Nothing to lose [Aemond Targaryen]

- Tan cerca

Aemond Targaryen

Sentía el sudor recorrer cada rincón de mi cuerpo, he incluso un sabor metálico en la boca.

Ondeaba la espada de la manera más hábil que me era posible, pero mi pulso se aceleraba con cada golpe fallido.

Mis reflejos eran buenos pero Criston se las ingeniaba para desaparecer de mi campo de visión en ciertas ocasiones.

El campo se iba desordenado más con cada movimiento brusco por nuestra parte.

Criston tiro su espada al suelo, y tomó un arma más mortífera que la anterior, no era tan precisa pero si daba en el blanco dolería el doble.

Era una gran bola metálica con algunos picos sobresalientes.

Podía ver como rápidamente la frente de Criston estaba completamente repleta de sudor, se notaba realmente cansado.

Tome la ventaja, y lo acorrale en una pequeña esquina, pero Criston era un buen guerrero, logró safarse y se acercó peligrosamente con su arma a mi cuello.

Por un momento sentí algo de cosquillas, pero solo fue eso un cosquilleo, al final me retire y me prepare para la emboscada final.

Retire con rapidez la parte superior de mi camisón, quedando desnudo de la cadera hacia arriba.

Mi cabello lacio ya hacía goteando del sudor, mis abdominales brillaban por el calor del ambiente, no era por ser orgulloso, pero yo estoy muy bien...ammmm

Dotado...

Tome la espada con firmeza, y agache ligeramente mi cuerpo, Criston se limpio levemente el sudor de la frente con una toalla.

Tome un escudo que un esclavo me dio, y me posicione listo para el ataque.

Dimos varias vueltas alrededor del campo, como cuando una gran bestia acecha a su pequeña víctima, como un hambriento tiburón a un pedazo sangrante de carne que revolotea en el agua.

De un momento a otro, recibe un golpe de Criston justo en mi espalda desnuda, comenzó a sangrar levemente.

No tengo mucha paciencia y la herida sangrante en mi espalda no ayudaba.

Gire de un moviendo brusco con mi espada hize caer al suelo, la gran bola de metal que Criston tenía en las manos, di otra golpe y esta vez arroje su espada al suelo.

Causó un estruendoso ruido, pero lo tenía exactamente donde quería, estaba en el suelo, sin su arma, estaba vulnerable y débil, esta era probablemente una de las pocas oportunidades que tendría para atacar.

Lo tomó bruscamente por los hombros, lo levante con algo de esfuerzo, y lo azote contra la pared.

- Bien hecho mi príncipe- El sudor también bajaba por su frente.

Se escuchaba bastante cansado.

No lo voy a negar, hago un esfuerzo y dejo a varias cansadas.

- Criston, ¿Tienes noticias de la princesa Aemma?- Cuestione al aire.

No era por una preocupación en particular, simplemente quería saber que había sido de ella.

- Vendrá en esta semana, mi príncipe- Cuando terminó de pronunciar esas palabras senti mi corazón saltar ligeramente.

Aemma, dioses!!

Aemma

- ¿Porque el cuestionamiento?- Pregunto con una obvia respuesta en la cabeza.