Sabías que tu matrimonio con Jazier Galrath, rey del Norte era meramente político pero aun así no podías evitar no sentirte mal al saber que el corazón de tu esposo no era realmente tuyo.
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—Buenos días — una voz te despertó de tú sueño mientras el sol golpeaba tus párpados y un mechón cabello era removido de tú rostro.
Todo de pronto te cayo cómo un balde de agua fría —¿Ambos estamos...? — te cubriste con la cobija mientras la vergüenza llenaba tu cuerpo y tus mejillas se calentaban.
Rhaegall río levemente —No te preocupes. Debo darme un baño. ¿Vienes conmigo? — preguntó mientras entraba al baño y el agua ya estaba lista.
—Ya son marido y mujer. Debes hacerlo — te preparabas cómo si fueras a la batalla.
Te acercaste a la bañera dónde yacía Rhaegall y te sentaste entré sus piernas —No haremos nada. Sólo nos bañaremos y eso es todo — aseguró el rubio.
—Yo puedo lavarme el cabello sola — le recalcaste y el negó rotundamente —Me cuidaste todo el día, te lo debo y mucho más — dijo mientras sus dedos masajeaban tú cabeza.
—Te ves mucho mejor que ayer — mencionaste mientras el lavaba tu cabello —Fue gracias a ti. Llamaste a tú amiga y pasaste toda la noche conmigo — dijo mientras comenzaba a lavar tu espalda.
—Mi sol... — lo llamaste por su apodo —Puedes contarme algo de ti. Me refiero a que tienes a un "contacto" en el Norte y sabías casi todo de mi pero yo no se casi nada de ti — dijiste mientras volteabas a verlo a la cara.
Su cabello mojado y su marcado pecho y abdomen además del vapor del baño lo hacían ver muy atractivo —¿Qué hay de tu padre? — preguntaste pero pronto te arrepentiste. La expresión de su rostro se oscureció.
—No debes responder si no deseas, esposo — dijiste un poco apenada —Mi padre era una bestia. Golpeaba a mi madre cada vez que se le daba la gana y tuvo muchos bastardos los cuáles vinieron a reclamar el trono por "derecho" pero todos terminaron en la misma fosa. Un día me harté de que le hiciera eso a mi madre y yo lo asesine... — explicaba.
—(T/N), te prometo que nuestros hijos no deberán pelear con ningún bastardo de mala vida por su derecho desde nacimiento cómo yo tuve que — sostuvo tú rostro entre sus manos
Ahora tú lavabas su cabello y sus rostros quedaban muy cerca lo cuál le daba chance a Rhaegall de inspeccionar tú rostro detenidamente.
—¿Que hay de tus padres? — preguntaba cómo si no supiera —Bueno, mis padres viven un poco lejos de aquí. Estoy un poco preocupada. Mi madre dará a luz pronto. Muchas personas dicen que el campo de guerra de las mujeres es el parto pero eso significa que las mujeres de mi familia no somos buenas guerreras — mencionaste un poco divertida pero eso confundió a Rhaegall.
—¿A que te refieres con eso, Luna mía? — preguntó mientras cerraba los ojos para que agua cayera sobré su cabeza —Mi tatarabuela murió dando a luz a su tercer hija, mi bisabuela murió dando a luz a su segunda hija, mi abuela murió dando a luz a mi madre. Toda mi familia a sido compuesto de mujeres y ahora mi madre tendrá el primer varón en 5 generaciones. No puedo evitar sentirme nerviosa por ella — dijiste.