CAPÍTULO 19

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No era la primera vez que visitaba la casa de mi novio..., perdón, prometido. Pero algo había cambiado hoy a diferencia de las otras veces. Me encontraba sentada sobre el sillón, con los dedos cruzados sobre mi regazo, y mostrando una sonrisa amplia para intentar ocultar mi incomodidad.

¿Yo... incómoda en la casa de mi prometido? Debía ser una broma, ¿quién diantres se siente cohibida al estar a solas con su pareja después de varios años de relación? ¿Y la razón de mis estúpidos pensamientos? Pues no podía dejar de batallar en mi mente si era correcto ocultarle a Bear lo sucedido con Dennis. Bien, en realidad no había sucedido nada, pero ustedes ya me entienden.

Bear se sentó a mi lado y, haciendo un equilibrio digno de admirar, colocó una bandeja repleta de aperitivos y con dos vasos llenos sobre la pequeña mesa frente a nosotros. Él fue el primero en tomar un bocado y su trago.

—Fue una buena cena la de hoy —dijo mirándome con sus ojos desbordantes de ternura. Yo me obligué a mí misma a no desarmar mi sonrisa, no quería que se diera cuenta de mis nervios y, con eso, arruinar el momento—. Espero haberles caído bien... —expresó de repente algo de inseguridad.

—¿Qué dices? ¡Todos te amaron! Es que... ¿cómo no amarte? Eres el chico más lindo y tierno que conozco.

Bear suspiró, pareciendo por fin relajarse. Envolví su antebrazo como si fuera un koala bebé y deposité cariñosamente mi sien sobre su hombro.

Hice un puchero al pensar en lo idiota que era por estar desperdiciando mi tiempo junto al hermoso de mi novio. Fruncí el ceño, suerte que desde esa posición mi osito no podía verme. ¿Por qué sigo pensando en él..., en ese mocoso? Si las cosas entre nosotros ya terminaron. No dejaré que siga interponiéndose entre Bear y yo. ¿Cómo podría engañarlo o cambiarlo?, Dennis está loco al pensar que siguiera podría tener una oportunidad conmigo.

Bear estaba hablando, pero mis pensamientos gritaban tan fuertes que no me dejaban seguirle el hilo a la conversación. Bear pareció percatarse de mi ensimismamiento, ya que lo escuché callarse de repente y mirarme de reojo con preocupación.

—¿Qué pasa, hermosa?

Me enderecé hasta que mi rostro quedó justo frente a frente con el de él. Bear me miró entre confundido y preocupado. No puedo, no puedo conmigo misma. Me siento de lo peor por ser la causante de esa expresión en mi prometido. Un chico tan bueno no merece sentir la menor ansiedad. Apachurré sus mofletes entre mis palmas, haciendo que sus labios hinchados se coloquen en pico, sonreí y procedí a besarlo de sopetón. Bear correspondió al beso de inmediato, me rodeó dulcemente entre sus brazos para hacer la cercanía aún más corta. Lo besé, lo besé y diablos que lo besé. Lo hice..., lo hice para acallar esa sensación helada que se acrecentaba en mi interior. No quería escuchar las voces de mi corazón ni la razón de mi mente, solo quería convencerme a mí misma que estaba haciendo lo correcto.

Y tuvimos una noche, pero no de pasión. O, por lo menos, no lo fue para mí. Me sentí fría. Mis besos fueron menos frecuentes de lo habitual y el calor se sintió inexistente. Puede que Bear entendiera que algo sucedía, porque no alargó las cosas más de lo necesario. Luego, se recostó a mi lado, yo permanecí mirando al techo inmóvil. Mi novio me abrazó con fuerza y escondió su rostro en la curva de mi cuello. Su aliento cosquilleó en mi piel y sus rizos rojos juguetearon en mi mejilla.

—¿Te gustó? —Me sorprendí al escuchar la voz de Bear, aún abrazado a mí y con el rostro oculto.

—Sí —mentí y, automáticamente, me sentí culpable, culpable por mentir y aún más culpable por hacerlo en estas condiciones.

Me desperté cuando un aroma agradable inundó la habitación. Abrí los ojos con pereza. Rápidamente entendí que me había dormido sobre la cama de Bear. El ruido de cubiertos a la distancia fue la explicación que necesité para entender la fuente del aroma a tostadas y chocolate. Segundos después, el chico empujó la puerta con el trasero y entró cargando una bandeja llena, como lo supuse, de tostadas y chocolate.

FLASH-SIDEWAYWhere stories live. Discover now