-Plan maestro

146 13 0
                                    



Harrold Arryn


Estaba en mi recámara, acomodando y clasificando algunos papeles de mi provincia.

El valle Arryn, tenía bastantes cosas por arreglar, en este caso estaba arreglando un problema con respecto a la ración de comida de las viudas y pobres.

No iba a mentir, odiaba mi trabajo.

Sin embargo era algo que me mantenía cuerdo, tome mi té y le dí otro sorbo más.

Me distraje por un segundo viendo la bella pintura que adornaba mi mesa de dormir.

Era una pintura de mis sobrinos.

Jace y el pequeño demonio Aemma.

Eran mis pequeños revoltosos, los gemelos siempre estaba juntos, era algo realmente tierno.

Eran como mis hijos, y siempre me había molestado al enviar todos los veranos cartas a Rhaenyra para que permitiese que sus gemelos vinieran a mi hogar.

Y así pasar unas cuantas lunas juntos, la última vez que vinieron fue hace un año y medio.

Los gemelos tenían una habitación con dos camitas.

Aemma se la paso haciendo travesuras como:

Colocar polvo pica- pica en la almohada de varios sirvientes, regandolo por todo el lugar.

Comer tartas de fresas hasta más no poder.

Y la última que me sigue sorprendiendo; amarrar treinta y dos cobijas unidas unas a otras y lanzarse hacia un árbol de naranjos solo porque le apetecía.

No voy a mentir, en su momento me produjo varias canas del coraje.

Los gemelos hacen tantas cosas que Rhaenyra no dudo ni un segundo en sedermelos para descansar un poco de sus travesuras.

Cuando se fueron parecía estar aliviado, pero después de unos cuantos días, ya no se escuchaban esas risas escandalosas o ya no veías a infantes volando por la ventana.

Se quedo todo muy silencioso, los sirvientes despertaban sin picazón y aun así mencionaron varias veces que extrañaban la risita de Aemma.

Sonreí calidamente ante tales recuerdos, quería a Jace y Aemma como si fuesen míos, los adoraba.

Pero nuevamente me integre a la realidad cuando alguien tocó la puerta.

- Mi señor, una carta de Kigslanding- Mencionó la criada detrás del marco de la puerta.

- Si es de la mula a la que llaman reina, o del débil rey con sarna o viruela, o como se diga, no me la des, quemala y luego arroja las cenizas al mar- Respondí con una sonrisa en el rostro.

- No, mi señor es de la princesa Rhaenyra y parece que es sumamente importante- Me contestó.

Inmediatamente me pare de mi asiento y con desespero tome la carta no sin antes agradecerle.

No era común que mi sobrina me escribiese cartas, por lo que debía ser algo de suma importancia.

La abrí y sin más, comencé a leer.

Harrold Arryn

"Querido tío las últimas lunas no han sido de mi total agrado, han pasado muchas cosas en estos últimos meses que no he sido capaz de digerir todo por completo, al menos no aún.
Jace y Aemma están bien por si te lo preguntas, ellos están sanos y fuertes, pero temo que su vida se ha puesto en peligro.
La noche del día de ayer aconteció algo atroz, hubo una pelea entre los niños, Aemond perdió su ojo, Gelynria quedo gravemente herida e infertil, Aemma tiene una cicatriz enorme en el brazo, y temo que yo corrí con la misma suerte  que mi única hija.
Rhaenys se torno en mi contra tío, ella me culpa por lo sucedido con Gelinyra, ella afirma que yo no controle a Aemma, lo cual no es cierto ya que mi hija solo se defendió.
Alicent por un momento estuvo de acuerdo con Rhaenys, pensé que todo se vendría en mi contra. Pero cuando se entero que le ojo le fue quitado a su hijo por mano de Gelinyra, entonces volvió apoyar mi causa, y se volvió contra Rhaenys.
Cuando por fin había recuperado un poco de su afecto, mi mente colapso y en un arranque de ira y de inconsciencia se me ocurrió mencionar que Daemon mi esposo y padre de mis hijos, había desflorado a Alicent, ella se torno violenta y comenzó a comentar las diferencias entre las princesas, es decir, comenzó a decir que Aemma tenía libertades que Helaena no tenía.
Ella me atacó y provoco una herida en mi brazo.
Todo esta tenso mi querido tio, solo hay problemas, quiero llevarme a mi familia de Kigslanding, al menos por un tiempo, estaba considerando la opción de enviar a Aemma y a Jace contigo para calmar las aguas.
Daemon esta como loco, no deja a nadie entrar a los aposentos de Aemma desde lo sucedido, en cuanto a la otra opción.
Considero apropiado ir a Dragonstone, y habitar allí con mis hijos, sin embargo, mi esposo no está de acuerdo con esto, el dice que Jace y Aemmam deben ser educados para ser posibles candidatos al trono, y dice que no hay mejor lugar que Kigslanding.
No es un secreto que mis hijos tanto Jacaerys como Aemma, están enamorados de los hijos de Alicent, y lo último que quiero es entristecerlos al separarlos de sus respectivos prometidos.
Honestamente no se que hacer tío.
Esperare tu carta con ansias.

Nothing to lose [Aemond Targaryen] Onde histórias criam vida. Descubra agora