- Distracción

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- Aemma Targaryen


Me dolía la cabeza, estaba acostada sobre la cama viendo hacia el techo.

Los pies me dolían de estar usando las zapatillas, había subido un poco antes de que la ceremonia acabará.

Pero eso me daría algo de tiempo extra para prepararme para la cena familiar de la noche.

Mis criadas no tardarían mucho en llegar, puesto que se toman en serio las reuniones.

Me descalce y me dirigí a la puerta, quería dar una vuelta por el castillo antes de volver a bañarme y prepararme para la noche.

Abrí la puerta y sigilosamente salí, no quería alertar a Sir Jorah que estaba cuidando la entrada.

Comencé a caminar sin rumbo mientras tarareaba mi canción favorita.

En mi cabeza había varias cosas en las que había estado pensando, pero ninguna había ocupado tanto mi cabeza como la soga de mi silla en Rhaegal.

Podía haber sido un accidente pero eso era poco probable, el corte era muy preciso.

Seguí caminando hasta salir del ala donde se encontraba mi alcoba.

Y ahora se dio lugar a otro pensamiento.

Aemond.

Parecía que no era la misma persona a la que habia conocido varios años atrás.

Cuando éramos niños el no era para nada ejercitado y nunca se intereso en lo más mínimo en ser un caballero o usar la espada.

El mismo me llego a confesar que solo estaba interesado en tener un dragón.

Y lo consiguió.

Pero ahora recuerdo que Alicent dijo una vez "El nunca se perdería un entrenamiento", Aemond realmente disfrutaba de los enfrentamientos y según los rumores de pasillo ha participado en varias justas clandestinas.

Seguí caminando hasta llegar a la que parecía ser otra ala.

Aemond ahora era alguien diferente, y es que en comparacion mía yo no he cambiado nada, si bien mis gustos son radicalmente diferentes, dentro de lo que cabe sigo teniendo la misma personalidad de cuando era una cría.

Continúe adentrándome en el pasillo.

Hasta que eleve mi vista para ver los cuadros de aquel tramo.

Y lo que vi me sorprendió, era una pintura de Aemond y Helaena.

Estaban juntos, Aemond estaba con su conocido semblante serio y brusco.

Y Helaena sonreía dulcemente.

Era un cuadro hermoso, me quedé unos segundos más admirandolo.

Moví uno de mis mechones blancos detrás de mi oreja.

El pasillo estaba en completo silencio, a pesar de que aún fuera de día, ya que supongo que todos estarán abajo en el banquete, me dispuse a volver a mi alcoba puesto que tenía que prepararme.

Me alejé de aquel cuadro y comencé a caminar de regreso.

Mantuve la vista en mis palidos pies desnudos.

Saque un pañuelo celeste de mi bolsillo y acomode mi pelo en un moño algo despeinado.

Seguí caminando hasta que algo se cruzó en mi camino.

Era una mujer, vestía de la tela más fina, de color verde y morado.

Estaba cruzando exactamente el mismo pasillo donde había visto el cuadro solo que en direccion contraría a la mía.

Su piel era muy pálida, tenía el cabello del color más negro que he visto, y sus ojos eran verdes, un verde tan vibrante que parecía casi irreal, era muy hermosa.

Su andar era muy apresurado y parecía estar apurada.

Entonces recordé lo que Rosy habia dicho, la amante de Aemond, eso tenia sentido.

¿Que hacia una mujer sola cerca de los aposentos de Aemond?

Exacto, nadie dice nada, aunque todos sabemos la respuesta.

Hice una mueca de asco y me aleje de ahí.

Todos los hombre son iguales, en mayor o menor medida, pero iguales a final de cuentas.

Comencé a correr en direccion a mi habitación, quería llegar de nuevo a mi cama.

Entonces comencé a notar algo.

Había aún luz de día y todavía no atardecia por completo pero el castillo ya se veía oscuro por completo.

Era lúgubre y sombrío apenas unas cuantas antorchas eran capaz de iluminarlo.

Pero Dragonstone era igual, creo que es por eso que colocan ventanales y pasillos abiertos, para que al menos algo de luz sea capaz de llegar.

En fin....

Me fui acercando cada vez más a mi habitación, las criadas ta deberían estar ahí listas para prepararme para la cena.





Aemond Targaryen





El vino llenaba mi copa una vez más.

Había perdido la cuenta de cuantas copas había tomado hasta el momento.

Pero me importaba un carajo.

Había mandado a llamar a Alys a mi habitación.

Necesitaba de ella, estaba irritado había sido un día cansado y en la noche habría otra maldita cena.

Estaba impaciente solo quería que Alys cruzara esa puerta para poder desahogarme y relajarme al menos para estar más tranquilo en la cena.

Sentí arder mi piel de la rabia, y revente la copa contra la pared.

El sentimiento era asqueroso y jodidamente fastidioso, mi mente no era capaz de concentrarse en nada más que en las palabras que compartí hoy con Aemma.

Finalmente me calme y me sente en un sillón, respire ondo y sentí calmarse un poco mi corazón.

El sentimiento de amor es algo que no existe, es absurdo, algo inútil, el amor solo se resume a acostarse con alguien y ya.

No hay tiempo, para estupideces ni jodidas bromas, la realidad es diferente.

No hay tiempo para el amor, al menos no para mi, no en el contexto en el que vivo.

Escuche como tocaban la puerta, y sin más dejé que entrará.

Era Alys.

Seguía sentado mientras una mano cubría parte de mi rostro.

Me levante y con cautela me acerque a ella.

- Mi príncipe...- Mencionó acercándose a mi, con la clara intención de besarme.

Pero me aleje, apoye mis manos sobre la mesa.

Me volví a girar y esta vez su vestido ya estaba en el suelo.....


































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-Holaaaa 🧔

-No voy a decir nada, desaparecí un montón de tiempo, odienme🧔🏿

- Por otro lado tengo muchísima inspiración por lo que habrá capítulos más interesante y no tan aburridos como los que siento que he escrito últimamente. 🥲

- Voten y comenten 🥳

-Si algo no les cuadra en la historia o tienen una idea por darme lo agradecería un montón🤞

- Se bañan 😉









Nothing to lose [Aemond Targaryen] Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ