ataque de ira y me olvide del gato!

Me levanto apresurada y comienzo a llamarlo-Ryan...cuchitucuchitu...

El gato maúlla al mismo tiempo que Ryan pregunta:

-¿Qué?

Lo ignoro y sigo buscando...gato Ryan sale de debajo de unos libros y camina hacia a mí. Mientras viene hacia a mí lo miro analizadoramente, no tiene ningún daño, aliviada lo tomo en mis brazos.

-Lo siento Ryan...-le susurro acariciando su suave pelaje.

Ryan se acerca a mí con el ceño fruncido.- ¿Tu gato se llama Ryan?

-Mmm...sí...

Una sonrisa arrogante me saluda.

-Demonios dragona, me amas tanto que tienes que buscarte un gato y ponerle mi nombre...

Coloco los ojos en blanco y dejo a gato Ryan en el suelo. Camino hacia todo el desastre...hay que limpiar.

-¿Dani?

El chico delante de mí tiene una dulce sonrisa. -¿Dani?, ¿Qué haces aquí?-pregunto abrazándolo.

El lugar en el que estamos es una playa con unas aguas cristalinas realmente hermosas. Las playas son los lugares favoritos de Dani. Él sin decir una palabra toma mi mano y comenzamos a caminar por la orilla mojando nuestros pies.

-¿Qué sucede Dani?-pregunto ya que no ha dicho palabra alguna en más de diez minutos.

-Tienes que dejar de atormentarte con mi recuerdo Bree...-su voz sale suave.

-¿Qué?

-Deja de pensar en mi tanto, Bree. Siempre estaré junto a ti, pase lo que pase lo estaré en tu corazón, deja entrar a los demás, la verdad me alegro bastante de que ahora hayas vuelto a ser amiga de Aimé. Ella te había extrañado bastante...-sonríe.

-Me haces falta Dani...es imposible no pensar en ti...-mi voz sale entrecortada.

-Es difícil, sí, pero no imposible...y lo intentaras...-dice deteniéndose. Suelta mi mano, y comienza a adentrarse en el mar. Cuando el agua llega a su cintura vuelve la cabeza sobre su hombro y dice sonriendo.

-Y Bree, ese muchacho Ryan...creo que deberías darle una oportunidad...conócelo...-y se hunde en el cristalino mar.

Me despierto sobresaltada, me quede dormida en el trayecto hacia el restaurante al que nos dirigimos con Aimé. Esta mañana cuando me fue a buscar a mi departamento la verdad no quería salir, pero ella me convenció. De antes de ayer que no salía de mi departamento, desde lo ocurrido con Sarah no había salido ya que estuve ordenando...y vaya que había que ordenar.

A Ryan no lo he visto desde que se fue ese día en la noche, ayer me llamó por celular dos veces, pero estaba duchándome por lo que no sentí el celular. No llamo más, y yo no le devolví las llamadas...porque nunca las devuelvo.

Llegamos y Aimé estaciona su auto. Casi me tropiezo cuando entramos al restaurante y caigo en la cuenta de que es de comida china.

-Aimé...-me quejo.

Toma lugar en una mesa para dos, la sigo sentándome delante de ella.

-Aunque tenga que meter el maldito pescado dentro de tu boca lo comerás...-su sonrisa es alegre.

–En serio chica, no sé cómo no te puede gustar la comida china...-agrega.

-Exacto...-apunto-No me gusta, pero tú me has traído a un restaurante de comida china...

Las palabras fallan porque la puerta del restaurante se abre... y entra Ryan. Y no está solo. Una morena con piernas kilometradas lo acompaña. Mi corazón cae. Es entonces cuando veo al pequeño niño de unos cuatro años que está tomado de la mano de Ryan...el pequeño es igual a él. Cabello oscuro, ojos verdes, piel clara...

¿Ryan tiene un hijo?

ly:"Boo/6B


Sweet Bitch © [ Terminada y en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora