¿Un Tryhard A Qué Costo? - Spreen [1ra Parte]

Todo empieza con...

Como cada historia tiene un inicio y un final, esta tiene un inicio complicado y un final muy sangriento, pero, solo empezaremos con lo principal. Esta historia es del famoso Streamer, Spreen, un argentino muy reconocido, pero, esto se narrará de manera diferente, es una historia de cubitos y tiene cosas levemente relacionadas con el lore oficial de cada personaje.

El niño Ivan, quien para todos era un niño mimado por tener unos padres absurdamente millonarios, mimado por sus padres, Vegetta y Rubius, el mago era un arquitecto muy reconocido y tenía el don del poder de la magia, que es la misma que el oso heredó. Y por el otro lado, Rubius, era como la esposa trofeo, se ocupaba del niño mientras el otro no estaba, aunque el oso siempre fue apegado a el, por el tiempo que pasaban juntos, aunque, la relación entre el protagonista y Vegetta no es mala, cada rato que pasaban juntos, el mayor le enseñaba trucos de magia y se divertían.
Pero, no todo dura para siempre, cambio todo cuando el oso tenía doce años, sus padres tenían una gran pelea, sus gritos retumbaban por todo el pueblo, lo cual, el oso se entero unos días después, Rubius le fue infiel a Vegetta por Lolito. Se divorciaron y se dividieron la custodia, una semana con Vegetta y otra Con Rubius y Lolito, pero, en las dos casas era un infierno, el otro oso rubio nunca le había pegado pero le hablaba de una forma muy fuerte, haciendo que el oso odiara cada centímetro de el, además de que lo trataban como esclavo. En la casa de Vegetta es diferente, el era un alcohólico bastante agresivo, odiaba a su hijo por el simple hecho de tener la sangre del hombre que le fue infiel, su manera de desahogarse era pegarle y repetirle que lo odiaba,

Aunque siempre se escapaba a la casa de su amigo, Alex, quien vivía con Staxx y Willyrex, eran como sus padres, cada vez que podía iba para allá, se divertía jugando con su amigo.

POV SPREEN=
14 años

El oso, sin poder más, estaba en la casa de Vegetta, quien le había pegado en el rostro otra vez, se decidió en irse, eran más o menos por las 6 de la mañana, estaba amaneciendo. El protagonista agarró su mochila, ropa, dinero,comida y mucha agua. Iba a irse de Karmaland e irse a Tortillaland, era una decisión difícil, ya que estaba su mejor amigo ahí.

Caminaba hasta una parada, tomó un bus a Tortillaland y se dirigió hasta allá, era triste dejar todo atrás, el oso estuvo llorando todo el camino, era un largo viaje de 3 o 5 horas, no sabía con firmeza, pero el no quería comer, ni tomar agua o algo, solo quería ver el paisaje que me mostraba la ventana.

No pudo dormir y se tomó un poco de agua para no perder la energía, el quería llorar y llorar,pero el agua detiene mis lágrimas, o por lo menos eso es lo que creía, es algo absurdo.
P

ero nada quitaba este sentimiento de melancólia, de estar vacío y sin energía, sentír cómo dejaba una vida aterradora que se había acostumbrado tanto, pero, tenía ansiedad por saber su futuro.
El no sabía si sus padres lo buscarían, -No les importó de igual manera- Pensó.
Levantó la vista y vio este cartel; "Bienvenidos a Tortillaland", llegó temprano de igual manera, eran las 10 de la mañana.

caminé un tiempo y luego ví como unas personas se me acercaban;

-Hola, deberías de ser nuevo, un gusto conocerte, yo soy Carrera, pero dime Carre y los de mi lado son Ari, Elmariana, JuanSGuarnizo, Reborn y más, luego los conoceras más y a muchos más.- Habló con una sonrisa al ver al oso.

Al oso le agrado y asusto ese gesto, no estaba acostumbrado, pareció muy buen gesto de la persona, de igual forma le agradó, sin perder tiempo, el oso pidió un recorrido por el pueblo, el habia dado unos datos sobré muchas cosas y también me advirtió sobre JuanSGuarnizo, parecía que la persona lo conocía bien para decir eso, pero no se sabía muy bien el porqué le advertia, pero, su curiosidad lo atormentaba, lo quería conocer, aunque obviamente tenía que tener cuidado.

Al final del recorrido, el de ojos verdes empezó a preguntar más al oso.
-Y tu, ¿Cómo te llamas?- Pregunto con curiosidad.
-Umh... Spreen...- El protagonista hablo torpemente, era un nombre estúpido pero el otro le creyó, de igual forma, no podía decirle quien era. Por suerte, el pelinegro estaba con unos lentes de sol, que hacía que su presencia se notaba menos entre la multitud, además había llorado, sus ojos estaban rojos y sus ojeras se notaba mucho. Aunque, de igual forma, poco a poco el se acostumbro a estar con lentes, aun así si no fueran necesario. Más rato, eligió un terreno y se hizo una casa, nada tan llamativo ni nada tan horrible, solo es algo común, como algo para la noche. En poco tiempo se hizo de noche y el cayó rendido a su cama, empezando a dormir como un bebé.

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