Nothing to lose [Aemond Targaryen]

-Actua normal

Aemma Targaryen

La mañana había sido algo cansada.

¿Han escuchado algo que se llama el sueño crónico?, probablemente no, porque no existe.

Sin embargo yo misma nombre así a cuando a pesar de que duermas y descanses mucho siempre tienes sueño.

Eso me pasa siempre, siempre he sido muy dormilona.

Me levante estirando mis brazos y viendo como mi camisón tenia una ligera mancha de color rojo.

Oh no...sangre

El sangrado siempre ha sido horrible, aún recuerdo cundo me llego por primera vez..

Flashback

- ¡Me voy a morir, me corte!- La histeria me consumía viva.

- Cariño es normal, a mi también me sucedió- Mi madre intentaba calmarme pero era en vano.

- ¿Y siempre me va a doler así?- Le cuestione enojada- No voy a aguantar- Dije enojada

Las criadas limpiaban y sacaban las sabanas manchadas.

- Princesa, calmese yo la ayudare- Mencionó Adeline.

- ¡No me voy a calmar, cuando estornudo se me sale una cascada!- Mencione enojada

- Vas a acostúmbrate, toda señorita atraviesa con esto- Mencionó mamá sentándose en la cama.

Tragarme tierra y escupeme siendo hombre...

Fin del Flashback

Mis pies desnudos tocaron el suelo y mi cabello plateado estaba algo esponjado y desordenado, mi cabello se desbordaba por los hombros.

Me talle la cara y la jarra de agua estaba sobre la mesita, me levante y forme un tazón con mis manos, me arroje el agua justo en la cara.

Camine a la puerta y la abrí.

- Sir Jorah, dile a las demás doncellas que estaré descansando y se tomen el día- Afirme, hoy solo quería descansar.

Después de todo nunca estoy de humor cuando mi sangrado llega.

- Por supuesto Princesa- Asintió.

Y sin más cerré las enormes puertas, fui al baño y me ocupe de la sangre.

Volví y me coloque un vestido de color rojo, ligeramente ajustado, que hacia notar lo bronceada de mi piel.

Me puse unas zapatillas planas y sin más saque las sabanas manchadas a la esquina del cuarto, luego vendrán por ellas, me dije a mi misma.

No tenia ganas de comer, solo tenía nauceas.

Así que me salte el desayuno, salí de mi habitación y me diriguia a la de Jace.

No me moleste ni siquiera en peinar mi cabello, estaba adolorida de todo el cuerpo.

Caminaba como si estuviese a punto de desplomarme y rodar por las escaleras.

Solo quería ir a la habitación de mi gemelo y tumbarme en su cama.

También quería preguntarle porque nuestro tío no había llegado aún.

Tome mi cabello y lo sujete en una trenza.