Flor Morada.

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¡¡LOS HECHOS DEL NUEVO ENTRENAMIENTO SOLO SERA UN RESUMEN, YA QUE SE LA PASARÁ ENTRENANDO!!

Resumen:

Meses y meses después, Spreen se a acostumbrado su nuevo sitio, de igual forma se acostumbra con facilidad. El oso y el nuevo maestro se a convertido alguien muy cercano y íntimo, en pocas palabras era como un reemplazo de Farfadox, aunque aún así lo extrañaba muchísimo, extrañaba sus platicas, sus entrenamientos y el era como una figura paterna. Aunque intentaba no recordarlo ya que se ponía melancólico y bueno... no le gustaba, además de que su nuevo maestro le explicó el porqué estaba aquí; "Eso es culpa de Farfa" Decía el e incluso esa idea se le metió en la cabeza, por lo cual, tenía una confusión, era como si sintiera traicionado, alguien que veía como padre le haga esto es algo bastante malo.

Esos pensamientos hizo que no durmiera tan bien, intento negarlo todo porqué no pensaba que su maestro le hiciera eso sin una explicación, luego, la idea lo invadió y empezo a deprimirse, hasta desconfiaba de su nuevo maestro pero de igual forma el era una de las personas que le puede enseñar sobre la brujería y esas cosas, entonces empezó a creer en el. Luego, se volvió rencoroso, "¿Cómo me pudo hacer esto?" Se preguntó mientras caía en lágrimas, pero esas lágrimas se convirtieron en enojo y rencor e incluso lo borró de su vida o eso intentó.

Esa rabia y rencor le sirvió para su nuevo entrenamiento, se desahogaba en magia y poder, sentía que así tenía el control de su vida, intento lo posible para distraerse, no queria pensar en su anterior maestro, lo decepcionaba, su agenda estaba llena, casi todo el día se la pasaba entrenando, empezaba a las ocho de la mañana hasta las diez de la noche, tomaba desayuno, almuerzo y cena, tenía una dieta estricta,tomaba desayuno a las ocho, salía a correr desde las ocho y media hasta las once, a las doce se preparaba algo y comía algo a las una, hacia ejercicio desde las dos hasta las cinco,practicaba magia desde las cinco a las ocho y a las nueve preparaba todo y tomaba su cena, al terminar dormía.

Aun así, cuando dormía, su estúpido cerebro se encargaba de repetir el mismo cuento otra vez, algo que hizo que tuviera unos problemas de sueño.

Aun así, cuando dormía, su estúpido cerebro se encargaba de repetir el mismo cuento otra vez, algo que hizo que tuviera unos problemas de sueño

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Un año después:

-Spreen- Llamó Shadoune.
-¿Qué pasó?- Pregunto el de lentes de sol
-Hoy cancela tu rutina, ya que, tienes que ir al clan, te eh considerado listo y el jefe quiere ver tu progreso.- Respondió el de capa roja.
-...- el oso se quedó pensando antes de asentir, ese pensamiento, para ser exactos, esa persona, la verá de nuevo. -Pero se rápido que nos vamos en treinta minutos.-

El oso se fue a su cuarto, agarro la maleta y puso todas sus pertenencias ahí, las pociones la puso en otra maleta que le había regalado el pelirrojo, terminó y dejó las pertenencias para ir donde su nuevo maestro, quien lo esperaba en la puerta principal, miró al oso llegar y abrió la puerta, haciendo ver dos caballos, uno para cada uno.

-Elige cualquiera.- Ordenó el francés.
-Esta bien...- Habló en un suspiro el argentino antes de subir a un caballo café con manchas blancas.

El francés escogió el otro, era de un color blanco, pusieron sus pertenencias en uno de los bolsillos grandes que estaban con la montura, no eran tantas cosas por lo cual era fácil de llevar. El mayor guió al de camisa verde agua por caminos que el no conocía, el viaje duró bastante, algunas veces tomaban descansos para los caballos y ellos comían algo, compartían y se divertían, aunque cada vez que estaban más cerca, el oso se sentía más ansioso y deprimido, algo que se notó, pero el de barba no dijo nada al respecto, sabía exactamente que era.

Al llegar, el dúo dejó los caballos a un lado y se fueron a la puerta principal, una grande y alta puerta, al abrirse, hizo un crujido, haciendo notar la atención del oso, estaba muy ansioso, pero no quería hacerlo notar, no quería que lo vieran así. Entraron y vieron su alrededor, aunque había bastante gente del clan esperándolos, el de lentes no sabía porqué pero no quería preguntar, el de capa roja le dio una señal para que lo siguiera el cuál, el accedió, pero algo lo detuvo, una persona vestida de una armadura lo abrazo y puso su cabeza en uno de sus hombros, estaba triste y se notaba, solo con su voz se notaba.

-Te extrañe tanto Spreen...- Habló el de armadura mientras se alejaba para darle espacio al oso, dando a ver sus ojos rojos, su aliento olía a alcohol.
-¿Por qué me abrazas?- Respondió con un tono confundido. -Tu me mandaste a ese lugar...- Añadió con un suspiro mientras dirigía su mirada al suelo.
-No fue decisión mía.... sol- Antes de terminar fue interrumpido por la voz del adolescente
-No pongas excusas...- Suspiró -...me destruiste.- Su voz débil y entrecortada le hizo saber al de ojos verdes que le habían contado la historia mal, pero antes que le explique, el francés lo llamó, haciendo que el de ojos negros se vaya.

El de armadura sintió una sensación terrible, su corazón se quería salir de su lugar, su cuello estaba con púas, sus ojos estaban rojos aunque se mantuvo firme ya que no podía verle llorar, solo sentía impotencia, dolor y arrepentimiento, solo quería arreglar las cosas con el oso, extrañaba su presencia pero de igual forma no podía obligarlo. Suspiró y se fue a su casa, de igual forma ahí también vive el oso, abrió y cerró la puerta detrás de el, se dirigió hacia la nevera y la abrió en busca de una o dos cervezas,se sentó en el sofá y puso música por la radio mientras pensaba, tomaba cada sorbo, aunque no lo disfrutaba, quería dejarlo ya que no queria que lo vieran así.

¿Un Tryhard A Qué Costo? - Spreen [1ra Parte]Where stories live. Discover now