The Other Woman

Final Alternativo 1#

¿Qué hubiera pasado si (T/N) rechazaba a Jazier?

Aclaración: ¡La relación de (T/N) y Rexyr queda a la interpretación del Lector!

Ambos adultos caminaban junto a la orilla de la playa —Me gustaría casarme contigo... — dijo Jazier viéndote a los ojos seriamente.

Tomaste asiento en la arena y el se sentó junto a ti —No. — dijiste mientras sonreías levemente, el se vió en un leve shock pero devolvió su mirada a las olas.

—Sonaría cómo un idiota si preguntará porqué — dijo Jazier y tú negaste

—He pasado toda mi vida bajo el control de un hombre. Desde el momento que nací fui una deshonra, mi padre me amaba pero el siempre quizo un hijo varón que llevará su apellido por generaciones. Desde que tengo memoria se me ha enseñado no lo que me gusta si no lo que le agradaría a mi futuro esposo. Te amé Jazier pero nunca debi haberme casado contigo, no es cómo si hubiera tenido voz o voto en mi propio matrimonio —

—Todo lo que yo alguna ves fui antes de hace unos meses fue creado para complacer un hombre. Ahora no soy la co-regente de nadie y mis decisiones son absolutas. Algo que ni siquiera tú me habrías dado —

—Tengo cosas que nunca imaginé que tendría y un poder que nunca me vi en mi posición. Ahora ya no tengo que soportar las cosas que alguien haga sólo porque 'ese es el deber de una esposa'. Mi vida ahora es mía y sólo mía... —

—Nunca entenderás lo que es ser una mujer en un mundo cómo este, durante nuestro matrimonio podrías haberte acostado con miles de prostitutas y nadie pestañearía pero el momento en el que dijera algo impropio yo sería crucificada. Tú eres el vivo recuerdo de lo que me hiciste vivir esos dos años, el momento en el que dejé de ser tú pequeño entrenamiento te empecé a importar —

—Esto no es sólo sobre alianzas es sobre lo que yo haré con mi vida en el futuro. Un día podría decidir dejar todo he irme con mi hijo a los continentes libres sin decirle una palabra a nadie pero todo eso cambia el día en el que soy atada a un hombre —

—En esté lugar tengo amigos, tengo un hijo y una corte llena de personas que me apoyan. Si yo regresara al Norte me volvería la esposa del Rey — dijiste con amargura —Disculpe Rey del Norte pero ahora que yo puedo decidir a quién despojo y a quien no, yo digo que no me casaría con usted ni en dos mil años — dijiste mientras te inclinabas levemente en respeto y te marchabas de regreso a Sunsgate mientras el se quedaba allí sólo...

Viviste una vida relativamente tranquila, nunca desposaste a nadie debido a que preferirías la libertad a la que ya te habías acostumbrado.

De vez en cuándo Rexyr, Rhaegon y tú iban a visitar la tumba de Rhaegall y el consejero cuidaba al niño mientras tú pasabas unos momentos a solas con los simientes.

Rexyr y Rhaegon se volvieron muy unidos debido a lo mucho que ambos pasaban junto por estar contigo. Rexyr y tú en el otro lado se volvieron mejores amigos y confidentes.

Rexyr se veía completamente diferente a lo usual ya que el ahora hombre llevaba ropa casual pero todavía llevaba su espada por si acaso.

—¡Vamos mamá! ¡Tío Rexyr ves lo lenta que es mamá! — los tres reían mientras Rexyr cargaba una canasta llena de comida y una manta en el otro brazo

El niño de 12 años corría por los prados hasta llegar a la cima de una colina y ayudaba a su madre a arreglar la manta para que Rexyr posicionará la comida.

El niño corría por el lugar con emoción mientras Rexyr lo perseguía, viste la linda imagen de tú mejor amigo con tú hijo corriendo. Rexyr había perdido a su madre y hermanos en la guerra al igual que tú y su lazo se reforzaba al saber que después de todo sólo se tenían el uno al otro.

Esto te llenaba de euforia, saber que todo lo que hicieras de ahora en adelante dependería tan sólo de ti y de ningún hombre...

Rexyr nunca abandonó tu lado, fue tú más fiel acompañante y a quién le confiaste tus más oscuros secretos y el te confió los suyos.

Por el otro lado Jazier se vió obligado a casarse con una joven de alta clase con el mero propósito de tener hijos y continuar su linaje. La última vez que ambos se vieron fue ese día en la playa.

Pronto ambos empezaron a olvidar el sonido de sus voces, el color de sus ojos, el sonido de su risa, sus rostros, las cosas que les gustaban al otro y la razón del porqué alguna vez se amaron y todo lo que implicaba tenerse, hasta que ya no eran más que extraños con vagos recuerdos del otro...