-Todo listo

93 8 0
                                    



Alicent Hightower



Los sirvientes movían muebles de un lado a otro.

Todas las habitaciones de los príncipes estaban en la misma ala.

Me había esforzado bastante en colocar algo característico de los niños al pie de cada puerta.

Pero eso se volvía difícil considerando que no conocía a Viserys ni a Aegon.

Aun así me esforcé bastante.

A Jacaerys le colocaron un libro de idiomas, a Lucerys un libro de historias, a Viserys y a Aegon les colocaron caballos de madera y varios juguetes

Pronto mi hijo Aemond apareció en la escena.

- ¿Que es todo este circo?- Cuestiono con una cara de desagrado.

Sostuve su hombro y hable.

- Ya sabes, quiero que todo sea perfecto- Hable con sinceridad, esperaba que todo fuera perfecto.

Aemond puso una cara de pocos amigos y apunto directo a la puerta que le pertenecía a Aemma.

- ¿Por que Aemma tiene un peine, es una indirecta para que se peine?- Dijo con su semblante aún tan serio como siempre.

No pude evitar reír.

- No, es porque tiene grabadas sus iniciales en ellas- Agregué- Además no se que regalarle.

Su expresión formó una mueca.

- No es tan difícil, ponle golosinas, correrá en cuanto las vea- Habló.

Hablaba con tanta sinceridad y certeza en su voz que pareciera que hacía apenas ayer la vio.

- Ya no es una cría, como hace varios años, Aemond- Trate de explicarle, pero el tenia otra respuesta mucho más convincente que la mía.

- Los barcos llenos de azúcar salen al menos dos veces a la semana del puerto, la masa y las fresas en almíbar lo hacen tres, y todas van al mismo lugar, Dragonstone- La forma en la que conocía cada detalle del comercio en la capital era muy sorprendente y digno de admirar.

- ¿Como puedes saber, que todo eso se lo come ella?- Cuestioné con una risa pintada en mi rostro.

Me miro de reojo y simplemente se alejo.

Tenía lecciones con la espada, no se perdía por nada sus entrenamientos.

Solte una risa y mire abajo, Aemond nunca lo admitiría pero sigue pendiente a Aemma.

Apunte a la puerta de la antes mencionada, y ordene reemplazar el cepillo por golosinas.

El ala estaba casi lista.

Me moleste en colocar flores de todos los colores, y también ordene reemplazar las viejas sabanas por nuevas, todo estaba nuevo y limpio.

Las cortinas del corredor también eran nuevas, todos con estampados con los colores dignos de la casa Targaryen, y algunos bordados dorados.

Me había concentrado incluso en el detalle más pequeño, aunque solo se quedarían tres días.

Nothing to lose [Aemond Targaryen] Where stories live. Discover now