Capítulo 14

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Estoy de pie justo en la entrada del instituto neurológico en el cual se encuentra Sarah internada. A mi lado derecho esta Aimé con Owen de la mano y a mi lado izquierdo se encuentra Ryan, quien tiene su brazo alrededor de mi hombro. Entraremos todos pero solo yo y Aimé veremos a Sarah, Owen y Ryan se quedaran esperándonos, pero de todas maneras ambos saben lo suficiente de Sarah.

-¿Lista?-pregunta Aimé apretando mi mano.

Inhalo el aire suficiente y después lo suelto. Asiento hacia ella y esa es la señal para abrir las grandes puertas de vidrio. Adentro todo es de un blanco marfil bastante deprimente, hay cuadros con arte abstracto que resulta perturbarte, personas con delantales blancos y algunas con ropa normal van de un lugar a otro, y justo a unos metros en frente de nosotros hay un gran escritorio de un metro y medio más menos de largo, allí está sentada una mujer que pasa los cincuenta años, tiene ligeras arrugas en su rostro, lleva gafas gruesas y redondas que son escudos para sus calculadores ojos cafés, tiene el cabello blanco en una cola de caballo y está sentada observándome atentamente, la mujer es Pollie.

Me acerco a ella y los chicos me siguen a pesar de que les digo que esperen.

-Bree Hamilton en vivo y en directo, como lo prometí-le digo con una sonrisa.

-Recuerdo haberte dicho que el mediodía no es horario de visita-su mirada es amarga y fría.

-Y yo recuerdo haberle dicho que eso me importa una mierda, veré a Sarah ahora o me largo y no vendré otra vez...-enarco una ceja esperando respuesta.

A mi lado Aimé está diciéndole a Owen que se calle ya que había comenzado a reír debido a mi reacción, Ryan en cambio ha tomado mi mano y la aprieta en toda la conversación con Pollie.

La mujer toma el teléfono y lo coloca en su oído mientras marca un número.

-Clarisse, soy Pollie, la hija de Sarah Hamilton ha llegado...si...entiendo....bien... ¿podrías venir a buscarla y llevarla a la habitación donde está su madre?...bien, gracias. -corta la llamada y de manera brusca deja el teléfono en el lugar que le corresponde.

-Vendrán a buscarte para llevarte con tu madre...

-No iré sola...

-No puedes ir con ellos tres-dice enarcando sus muy depiladas cejas.

-Solo iré con ella-digo haciendo un gesto hacia Aimé.

-Bien, pero solo ella.

-No hay problema-murmuro caminando hacia unos asientos a la orilla del pasillo. Aimé se sienta a mi lado, Ryan y Owen se quedan de pie y apoyan su espalda en la pared.

Después de unos tres minutos una mujer de unos cuarenta años viene hacia mí, es baja, delgada, rubia y con un rostro amable.

-¿Bree, verdad?-dice hacia mí.

Asiento levantándome, Aimé también lo hace.

-Síganme...-murmura ella caminando hacia dentro del pasillo.

-Todo saldrá bien...-me susurra Ryan besándome la frente y dejándome caminar. Escucho a Owen diciéndome:

-¡Suerte Bree!

Caminamos por el pasillo y después por otro hasta llegar a los ascensores, subimos a uno de los cuatro que hay. El transcurso dentro es en completo silencio, cuando finalmente llegamos al piso seis y salimos del ascensor Aimé habla.

-Este lugar me da escalofríos...-murmura observando todo atentamente.

Asiento en respuesta, estoy totalmente de acuerdo, hay un silencio eterno, nadie dice palabra alguna, todos van de un lugar a otro sin hablar.

Sweet Bitch © [ Terminada y en edición]Where stories live. Discover now