CAPÍTULO 17

38 8 4
                                    

—Cierra la puerta —Me obedeció y se giró. Un segundo después, su rostro serio mutó a uno travieso con una enorme sonrisa lineal.

—No sabía que eras de esas que les gusta el peligro. Hacerlo en público no es lo mío, pero...

—Es suficiente —El gesto socarrón de Dennis menguó lentamente al ver que yo no estaba de humor para sus chistes ni para sus insinuaciones.

Permaneció unos segundos en silencio mirándome analíticamente, posiblemente intentando descifrar el motivo de mi repentina seriedad. Entornó los ojos, y vi como de sus pupilas se apagaba un brillo entusiasta, seguramente podía imaginarse la naturaleza de la conversación que estaba por iniciar entre nosotros dos.

—Di lo que tengas que decir, Jas —dijo, se apoyó sobre una de las mesadas y sonrió, pero su sonrisa se vio artificial, pude entender en aquella media curva cerrada que estaba esforzándose por fingir indiferencia.

Al parecer, Dennis no era tan indiferente como aparentaba.

—Quiero hablar contigo sobre nuestra relación.

—¿Cuál relación? —preguntó como si no existiera una.

—No te hagas el idiota. Sabes a qué me refiero. Me gustaría que a partir de ahora mantengamos nuestra relación estrictamente profesional.

Dennis se cruzó de brazos y me miró fijamente antes de contraatacar:

—¿A qué te refieres exactamente?

—Creo que he sido bastante clara. Ambos fingimos no darnos cuenta de... —No terminé mi frase; sí, no había sucedido nada entre nosotros, pero estaba a tiempo de evitar a que escale a mayores. Yo era la adulta aquí y debía actuar como tal—. Lo que quiero decir es que solo nos veremos en el trabajo, y aquí, en el restorán solo hablaremos de temas relacionados con la empresa y evitaremos cualquier tipo de conversación personal o afectiva.

Dennis se mantuvo en silencio, escuchándome mientras hablaba, sin ningún ánimo de interrumpirme. Cuando me callé lo vi inclinar levemente su rostro, mostrando parte de su cuello.

—Entiendo, pero ¿por qué quieres esto?

—Estoy comprometida, amo mucho a Bear y no pienso... —No pude ni siquiera exponer algo tan horroroso en voz alta.

—Pus, ya lo sé. Sé que estás comprometida; no pensé que Bear era un tipo posesivo al grado de prohibirte tener amigos, y tan amable que aparenta...

—¡Cállate!, deja de jugar conmigo. Sabes bien que Bear no sería capaz de pedirme algo así. Ni siquiera sabe, ni sabrá, de que estamos teniendo esta conversación. Y... ¿amigos? No me hagas reír, si me has intentado ligar desde el primer día que nos encontramos en la casa de Devon.

—¡Sí, lo he hecho!, y no creo que sea ningún pecado intentarlo con la chica que me gusta —Dennis descruzó los brazos e incluso se alejó de la encimera. Ya no tenía sentido que siguiera actuando serenidad e indiferencia.

—Pues, te ahorraré el esfuerzo. Deja de perder el tiempo, no puedes ganar contra Bear.

Caminó los pasos que nos separaban y me preguntó cerca, pero aún a una distancia prudencial.

—¿Estás segura? —me interrogó por lo bajo. Su voz sonó algo ronca, cargada de firmeza. Dennis estaba confiado en sí mismo.

—¡Lo estoy!, deja de intentar lo que sea que estés intentando.

FLASH-SIDEWAYWhere stories live. Discover now