Sabías que tu matrimonio con Jazier Galrath, rey del Norte era meramente político pero aun así no podías evitar no sentirte mal al saber que el corazón de tu esposo no era realmente tuyo.
Warning: Infidelidad, matrimonio organizado, actos delicados, amenazas grave, machismo, diálogos cuestionables, violencia, muerte, suicidio, intento de vi*lacion, asesinato en mas, Gore(?), etc.
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Ambos hombres se encontraban sobre sus caballos junto a sus consejeros reales —Jazier... — escupió el nombre con desdén.
—¿Dónde está mi esposa? — preguntó Jazier mirando a los lados para ver si llegabas —¿Quien? — preguntó Rhaegall —(T/N)... dónde está ella, si está sana y salva tal vez considere no cortarte la cabeza — dijo Jazier amenazante —Ella ya no es tuya para atormentar — la expresión de Jazier se volvió fría.
—(T/N) se casó conmigo, su matrimonio nunca fue consumado así que yo tome las riendas. Ahora es la Reina del Sur — el estómago de Jazier dió un vuelco y su caballo dio unos pasos para atrás.
—Su cuerpo es tan tibio desnuda, su cabeza en mi pecho al despertar y sus lindos gemidos al estar debajo de mi. ¿Quieres que siga narrando nuestra noche de bodas? — Rhaegall se burló de Jazier.
—Porqué deseas estar con alguien que ya no te ama, nunca la amaste tampoco. Deja a mi esposa en paz, también conquistaré Firelands si no es mucha molestia — dijo Rhaegall.
—¿De que carajos hablas? — mencionó Jazier con su temperamento aumento —Firelands nunca se hubiera vuelto parte del Norte si no hubiera sido por (T/N), ahora que (T/N) esta conmigo lo más lógico es que Firelands también sea del Sur — dijo Rhaegall.
—Eres un idiota si crees que te quedarás con una de las dos. Firelands y (T/N) se quedarán en el Norte. Rhaegall Vulcanys, te declaró la guerra. El Sur será mío y tú esposa también — declaró Jazier mientras le apuntaba con su espada a Rhaegall.
—Tú y yo no somos iguales. Yo me hice de tú esposa pero tú no le tocarás ni un sólo pelo a la mía. Te daré la oportunidad de asesinarte a ti y a tú familia. Dejaré que ese helado Norte de porquería sea la tumba de tu familia y tuya — se rio Rhaegall.
—¿No creíste que vendría sin ayuda o si? — el silbido de una flecha sonó cerca de la cabeza de Jazier —Yo te conozco muy bien, Rhaegall. Yo tampoco vendría sólo. Esa flecha falló porque unos de mis hombres acaba de asesinar a tú arquero — ambos hombres se veían con odio mutuo.
—Tienes hasta mañana en la mañana para rendirte. Dobla la rodilla ante mí y tendrás una muerte honorable y tú familia vivirá como lords de alta clase o te destruiré y todo lo que conoces, incluyendo a ese bastardo que carga tu amante en su vientre — exclamó Rhaegall.
La mesa llena de hombres se reunía. —¡No le daremos nuestra ciudad de comercios! ¡Ese hombre merece la muerte por amenazar al Rey! — Hoxur golpeó la mesa con su puño.
—¡También debemos recuperar a la Reina! El pueblo se vuelve impaciente y sin ella aquí perdemos muchas oportunidades de comercio — exclamó Midas —Yo creó que deberíamos dejar a la (T/N) con el Rey del Sur — la voz de Grizel se escuchaba.
