¿Un Tryhard A Qué Costo? - Spreen [1ra Parte]

Bien, pero no tan bien.

Eran las siete de la mañana, Spreen se levantó y se vistió, iba a la cocina a prepararse algo de comer, pero al ver que solo había alcohol solo suspiró y tomo un vaso para servirse agua, hizo todo esto con precaución ya que no quería que Farfa supiera que estaba despierto, pero por accidente, sus dedos parecía que eran de mantequilla, por lo cuál, aquel vaso se rompió, el de armadura se despertó por el ruido y semidormido preguntó:

-¿Spreen?- Bostezó -¿Qué fue eso?- Preguntó mientras se frotaba uno de sus ojos.
-No fue nada- Respondió -Solo se me cayó el vaso.- Añadió mientras barría y dejaba a un lado el vidrio quebrado.
-¿Seguro? ¿No quieres que te ayude?- Preguntó otra vez mientras intentaba pararse, pero le dolía la cabeza por las grandes cantidades de alcohol que consumía.
-No, estoy bien, de igual forma ya me voy, tengo que entrenar con Shadoune para esta tarde.- Añadió mientras dejaba los pedazos a un lado y se dirigía a la puerta principal.
-Espero que te vaya bien.- Envío suerte el mayor.
-No necesito tu apoyo.- Respondió antes de abrir la puerta e irse.

Caminó hacía una tal sala de entrenamiento, en que se encontraba Shadoune, cuando el francés lo vió le sonrió y le saludó, espero a que se acercará para decirle algo bastante importante.

-¿¡QUÉ!?- Exclamó con un tono confundido el oso. -¡Pero si el me gana hasta con la resaca!- Suspiró sorprendido.
-No te preocupes, interrumpiré el combate, pero, tendrás que seguirme sin preguntas, cuando nos vayamos de ahí te diré cada detalle.- Ordenó el francés. -Pero ahora concéntrate y entrena, tendrás que durar lo bastante para que no mueras en el proceso, ¿Esta bien?- Preguntó.
-Bien, ya entiendo, aunque tendrás que darme bastante suerte para poder con el.- Suspiró y agarró un hacha de madera.
-Te deseo toda mi suerte.- Dijo el de cuatro caras.

El oso inmediatamente empezó a entrenar, su nuevo maestro le iba nombrando cada hechizo y el lo hacía, practicaba con el hacha y la espada, también con el arco y la caña hasta que las domino por completo, unas cuantas horas duro hasta que se cansó y pidió un descanso, de igual manera Necesitaba energía para después, aunque estaba bastante nervioso, lo iba a ver todo un clan y tal vez unos clanes vecinos, solo intentaba no distraerse con eso para que no le gane los nervios y lo distraigan.

13:00 p.m

Un cuarto para que empiece toda la pelea, el oso estaba vestido de una armadura completa de hierro con una espada y hacha de hierro, tenía un escudo en una de sus manos, una caña de pescar y un arco. Se organizó en un estadio, bastante grande pero los asientos estaban llenos, las personas estaban hombro con hombro con más personas, hasta los pasillos estaban llenos, había gente que se escabulle para ver la batalla. El oso estaba notoriamente nervioso, abrazaba a su maestro con fuerzas cuando en las cuerdas vocales del representante se escucho su nombre en los parlantes por un micrófono, Suspiró y subió al estadio, dando su entrada por una de las puertas del estadio, la gente gritaba y gritaba, algunos aplaudían y otros no sabían que pasaba por el simple hecho de no ver por la cantidad de gente que había. Cuando el oso llegó al centro del estadio miró a toda la gente, pero miró a su entrenador en una esquina del estadio, mirándolo atentamente, sostuvo su mirada hasta que el representante habló:

-Y el incógnito contrincante del niño oso es uno de los mejores guerreros de aquí, en el otro equipo tenemos a... ¡Farfadox, el caballero de netherite!-

Rápidamente se pudo ver en otra puerta una silueta, era el, parecía decidido, solo con ver su rostro se podía ver que estaba preparado. Se acercó al centro del estadio, miró a su primer y único aprendiz, pero fácilmente supo que estaba nervioso. Suspiro y espero que el representante diera las indicaciones. Básicamente, todo se valía, hasta lo más cruel y desquiciado hasta lo más tierno y agradable. Spreen y Farfa se distanciaron hasta ponerse lo suficientemente espacio entre ellos, tres o cuatro metros, el árbitro dió la señal y la pelea empezó.

El oso empezó en darle una flecha, el cuál el de armadura se protegió con su escudo, rápidamente el de gafas de sol aprovecho y se acercó, partiendo con un golpe fuerte con su hacha a su escudo, haciendo que este se quede atorado en el escudo, rápidamente recurrió a su magia, hizo otra hacha con su misma magia y el de netherite, sin quedarse atrás cambió rápidamente su espada de hierro a una de netherite, el mayor se acercó al oso y empezó a atacarlo sin parar, el oso ocupo su escudo y su nueva espada para esquivar los golpes, hasta que una vez que paró, el de la magia atacó directamente en el pecho, causando que el de netherite embarrara sangre por su armadura, rápidamente se alejo y se comió una manzana de oro, el oso cuando vio que el se estaba empezando a acercar de nuevo, aprovecho y ocupo su poder en su espada, justo cuando le iba a golpear, farfa detuvo el golpe con su espada.

-¡El te está mintiendo!- Gritó mientras sostenía su fuerza en sus brazos. -Yo lo sé, yo fui quien te enseñó todo.-
-Y gracias a ti estamos en esta situación.- Suspiró mientras seguía forcejeando.
-¡No! Yo no quise esto, Rich me había citado para decirme que te ibas a ir con Shadoune, pero quise detenerlo, pero era demasiado tarde.- Hablaba el de ojos claros mientras ocupó una de sus piernas para golpear con toda su fuerza al estómago del menor, haciendo que caiga al suelo y escupa sangre. -No quiero que pienses que te abandoné, siempre te eh querido, hasta parecías un hijo para mi.- Suspiró y puso su espada en el cuello del menor, rápidamente el miró su entrenador y le hizo una seña, era dirigida a sus piernas por lo cual el entendió, dirigió su mirada al de espada de netherite. -Pero tu como padre eres un idiota.- Respondió y rápidamente ocupo sus piernas para enredar las piernas del otro, haciéndolo tropezar, rápidamente agarro la espada de netherite y la puso en el cuello del otro.

El clavo la espada más profundo en su cuello, provocando que el se ahogara con su sangre, aunque lo detuvo unas alarmas, dejo su espada a un lado y rápidamente corrió hacia Shadoune, lo siguió hasta afuera, habían tres caballos pero uno estaba ocupado por Juan, el oso desconcertado, miró al miope con curiosidad pero sin perder tiempo, montó un caballo y su maestro también, haciendo que corrieran de ahí.